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-Yo de verdad lo siento tantísimo, Donghyuck.
Se miraron por un largo rato, Mark había lanzado aquella frase solo unos pocos segundos después de haberse acomodado en el asiento de la habitación que Donghyuck le indicó, fue inesperado pero juraba que si no lo sacaba de su alma podría morir de la angustia.
-¿Por qué?.
Tragó, miró al moreno con confusión y la expresión relajada que recibió lo dejó perdido, ¿a qué se refiere con esa pregunta?, si ambos están completamente conscientes de los errores que cometieron entre ellos.
-¿A que te refieres?, sabes lo que te hice y me siento tan arrepentido por ello, no puedo seguir mi día a día como si no te hubiera hecho nada ahora que soy tan consciente de mis errores.
Un nudo se cerró en su garganta y sus ojos empezaron a picar, quería llorar, quería golpearse a si mismo por no haberse dado cuenta de todo lo que estaba perdiendo, porqué quiso tanto esa amistad que ahora que se alejaba más el vacío en su estomago crecia con mayor fuerza.
-No- Donghyuck negó con su cabeza mirando hacía el suelo -No es tu culpa, desde el comienzo fue culpa mía, yo lo arruine todo desde el principio, desviandome y creando esperanzas de cosas que no pasarían, ilusionandome con cosas que no son parte de una amistad común y luego solo huyendo de todo cuando me di cuenta que no estaba en la dirección correcta. Sé que fui muy intenso contigo y tuve comportamientos inadecuados, me deje cegar y fue muy tarde cuando por fin pude ver que no querías ese tipo de amistad conmigo, lamento haberte incomodado tanto, no me sorprende que no hubieras vuelto por tu cuenta después.
El menor no lo miraba, pero su voz se escuchaba triste y rota, acompañada de los pequeños sorbidos.
-Yo lo arruiné por imaginar de más y luego me decepcione tanto por no obtener lo que tanto esperé y luego fui tan repulsivo por querer echarte la culpa de todo en mi cabeza, cuando sé que soy el único responsable de todo- Él intentaba retirar las lagrimas que caían con fuerza por sus mejillas. -Espero que me perdones por todo los malos ratos que te hice pasar, de verdad que no era mi intención.
Mark se rompió al ver al moreno en un estado totalmente fuera de su personalidad, llorando intensamente, con la voz cortada y echandose la culpa de un montón de cosas que no eran ciertas. Dios santísimo, ¿había sido tan apático en su amistad que hasta el mismísimo Donghyuck llegó a la conclusión de que era su amigo por obligación?. Se supone que había ido a ese lugar para buscar perdón de sus equivocaciones, no para terminar sintiéndose peor al escuchar todo lo que el interior del moreno siempre había callado. Claro que nada de eso era cierto. El único culpable es él mismo, el menor siempre le dio todo de sí con mucho cariño y siempre lo apreció con muchísimo anhelo, pero nunca pudo devolver ni la décima parte de todo el cariño que recibió.
-No digas esas cosas, tú no hiciste nada más que ser el mejor amigo del mundo conmigo, Donghyuck. Siempre me trataste tan bien y me hacías sentir tan especial, siempre tan maravilloso y dispuesto a darle cariño a todos. Eres el único que lograba hacerme sentir tan especial y cómodo solo con una conversación. Nada es tú culpa, tu solo fuiste maravilloso conmigo, yo soy el verdadero culpable, nunca pude devolverte ni expresarte nada de lo que tu me dabas, me conforme con ser dependiente de que tu siempre tuvieras la iniciativa en todo y puse tan poco de mi que logré que tu mente se nublara de dudas, te descuidé y solo lo hice peor cuando dejé que todo se perdiera tan rápido.
