☠Shi no namae☠ - Sukuna Ryomen [II]✔

XIV Problemas 1/2

Narrador omnisciente

Tokyo. Sede de hechicería.

Los tres ahora adultos, miraban como los hechiceros pasaban de un lado a otro con apuro.

Los habían mandado a llamar, las maldiciones de un momento a otro habían empezado a frecuentar más y asesinar a los humanos. No entendían por qué.

-¿Qué está pasando?- pregunto cierto peli-rosa al aire.

En cierto sentido le había atrasado mucho la idea de volver a ver a sus ex- compañeros y sempais. Pero al ver el desastre que era aquella sede lo dejo con duda.

- ¡Itadori!- se escuchó a lo lejos. El chico guro su vista y se encontró con tan reconocidas personas en su adolescencia.

- Nobara, Megumi... ¿cómo están?- pregunto acercándose, se dieron un leve abrazo como saludo.

- Bien, pero no sabemos que sucede- dijo con nerviosismo la castaña.

-¿No sabes nada Megumi?- pregunto el chico. El azabache miraba hacia todos lados con cierta duda.

- No...- solamente murmuró. Era la primera vez que no sabía sobre algún asunto importante.

Los tres amigos se quedaron en un costado sin interrumpir a las personas que se movían de un lado a otro. Esperando alguna señal.

-Alli están- escucharon de lejos. Giraron su mirada y se encontraron con cuatro personas acercándose.

- Maki-senpai- hablo Itadori.

- ¿Qué hacen allí quietos?- pregunto la de lentes- muevanse, hay una reunión con Satoru y los hechiceros de Kioto.

- ¿Qué?- preguntaron los tres sorprendidos- ¿Satoru?- pregunto ahora sólo la castaña y única chica de aquel trío de amigos.

-Salmon- afirmó el albino con la mitad del rostro tapado.

-Gojo estaba expulsado permanentemente de la hechicería- dijo el azabache cuando comenzaron a seguirlos.

- ¿No lo sabían?- pregunto Yuta- Lo volvieron a colocar, la Preparatoria de Tokyo volvió también- agregó.

- ¿Por qué? Debe de ser algo de suma importancia para que...- el pelirosa no pudo terminar de hablar cuando la chica del clan Ze'nin interrumpió.

- Las maldiciones le declararon la guerra a los humanos- dijo. Todos quedaron en silencio.

No comprendían. Había paz, tal vez seguía habiendo maldiciones que no le hacían caso a los actuales Reyes de las maldiciones pero... No habían nada más grave.

-Pero... Tn...- comenzó a decir Itadori. Este fue interrumpido por cierto chico que cuando vio por sobre el hombro de Panda, a cierto albino, no tardo en frunci el ceño y acercarse.

-Oh, Hola Megumi- dijo con una sonrisa.

-Nada de Hola- hablo con notorio enfado. Sin importarle la altura y el estar rodeado de hechiceros, tomo al más alto bruscamente- ¿Qué mierda hiciste?- pregunto escupiendo sus palabras.

- Oye Megumi calmate- hablo Nobara.

- No me calmare, se que tienes parte de la culpa a que las maldiciones declararán la guerra, ya que de un día para el otro y sin saber la causa, ¿no les parece extraño?- dijo en voz alta con la intención de que todos escucharán- además, la reina de las maldiciones es Tn... se que ella no permitiría una guerra a no ser que fuese por algo muy grave.

Lo último fue casi un murmullo. Todos miraban a Fushiguro. Tenía cierto sentido lo que dijo, pero aún así no encontraban la razón del ¿Por qué culpaba a Gojo?

- Si pero eso no justifica el que Satoru tenga la culpa- dijo Maki. Fushiguro se alejó del albino quien en ningún momento se resistió al azabache.

- Megumi...- llamo el albino, pero fue interrumpido por el azabache.

- No pude comunicarme contigo, no contestabas y tampoco sabía tu ubicación...- comenzó a explicar- me preocupe y nadie me daba una respuesta concreta...

Todos escuchaban al azabache, atentos a cada una de sus palabras. Sabían que de vierta forma este miraba al albino como una figura paterna. Era común suyo el preguntar por Satoru cada cierto tiempo.

- Ayer pude contactar con Mei Mei..- siguió explicando- le pregunté si sabía cual era tu paradero, no quería decirme... hasta que seguramente escuchó mi tono desesperado...- giró y miro al albino- ¿Qué hacías en New York, justo un día antes a que las maldiciones declararán la guerra?

Todo se sumo en un silencio sepulcral. Estaban impresionados por las palabras del azabache, trataban de sacar sus conclusiones y más con que el albino no negaba lo dicho por Fushiguro.

¿Pelea de hermanos? Fue lo primero que se preguntaron, pero debía de haber sido algo sumamente grave, no creían que fuera por una simple estupidez como el robo de un refresco o una langueteda al helado del otro. Cosas absurdas.

-Gojo-semp...- las palabras de Itadori se quedaron en el aire cuando dijo la razón. Nadie se lo espero, fue como un balde de agua fría cayendo y congelando todo su cuerpo.

-Exorcise a Den.

¿Lo peor? Fue el tono en el que lo dijo. Su tono despectivo sin importancia. Como si no le afectará en absoluto lo que había hecho. ¿No se sentía culpable por la muerte de su sobrina?

-¿POR QUÉ LO HICISTE?- lo siguiente fue el puño impactar en el rostro del albino. Si sentía culpa. No había activado el infinito y dejo que los golpes del azabache lo lastimaran.

- Megumi...- llamo casi en un susurro Nobara, pero el azabache se apartó bruscamente del más alto y se alejó negando con la cabeza.

Lágrimas salían de sus ojos. No era el único que lloraba. Panda bajo la cabeza con tristeza, Malí no lloraba pero su labio temblaba, Okkotsu apartó la mirada hacia otra dirección con cierto deje de tristeza en su mirada, Inumaki soltaba lágrimas silenciosas mientras se tapaba con su abrigo, Nobara lloraba mirando al azabache y siguiente estaba Itadori, este último soltaba lágrimas pero sin ningún quejido.

- ¿Qué paso?- pregunto Megumi un poco más calmado- ¿Fue un accidente o...

- Fue intencional- interrumpió el albino al ver que el azabache no completarla la oración. Todos giraron a ver al más alto.

-¿Por qué?- pregunto ahora Itadori.

-Era ella o el mundo- dijo como si fuera lo más obvio del mundo y como si lo que hubiera hecho estaba bien.

-¿Elegiste al mundo antes que a tu familia?- pregunto irónico el azabache- ¿Quien eres Satoru Gojo?