Capítulo 42

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—¿Por qué haces todo esto, jefe?

Una mujer de pelo albino pregunta mientras mira hacia un hombre sentado en la parte superior de un altar, en donde anteriormente hubo un buda.

—Cuando pierdes tu razón de existir... no queda más que hacer que buscar un culpable, algo con lo que desahogarte... —el hombre de ojos púrpuras juega con un lapicero que tenía en su mano—. Pero mientras buscas cómo desahogarte encuentras al culpable de que hayas perdido tu razón de vivir... te digo que la venganza llenará tu pecho, tu alma y tu espíritu. Pensarás cómo acabar con esa persona, lo que ama, lo que tiene. Con todo.

—¿La persona... detrás de Kimetsu te hizo eso?

—Él decidió por el lado oscuro. Yo entonces tomé el de la luz. Realmente no tiene nada que ver. A veces la oscuridad representa lo más natural, el verdadero equilibrio. Y de igual manera, la luz a veces representa únicamente la ceguedad. ¿Saint de santo? No, claro que no. ¿Luminous por luminoso? Jaja, no... Dale una razón de existir a un hombre... y vivirá por ti. Peleará por ti y... morirá por ti.

La sonrisa del hombre causa una leve sensación de peligro en la mujer albina.

—¿Haces que... piensen que por tener nombres bonitos... las academias son buenas?

"Yu" ríe.

—¿Así parece? La verdad las academias que Muzan y su séquito manejan son mucho más sanas y santas que las academias con tales nombres.

—Jefe.

—¿Yuichiro? Bienvenido, toma asiento.

El gemelo de Muichirou camina en dirección a una silla que la albina le presentaba.

—¿Y Obanai?

—Él viene de camino, se le presentó un pequeño problema.

—Bien. Dentro de dos horas sucederá el sabbat. He decidido perder dos academias, de esa forma Kimetsu ocupará cinco.

—¿No será complejo volver a retomarlas?

—No, no lo creo. Mi única preocupación, o mis únicas, serían... —el hombre de pelo claro alza su dedo índice—. Primero, los espías de DOS en cada academia. Son anormalmente buenos en eso. Segundo, los movimientos que hagan con Megiddo, Wonder perriot y Samurai. Solo esos tres tienen las capacidades suficientes para torcer mucho mis planes. Y tercero... qué más tiene pensando ESE tipo.

El líder de toda la pandilla, o más bien organización, se recuesta en su lugar, pensando.

—¿Me usarás esta vez? El samurái... se ve interesante.

Toda la sala se congela al oír esa voz.

—Me pareció divertido como anulaba el ataque de Obanai. Déjame actuar esta vez, jefe.

El hombre sentado mira hacia quien caminaba hacia él.

Línea de "sacerdotes de sangre". Douma, el Segundo.

—¿Puedo hacerlo? Me haré cargo de... algunas mariposas lindas.

El hombre se queda en silencio mirando al otro rubio.

Luego asiente.

—Está bien.

—¡Bien! ¡Nos vemos!

Dicho eso abandonó la habitación.

—Dile a Gyutaro que venga aquí de inmediato. Si la Baluarte de Enma no muere, seguramente lo investigarán y encontrarán rápido.

—Como desee.

La albina hace una reverencia y también sale de la habitación.

"Yu" se levanta de su puesto.

Club de Artes - TanjiKanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora