Alba:
Cuando ni siquiera ha amanecido, sigo totalmente despierta, siendo incapaz de dormir de nuevo porque esas palabras se repiten una y otra vez en mi cabeza.Y estoy muy seguro de que me gustas, Alba.
¿Él me gustaba a mí? O mejor dicho, ¿Yo quería que me gustase Liam? Creo que sería una idea de mierda pero llevaba pensando lo mismo una semana entera y no había sido impedimento ninguno para continuarlo, entonces, ¿Por qué debería de serlo ahora? Aunque por otra parte, estaba borracho cuando me lo ha dicho, por lo que lo ha podido soltar simplemente para que me quedase a dormir y no porque lo siente de verdad, pero si no lo siente de verdad ¿Por qué estaba tan preocupado de saber si me había dañado?
–Menuda basura–suspiro.
Me levanto de la cama y voy hasta la habitación de mi mejor amigo, encontrándola vacía. Suspiro y me acerco a la habitación de la que me debería de acercarme. Tras abrir la puerta, me mantengo en el marco viéndolo descansar, por lo que antes de que se despierte, me alejo para volver a mí habitación. Cuando llevo lo que parecen horas dando vueltas en mi cama, noto como el colchón se hunde a mi lado, un brazo rodea mi cintura y su rostro a mi cuello, abrazándome.
–Liam…
–Shh, mañana tendremos tiempo de sobra para arrepentirnos.
–No, vete de mi habitación–ordeno.
–¿Por qué? Me gusta dormir contigo.
–Apuesto que te gusta tanto como jugar conmigo–ironizo, poniéndome de mal humor.
–Nunca he jugado contigo.
Liam me gira haciendo que su rostro esté a la par que él suyo, de nuevo, estamos tan cerca que nuestras narices rozan y es cuestión de mover las cabezas un poco para poder besarnos, pero a pesar de ser tentador, no tengo ganas.
–Deja de mentirme.
–No miento–murmura–¿No podemos dormir juntos una última vez?–pregunta lentamente.
–No–respondo, y respiro hondo–Este error se ha acabado, Harrison. Buscate a otra chica con la que jugar, porque yo me he cansado de tus mentiras.
Su cuerpo se tensa mientras aprieta su mandíbula, se aleja de mí dejando el fantasma de su tacto sobre mi cuerpo. Ni siquiera mira atrás antes de salir de la habitación. Llegó a escuchar como la puerta principal es azotada con fuerza, indicándome que se ha ido.
Las lágrimas llegan a mis ojos ante tanta tensión acumulada. Ni siquiera sé porqué estoy llorando. Y mucho menos entiendo qué estoy sintiendo ahora mismo. Tengo miles de ideas cruzando mi cabeza y cientos de sensaciones presionando mi pecho.
Agarro mi teléfono para llamar a Tyler, el cual obviamente no me responde, por lo que le dejó un mensaje diciendo que necesito urgentemente desahogarme pero qué puedo esperar. Después llamo a Hailey, mi mejor amiga, que a pesar de que allí sean las dos de la mañana, me acepta la llamada.
–¿Alba? ¿Estás bien?
–No–sorbo mi nariz.
–¿Qué ha ocurrido? ¿Dónde estás?
–Tranquila, estoy en mi casa–murmuro–Solo… Demonios, te he ocultado una cosa… no solo a tí, también a Ty… Y a lo chicos… y a mí hermano–sollozo–Soy una mentirosa.
–Alba, respira un poco. ¿Qué nos has ocultado?
–Yo… Prométeme que no me juzgarás.
–Lo prometo.
–Un chico y yo nos hemos estado viendo… Incluso dormíamos juntos a escondidas…
–¿Os habéis acostado y ha ido mal?

ESTÁS LEYENDO
Contigo ✓
Historia Corta"Quién se acerca a Liam Harrison se asegura un corazón roto" Alba había escuchado esa advertencia durante años. Todas las chicas de su instituto la repetían, pero sobre todo se lo había escuchado cientos de veces a sus amigos entre bromas, y especi...