𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐍𝐆┊Mina es una chica solitaria y amargada, no le gusta estar rodeada de personas y mucho menos vivir con alguien, sin embargo, un día las cosas cambian cuando por accidente, o no tanto, un pequeño felino entra a su casa y se lleva una...
Acomodó su vestido y miró por el reflejo del espejo a Chaeyoung, se encontraba dormida con los labios entre abiertos y los brazos a cada lado de su cabeza.
Soltó una risilla y negó con la cabeza, amaba con locura a esa hibrida que la volvía loca con cualquier acción que realizaba.
Con un suspiró cargado de energía dejó la habitación para irse directo a la piscina, amaba nadar y quería relajarse de alguna forma.
Se quitó el vestido que se había puesto para hacer sonrojar a la menor y cuando estaba apunto de entrar escuchó un rugido, fuerte como si lo hubieran hecho en su oído.
— ¿Chaeyoungie? —Un tigre apareció de la nada, nadando en la piscina— Te he dicho q-...espera un momento, ella no tiene una cicatriz en el rostro —Caminó de reversa y chocó contra una persona— ¿Qui-quien eres tú?.
Mina se dio la vuelta y vio a un chico rubio que tenía una pequeña sonrisa, veía detrás de ella y aunque se imaginaba que era lo que sentia una parte de ella quería salir corriendo por la figura del hombre frente a ella.
— Soy Jeon Jungkook —Elevó la mano hasta la cintura de Mina, ésta se apartó entre asustada y ofendida, ¿cómo podía estar tan tranquilo si estaba irrumpiendo en su hogar?.
Sin importar la respuesta o lo que haga salió casi corriendo hacía la habitación pero otro cuerpo, más pequeña que el anterior, hizo que detuviera sus pasos.
— Tú también Chaeyoung —Murmuró acariciando su cabeza.
— ¿Quienes son ellos? —La menor, como toda una buena novia, atravesó la mano para apartar a Mina y enfrentarse a las personas que estaban en el lugar en donde se hospedaban.
— Él es Jungkook y e-
— Taehyung... —Susurró sin aliento, claro que recordaba al chico con el que compartió gran parte de su vida.
— ¿Lo conoces?.
El tigre que nadaba se detuvo y con rapidez salió del lugar en donde estaba, sin importar que parecía una toalla chorreando agua, corrió y corrió hasta convertirse en un chico alto de sonrisa cuadrada y cabello castaño.
— Es mi medio hermano —Contestó y Mina abrió los ojos en grande al igual que el chico rubio.
— No me contaste que tenías una medio hermana —La voz del chico resonó en la sala y Mina se encogió de hombros— Mucho gu-gusto soy el novio de este tigre-tigresito.
— Soy su medio hermana no su madre —La mirada que Chaeyoung le mostró al mayor le erizo la piel a los humanos.
— Bue-bueno deberíamos comer juntos...
— Lindo vestido amor —Besó a Mina dejando a los otros dos chicos impresionados— Será otro día.
Mina no entiendo la razón del por qué Chaeyoung los quería lejos de la casa, parecía que no quería que estuvieran ahí, le parecía extraño porque siento su medio hermano y cuñado merecían un poco de atención.
Los dos chicos se despidieron y salieron de la casa con rapidez— ¿No se va a vestir?.
— No, él es...así y parece que ese chico lo cuida —Cerró la puerta y se dio la vuelta— Sigo teniendo sueño...pero quiero nadar —Movió los brazos como si lo estuviera haciendo.
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— Nosotras vemos las estrellas desde aquí y si...¿ellas nos ven desde allá? —Chaeyoung siempre había tenido la curiosidad sobre esos pequeños puntos blancos que brillaban en el cielo oscuro.
— Si te ven a ti definitivamente estarían fascinadas por tu belleza —Entre lazo sus manos y Chaeyoung soltó una risilla nerviosa.
— Eres la mejor persona que conozco —Cada que Mina escuchaba aquello sentia su pecho arder al igual que sus mejillas, sonrio en grande y besó los labios de la menor.
Chaeyoung sabía que Mina cada que le decía ese tipo de cosas actuaba bastante avergonzada y por eso mismo lo hacía porque amaba ver las mejillas de la contraría enrojecer por las cosas que que cruzan por su mente.
La pelinegra buscaba la misma palabra o algo que también la hiciera sonrojar— No lo creo porque tú existes y eso te hace mejor que yo —Asintió a sus propias palabras con una pequeña sonrisa.
Chaeyoung se mordió el labio inferior y comenzó a jugar con sus dedos, Mina siempre decía que ella era la mejor pero no se lo creía, pensaba que Mina era la mejor persona en el mundo y le molestaba cuando le llevaba la contraría.
— Tengo hambre —La mayor la miró de reojo, ella también tenía hambre y lo había callado solo para que Chaeyoung pudiera ver las estrellas como acostumbra a hacerlo.
— Yo igual... —Murmuró mientras jugaba con el dobladillo de su camisa— ¿Que quieres comer?.
— Ya me quiero ir a casa —Susurró y se levantó— ¡Vamos a comer! —Exclamó con los ojos cerrados y señaló la puerta— Corre Minari.
