Corazón de piedra [Y.M Fem]

♦️ 12♦️

El tiempo pasó algo rapido, podría decirse, había pasado un mes, estabamos a una semana de cumplir nuestro primero juntas.

Ella estaba yendo a sus terapias de nuevo y yo estaba ahi siempre para apoyarla cuando algunos dias recordaba lo vivido, iba hasta su casa para abrazarla y decirle que todo estaría bien.

Shin, ella ha tratado de acercarse a mí pero más alla de una platica casual no la dejo avanzar. Ella debería saber que  jimin y yo somos novias, mi pequeña bebé se lo ha demostrado muchas veces cuando me da un beso en la mejilla y dice que soy suya.

Planeabamos decirle a nuestros amigos cuando estuvieramos listas pero al parecer ellos solos se dieron cuenta y nos lo preguntaron directamente, nos sorprendimos mucho la verdad. 

Ahora voy camino a su casa,quedamos en vernos ahi para irnos juntas a la fiesta de una de sus compañeras del salón de danza, al principio ella no quería ir pero la convencieron de hacerlo.

Sonreí cuando me abrió la puerta y la vi toda preciosa con su sonrisa tímida.

—Hola, Minnie.

—Hola, Unnie

Reímos acercándonos, era muy bonito cuando de tiempo sin vernos me acercaba a ella para besarla dulcemente mientras tomaba su carita en mis manos.

—¿Lista? Vamos

Caminamos tomadas de la mano hacia donde sería la fiesta, por fortuna no quedaba lejos. Al llegar los chicos estaban ahí, no acercamos a ellos saludando.

—Qué curioso es verlas juntas como novias. Aunque a Noona se le notaba cuando veía a Jimin que se le caía la baba.

Reía apenada mientras golpeaba amistosamente el hombro de Tae.

—Ya me exhibiste.

Empezamos a beber tranquilos mientras algunas veces Jimin se iba a bailar con Jungkook.

—Tae, ¿Crees que Jimin será feliz conmigo?

Él me miró sorprendido.

—¡Claro que sí! Sólo debes ver cómo está ahorita de contenta, hace muchísimo que no era ella misma, te lo dijimos, JiMin ahora brilla como antes, hasta mejor.

Sonreí sintiéndome segura, a veces tenía miedo de lastimarla y ganarme su odio.

—Tienes razón, me esforzaré para que siempre sea así-. Le sonreí sinceramente mientras ellos cansados de bailar se acercaban a nosotros.

Una canción lenta comenzó a escucharse, ella tomó mi mano para llevarme a bailar mientras me abrazaba de los hombros, la abracé de la cintura empezando a balancearme un poco.

—No sé bailar-. Reíamos ante algo obvio.

—Tranquila, te dirijo, sólo sígueme.

Nos movimos suavemente, escondió su cara en mi cuello y yo suspiré sintiéndome muy feliz.
Cualquier momento que pasará a su lado era fantástico.

.....

Omnisciente.

En otra parte alejada de aquellas chicas que bailaban felices, estaba una castaña con mirada molesta observando..

—A ti tampoco te parece lo que ves-. Habló una voz masculina a sus espaldas.

Voltea encontrándose con Hoseok.

—No, YoonJi ha sido la chica que me gusta desde la secundaria.

—Entiendo. Y Jimin fue la estúpida chica que llegó de la nada y ahora está dónde tú quisieras estar ¿No es así?

La chica rodó los ojos.

—¿Por qué me dices lo obvio? Y ¿Quién rayos eres?

—Soy, pequeña tonta, el que podría ser tu solución.

Ella lo miro con desconfianza

—¿De qué hablas?

—Yo quiero a Jimin para mí y tú a la tonta de su novia.

—Mucho cuidado de como le dices-. Lo mira molesta.

—Me da igual, ¿Aceptas o no?

—Habla.

Ambos salieron del lugar procurando que nadie los viera, hoseok empezó a darle sus ideas, ella sonrió encantada mientras lo imaginaba.

—Dalo por hecho.

A veces las personas son tan egoístas que no les importa hacer sufrir a los demás con tal de obtener lo que quieren.

Ambas personas quedaron en verse una vez más en otra parte para planear con más detalles sus egoístas objetivos.

Dentro del lugar YoonJi y Jimin se iban a sentar por lo agotadas que terminaron por bailar mucho, o bueno más YoonJi cansada y Jimin acompañándola.

—Fue bastante para mi cuerpo que no está acostumbrado a bailar.

Su pequeña rubia río mientras ponía la cabeza en su hombro.

—Unnie, ¿Crees que pueda dormir en tu casa hoy? Quisiera repetir la calma que sentí la primera vez que dormimos juntas, fue bonito.

—Sabes que sí, mi amor.

Reían al ver lo tontos que estaban sus amigos por culpa del alcohol.

—Bien, a detenerlos porque capaz y beberán hasta desmayarse y debemos dejarlos en sus casas.

Con algo de esfuerzo lograron subir a todos a la camioneta del mayor, YoonJi manejó a la casa de cada uno dejándolos con cuidado bajar mientras se despedían. Jin le prestó la camioneta sólo para que no se fueran caminando hasta la casa de la pelinegra, ambas escuchaban música en el trayecto.

Al llegar ambas bajaron felices, entraron y antes de irse a dormir decidieron beber un taza de chocolate caliente en el sofá mientras veían una película.

—Sabes YoonJi, por alguna razón cada día que pasa y veo tu sonrisa me da miedo, no sé... Es algo raro que siento en el pecho cada que soy feliz-. La rubia baja la mirada.

La pelinegra se acerco hasta tomar su pequeño rostro y elevar su mirada. Le sonrió y obsequió un besito en la punta de su nariz.

—Pase lo que pase, voy a tratar de que nunca dejes de ser feliz, Minnie. Eres lo que más quiero en este mundo.

—Y pensar que antes te trataba taaaaaan mal-. Estira sus brazos a los lados ganándose una risa de la mayor.

—Bueno, yo no me rendi y ahora somos novias. Me conformaba con ser tu amiga y mira, terminaste cayendo por mí-. Le guiño un ojo.

—Ay cálmate, Min YoonJi~-. Se burló ganándose una mirada indignada de su novia, la cuál se le dejó ir para hacerle cosquillitas.

Así pasaron unas horas más, hasta que ambas cansadas subieron las escaleras hasta la habitación de la pelinegra, se acostaron en la cama con suavidad y después de unos minutos mirándose fijamente con una sonrisa cansada se dejaron llevar por el Dios del sueño.

Con sus manitas entrelazadas y sus corazones temerosos de lo que podría pasar en un futuro, y eso sin saber de los planes egoístas de un par de personas. Aún así, su amor que tal vez todavía era pequeñito pero que crecía a su tiempo con cada pequeña acción, sonrisas , abrazos y besos; ese amor se volvería tan fuerte hasta volverse una espada y armadura poderosa.