Epílogo

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Alba:
Estoy nerviosa e incómoda.

No quería venir al maldito partido, no quiero ver a Liam, no puedo, siento que en cuanto lo vea me romperé otra vez en pedazos, quiero correr a sus brazos, abrazarlo y jamás soltarlo, pero no puedo, no puedo perder así mi dignidad.

-Alba, ¿Todo bien?-me pregunta Hailey y asiento.-Estarás bien, eres fuerte-me abraza por los hombros.

-Quiero irme a casa-musito.

-Estarás bien, siempre lo estás-me anima.

-Señoras y Señores, niños y niñas, adolescentes, bienvenidos a la final, Bulldogs contra Panteras, un aplauso-dice el comentarista y todos aplauden, los Bulldogs entran, Mateo está en el equipo, Liam está tenso, al igual que los demás-Parece que hay un número nuevo, el 26.

El 26 era el número de James, miro a mis padres y tíos, tienen la misma cara que yo, no entienden nada, se prometió jamás volver a usar ese número en el equipo.

-Papa...-Le llamo pero él camina hasta el entrenador, yo le sigo.

-Se acordó jamás volver a usar ese número-Le apunta con el dedo mi padre.

-Alex, tranquilízate-Le dice el entrenador.

-Eso desconcentrará a los chicos-digo.

Estaré enfadada y dolida, pero me siguen importando y siguen siendo mis simios.

-Ya he peleado con Liam y ha acabado cediendo, no hay más-dice y mi padre vuelve a sentarse enfadado.

Liam:
-Entrenador, que hace con el número de James-digo al ver a Mateo con el número y camiseta de mi hermano.

-Superalo, está muerto-dice y le agarro del cuello y estampo contra una pared.

-Vuelve a hablar de mi hermano y te ahogo-le amenazo.

-Liam suéltale-me dice Alex y lo hago.

-Ese será su nuevo número-responde el entrenador.

-Se acordó jamás volver a usarlo, además, pone Harrison en la camiseta-digo.

-Liam, la va a usar, ha sido convocado en el último momento, no había más-dice y suspiro-Todos fuera-dice el entrenador y todos le hacen caso, todos menos yo-Harrison, has oído mal, fuera-digo y niego.

-No pienso salir al campo si lleva ese la camiseta de mi hermano-digo cruzándome de brazos.

-Avisaré a Mateo, os las váis a cambiar-dice saliendo al campo-¡Jackson, al vestuarios!, ¡Adrián tu no!-dice y entra junto con Mateo.

Nos cambiamos las camisetas, con cuidado de que no me vean el torso y salimos.

-Liam, ¿Seguro que quieres llevar su camiseta?-Se acerca a mí Alex, asiento inseguro.

-Pero que ven mis ojos, hay un número 26 en el campo, acaso Liam Harrison jugará con la camiseta de su hermano para hacerle honor-dice el otro locutor.

Nos posicionamos, el pitido que indica que empezamos el partido suena.

-¡J28 rojo-grita Alex y me pasa el balón, corro y consigo pasar bastantes yardas, veo como Mateo es derribado, sonrío.

-¡Harrison cuidado!-me grita Ray y consigo esquivar a un tío, marcando puntos en nuestro marcador.

-¡Bien hecho, Harrison!-me dice el entrenador.

Seguimos jugando y me placan dos veces, un pitido me indica que se ha acabado la primer parte del partido, así que voy hacia mi madre.

-Liam, ¿Por qué llevas su camiseta?-me pregunta mi madre.

-Era esto o que la llevara otro-digo y asiente.

-Lo estás haciendo bien-me dice mi tío Alex, asiento y le doy una mirada rápida a Alba y después voy a los banquillos.

Con una sonrisa tonta en mis labios.

Lleva mi camiseta.

-Lo estáis haciendo bien, Harrison, quiero mínimo un touchdown, Mateo, no estás defendiendo, Ray, sigue igual, estás placando a muchos, Alex, más pegado a Liam, Tyler y Mario, volver de las nubes, lo estáis haciendo bien, pero no como siempre, los demás vais bien-dice y asentimos.-He pensado en hacer un cambio, Alex se pondrá en el lugar del Liam y Liam en el de Alex-dice el entrenador.

-Entrenador, no funcionará-digo y el suspira frustrado.

-Hacer que funcione-dice y volvemos al campo.

-¡A4 Azul!-grito y miro a Alba, le tiro la pelota a Alex, este la coge y corre, me la vuelve a pasar y yo a él, por última vez me la pasa, corro lo más rápido que puedo y hago un touchdown.

Miro a los chicos y asiento, corremos hasta las gradas y nos posicionamos, después nos levantamos las camisetas, cada uno tiene una serie de letras.

Yo bichito, Mario per, Rayan dó, Tyler Na, Alex Nos y Adrián Tq, haciendo que se lea:

Bichito perdónanos tq

Miramos a Alba está sonriendo, todos gritan eufóricos, nuestras madres nos miran con una sonrisa, algunas chicas aprovechan para mirarnos los abdominales, le guiño un ojo y volvemos al partido.

-¡Harrison corre!-me grita el entrenador pero dos grandes tíos me placan.

-¡Liam!-grita mi madre, me quito el casco cuando consigo que se quiten de encima.

-¿Estás bien?-me pregunta preocupado Alex y asiento.

-¿Está bien?-grita Alba y Alex y enseña un pulgar arriba, dando a entender que sí y se acerca corriendo hasta ellos.

-No sabía que no aguantaba ni un simple placaje-murmura Mateo para que solo le oiga yo.

-Pudrete-digo levantándome del suelo.

-Como lo está tu hermano-dice y le agarro del cuello.

-Una más y será lo último que digas-digo apretándole hasta dejarle la marca de mis manos.

Mi hermano sigue siendo un tema doloroso para mí.

Veinte minutos después marcamos un último touchdown, haciéndonos ganar la final, nos abrazamos felices. Nuestros padres saltan al campo.

Alba corre hasta mí y la abrazo, he hechado tanto de menos a esta medio metro.

-Te he hechado de menos, bichito-le abrazo fuerte.

-Y yo, Lilo-dice escondiendo su cara en mi cuello.

-Te he dicho lo bien que te queda mi camiseta, estás preciosa-digo y puedo sentir como sonríe.

-Y yo te he dicho lo jodidamente sexy que te ves sudado-dice y río.

-¿Nos perdonas?-Pregunto y asiente.

-Pero me hicistes daño, quiero escuchar tus explicaciones, pero ahora no, necesito sanar antes de oírlas-dice entrelazando sus manos en mi cuello y mirándome con los ojos cristalizados.

-¿Me estás dejando?

Así se debieron sentir aquellas chicas cuando les rompía el corazón, mierda se siente jodidamente mal.

-No. No lo sé. No quiero alejarme de tí, pero una parte de mi dice que lo haga porque me has dañado-dice y suspira.

-¿Y tu corazón a que dice?-Pregunto nervioso.

-Que te bese-dice y lo hace, juntamos nuestros labios, me da igual quien nos pueda ver, necesitaba esto desde hace tiempo, necesitaba a mí chica, cuando nos separamos miramos a nuestro al rededor, toda la familia nos está mirando, suelto una carcajada y centro mi atención otra vez en Alba, apoyo mi frente con la suya.

-Juntos somos explosivos, princesa-sonrío.

-Juntos somos explosivos, Lilo-repite mis  palabras con una sonrisa.

No se qué será de nosotros, pero se que lucharé por ella, no pienso rendirme tan fácil por qué como ya he dicho, Juntos somos explosivos.

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