𝐏𝐈𝐀𝐍𝐎 | Park Sunghoon | RESUBIENDO

➳ Capítulo 4.

..

—Tu vestido es mejor de lo que esperaba. ¡Es muy bonito! —Yeojin sonrió mirando de arriba a abajo a Nozomi, conforme.
—Eh, para ya, me vas a comer con la mirada —bromeó—. Puede que odie salir, pero sé vestirme. ¿Dónde es la fiesta?

—En la casa de un estudiante llamado Kai. —contestó—. Kim Jongin concretamente. Iremos en coche.
—¿En el coche de quién? Nosotras no sabemos conducir. —alzó una ceja, sorprendida, a la par que se observaba a sí misma una última vez en el espejo de la habitación, su vestido, en efecto, la hacía verse espectacular, era de un tono azul celeste y tenía un poco de escote revelador con encaje.
—En el de Jay. —Yeojin agarró de la mano a Nozomi y ambas salieron, encontrándose con sus tres amigos esperándolas en la puerta. La japonesa cerró con llave.
—¿Vamos? —Jay extendió su brazo, a lo que Yeojin se agarró a este tras darle una mirada emocionada a Nozomi.

Jake quiso imitar la acción, ya que le pareció tierna y creía que era muy descortés de su parte no ofrecerle una mano que agarrar a Nozomi, así que le ofreció su brazo como agarre, y ella lo correspondió sonriendo.

—Qué caballeroso. —esta rió, haciendo sonreír a Jake, quien con su otra mano rascaba su nuca con un poco de nerviosismo.

Sunghoon, que iba al lado de ella, observó de reojo ambos brazos entrelazados y endureció su expresión, que ya de por sí estaba seria.

—¿Celoso? —Nozomi le miró de igual manera al percatarse de sus actos, y expresó una sonrisa ladina.

Por alguna razón, Sunghoon hizo lo mismo, su rostro formó una pequeña sonrisa y su vista se dirigió de nuevo al frente, Nozomi no lo comprendió del todo, no lograba descifrar qué significaba esa sonrisa, pero Jake la sacó de sus pensamientos preguntándole por su concurso.

"Me lo suponía, a esta chica le gusta jugar", pensó el pelinegro.

...

—¿Cuánto falta? —Yeojin, ya desesperada, suspiró repetidas veces en la parte trasera del coche.
—¿No deberías de ser tú la que lo sepa? —le respondió Nozomi con su cabeza apoyada levemente en el hombro de Sunghoon, ya que antes de que Yeojin le hablara, ella estaba observando a este jugar en su teléfono.

—No, la última fiesta en la que estuve no fué aquí —contestó.
—No falta nada, ya hemos llegado. —la voz de Jay las interrumpió, entonces se percataron de que acababa de aparcar frente a una enorme vivienda.
—Esta casa es tres veces la mía —musitó Nozomi, sorprendida.

...

—Oh, ¿tú eres la chica nueva? —conforme más gente iba entrando, el tal Kai, dueño de la casa, se acercó a los chicos, con quienes estaba Nozomi. No apartaba su mirada de la japonesa, sonriente y curioso por ella.
—Así es, Nozomi. —hizo una reverencia.
—Yo soy Kai. —imitó su acción—. Veo que te has hecho amiga de este trío, no te arrepentirás, son buena gente. Puedes confiar en ellos. —Kai les sonrió a los tres que estaban tras Nozomi, el único que no correspondió esa amabilidad fue Sunghoon, no hasta que Jay le dio un codazo.

—No lo dudaba. —sonrió.

Kai se alejó, Nozomi comenzó a hablar con Jay y Jake, mientras que Sunghoon solo observaba callado. Los cuatro estaban sentados en la barra, esperando a Yeojin.