𝐏𝐈𝐀𝐍𝐎 | Park Sunghoon | RESUBIENDO

➳ Capítulo 3.

...

—¡Yeojin! —la llamó desde la puerta—. Iré a practicar al aula de piano.
—¡Está bien!

Faltaba un día para la fiesta, todos los estudiantes que asistirían estaban preparándose para esta, ya que era viernes y las clases terminaban antes, sin embargo, Nozomi quería seguir practicando para el concurso.
No estaba demasiado nerviosa, solo porque no sabía cómo sería recibida en aquella ciudad.

Se dirigió hasta el aula de música, que estaba por separado. Descubrió que detrás del edificio estaban las aulas de los clubes cuando tuvo su primera clase de piano allí.

Antes de entrar, pudo ver que la pista de patinaje estaba abierta, y supuso que habría alguien, así que su curiosidad la llevó a echar un vistazo. Se acercó silenciosamente a la puerta y asomó su cabeza. Logró ver a una figura patinando de una forma muy elegante, no parecía solo estar pasando el rato, más bien estaba siguiendo una coreografía.
Siguió observando por un rato, pues le parecía un deporte muy bello, y consiguió ver que aquella persona era... Sunghoon.

—Oh, es cierto. —susurró para sí misma—. No recordaba que patinaba. Será mejor que me vaya.

Volvió a sus asuntos y se dirigió a la sala de piano. Ajustó su asiento y se colocó con la postura perfecta, crujió sus dedos, suspiró.
Comenzar a tocar siempre era tanto difícil como maravilloso.

Para ella, Waltz in A minor era una composición realmente hermosa, era breve, pero sentía que podía expresar muchos sentimientos en ese corto plazo.

Comenzó a tocar, dejándose llevar por su pasión, pues ella creía que a pesar de ser siempre la misma partitura, sonaba diferente en la forma en la que una persona la expresaba, tristeza, dolor, ira, amor... Ella veía toda esa emoción en una interpretación.
En sus movimientos, en su rostro, en el ritmo... muchas cosas podían influir a la hora de mostrar al mundo su música.

—Vaya, así que de verdad tocas el piano... —Sunghoon habló detrás de ella una vez finalizó de tocar.
—Pues claro. —se giró con sorpresa, le sonrió burlona—. ¿Te gustaría escuchar otra pieza?

Un escalofrío le recorrió la columna al toparse con los ojos del pelinegro.

—Me lo reservaré para el concurso. Yeojin habla muy alto, y os escuché hablar sobre ello anoche. —Sunghoon ladeó una sonrisa.
—Vaya, irás a verme. —aquello sorprendió a Nozomi, bastante, pero prefirió esconderlo y simplemente sonar irónica.
—Pues claro, ¿qué clase de amigo sería si no? —sonrió completamente y se marchó, aquello dejó realmente perpleja a Nozomi, que observó cómo, en su espalda, estaba su mochila, con sus blancos patines colgando un poco de esta, que no estaba del todo cerrada.
—Este chico no deja de sorprenderme —musitó.

...

Siguió realizando la partitura una y otra vez, durante la práctica, siempre era discreta y no tocaba con ese sentimiento. Puesto que aquel solo se apoderaba de ella una vez en el escenario. Ya que ahí era cuando verdaderamente debía dejar fluir todo su ser. En el momento de la práctica solo se limitaba a seguir la partitura de una forma perfecta, y asegurarse de que no había ni un solo error.
La perfección era esencial para mostrarle al mundo que tuvo la mejor profesora que pudo haber tenido jamás.
Y el escenario era como su hogar, donde sabía que era momento de dejarse llevar.

—Creo que iré a dormir —murmuró, hablando consigo misma—. Es tarde...

Recorrió todo el exterior, dando un paseo para refrescar sus pensamientos antes de irse a su dormitorio. Pero una vez acabó frente a estos, se topó con Sunghoon, sentado en la puerta del suyo, escuchando música usando ambos auriculares.