🌻 Miopía 🌻| MarkHyuck |

🌻Unlucky boy/s🌻

El tiempo es un concepto que desde el comienzo marcó la relación de Mark y Donghyuck, en el inicio gracias a su lento paso su relación se hizo tan buena y estrecha pero, de igual manera se rompió y superó con lentitud, el tiempo caminaba agarrado de sus brazos, definiendo sus vidas. Sin notarlo ya todo estaba como al principio, nada, cada quién vivía por su lado y evitaban toparse lo máximo posible, prometieron intentar funcionar como una amistad pero fue imposible para los dos por lo que su contacto se redujo a nulo. Aunque ellos realmente no saben que los sentimientos no se olvidan por completo, sólo los obvian para que dejen de doler. Se recuperaron, mientras el canadiense intentaba dar el doscientos porciento en su interminable lista de tareas, el Coreano había regresado al canto con más animo que nunca, buscando recuperar el puesto que había perdido, el canto siempre fue lo más importante en su vida y se avergüenza por haberse dejado derrumbar tan fácil por un mal momento. 

-¿Crees que esa profesora aparezca hoy?- Renjun le preguntó, con esa cara de asco que le sale sola con el pensamiento de su maestra de biología, sí, la del cartel sobre el aborto que terminó reprobando por sus contemporáneas ideas liberales -Juro que si esa vieja vuelve a bajarme notas por su mentalidad de pasa, le voy a halar esa peluca asquerosa que tiene y predecir de que se van a morir hasta sus nietos.

Donghyuck rió creyendo muy cruel el decirle a su bestie que había visto a la mujer un par de horas atrás y ella no perdería la oportunidad de joderles el día. Calló y en su lugar agarró las mejillitas del bajito para luego dejar un besito en su frente.

-Si sigues siendo tan volátil con ella te hará venir en vacaciones, sabes que no dudará ni un segundo en dejarte sufriendo.

-Já, puede llorar esa vieja, que ella no reconozca la calidad de estudiante que soy es su problema, tengo mi cartilla llena de nueves y dieces, primero viene a recuperar ella que yo- El bajito se quejó, sentándose en su lugar con mal genio y sacando su tarea para empezar a compararla con la de sus amigos -Todos tenemos técnicamente lo mismo, si me reprueba juro que le pongo una acción de tutela y denuncia por daño psicólogo. 

El moreno empezó a ignorarlo luego de un rato mientras organizaba en su celular la lista de trabajos que le faltaba terminar, en poco tiempo acabaría el último periodo por lo que sus endemoniados maestros empezaron a mandar toneladas de trabajos con reducidas fechas de entrega para arruinarles la vida, sumado a ello también debía planear su presentación final en el club de canto para poder hacer valida la calificación. A veces deseaba que un tren le aplaste para no tener que hacer todo eso.

La maestra llegó por fín para la mala suerte de Renjun y desde ese momento el tiempo se hizo infinito, la mujer hablaba y hablaba en un idioma que solo ella y el nerd de la clase podían entender, los demás estudiantes estaban en el mayor momento de aburrimiento de sus vidas y Renjun dibujando una línea en la mesa a cada minuto como si estuviera en prisión.  Pasadas dos horas de miseria la profesora despertó a todos tras anunciar el temido proyecto final de la clase, uno en pareja para la desgracia o fortuna de los estudiantes.

O bueno, sólo desgracias porqué después de los minutos de felicidad y planeo de parejas a la mujer se le ocurrió decir que ella se encargaría de escoger las parejas y para hacerlo peor sería algo definido por suerte, en una bolsa con papelitos donde cada par decía un número distinto, quienes sacasen el mismo número quedaban automáticamente emparejados.

-Ay Hyuckkie, agarrame bien o la acuchillo.

Mala, pésima idea, empezando por la posibilidad de tener que arriesgar la calificación del proyecto con una persona con la que nunca has trabajado. Donghyuck rezaba pues teniendo a cinco de sus amigos en la clase sería casi improbable que le tocará con el único que no deseaba. La elección avanzó y avanzó y el moreno empezó a temblar cuando todas sus opciones se acababan y la idea de trabajar con el Canadiense se volvió una realidad, una realidad indeseada y repleta de incomodidad.