𝐏𝐈𝐀𝐍𝐎 | Park Sunghoon | RESUBIENDO

➳ Prólogo.

Suzuki Nozomi nació el treinta de Diciembre de dos mil dos, bajo los brazos de su madre, creció hasta una temprana edad en la que esta la dejó. Su vida estuvo llena de altibajos, de mudanzas...
Y de música.

La joven pianista siempre ha tenido una vida llena de lujos, gracias a las grandes cantidades de dinero que ganaba en los concursos de piano. Sin embargo, su personalidad no demostraba sus grandes riquezas, por no hablar de su talento, el cual no parecía que tenía a simple vista.

Nozomi cambió de país varias veces, lo que la convertía en una maestra de los idiomas. Nació en Japón, Osaka, y con el tiempo decidió mudarse a Inglaterra para poder sacarle más provecho allí a su talento, pero aquello no funcionó y mientras decidía cuál sería su destino final, se alojó unos meses en China, ya que quería visitar algunos lugares del país. Pero finalmente se mudó a Corea, Namyangju.

Hasta ahora había vivido allí sin inconvenientes, junto a su hermana mayor, Himari. Pero debido al trabajo de esta, tuvieron que mudarse a Seúl. A la japonesa menor de la familia no le importaban demasiado aquellos cambios repentinos, era parte de su "profesión" que más bien era una afición, y adoraba visitar lugares de Asia, entre otros.

Nozomi acababa de llegar, por lo que la esperaba un día algo movido, su primer día en la escuela más famosa de Seúl.

Aún así, algo positivo era que su mejor amiga a la que conoció en su primer destino en Corea se mudó allí hacía tiempo, podría verla por fin.

En general, Nozomi se describía a sí misma como una persona introvertida, algo fría en ocasiones, pero con gente conocida era todo lo contrario, extrovertida y muy habladora, imposible de callar de manera literal. No le gustaba salir, por ejemplo, a fiestas, pero cuando lo hacía era un descontrol total.
Era alguien que prefería quedarse dentro de casa, alojada entre las cuatro paredes, el sonido del piano y la comodidad, pero su versatilidad podía mostrar muchas caras de ella.

—Nozomi, ¡baja o llegarás tarde!
—

¡Ya voy! —gritó desde el piso de arriba de su nuevo hogar.

...