Capitulo 7

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(Narra Nina)

Consumida por el deseo bloqueaba cualquier cosa razonable en mi cerebro, sentirlo tan cerca era excitante que no creía que fuera real tan agresividad al besar tanta lujuria al tocarme. Trate de zafarme pero su mano estaba en mi cabeza impidiéndome salirme del agarre, que estaba haciendo, no volvería a caer por un chico que solo quería lo que todos quieren, quizás no era como Paul igual sentía miedo que fueran a usarme de nuevo, jamás volveré  a ser ingenua tanta amabilidad a veces tiene algo escondido detrás.

Su mano descendió hasta mi muslo y lo acaricio acto reflejo gemí al sentirlo, eso le gustaba tanto a él como a mí, sentí su erección crecer rápidamente pues golpeaba contra mi vientre pero de repente el miedo y pánico se adueñó de mi por lo que tuve que morder su labio para poder zafarme, algo agitados nos separamos, vi como toco su labio y sonrió ahora le daba otra razón para llamarme Lynx.

_Me has mordido Lynx. –Era esa voz sexy la que me prendía o quizás el porte tan varonil que poseía pero no podía negar que el tener la mirada de el sobre mí me hacía importante ya no me daba  miedo dejar ver el lado sensible que tengo.

_Pues lo hice porque no me soltabas. –Se acercó pero yo retrocedí. –Para Héctor, dame un respiro… todo esto me confunde. –Toque mi cabello y la trenza que tenía ya no estaba ahora era todo un nudo horrible.

_Sigues igual de hermosa, lo siento me gusta sujetar la cabeza de la persona a la que beso. –Abrí los ojos como platos e hice una mueca de desagrado al pensar cuantas chicas pasaron por lo mismo. –Esto no volverá a pasar ha sido una debilidad. –Dije con firmeza.

_No finjas que no pasara de nuevo, sabes que pasara y lo disfrutaras. –Amarga por ver ese lado ególatra de Héctor decidí dejar la conversación ahí. Por más que Héctor fue lindo su personalidad de superioridad varonil la jodia todo.

_Que hacen aquí? –Ambos volteamos y vimos a mi hermano parado con el ceño fruncido, bueno vernos en un callejón oscuro y juntos no era algo que le agradara. –Estoy que te busco por todas partes Héctor tenemos que volver a Paradise hay un problema.

_Puedo ir con ustedes? –Ni siquiera supe porque pregunte eso. –No! –Ambos gritaron, admití que regresar a Paradise era peligroso más aun con Ulises rondando por ahí. –Bueno…- Hice pucheros.

Adam se acercó y me dio un beso en la frente y fue hasta su auto. Héctor por su parte solo se despidió con una mano, estaba algo preocupado sin duda lo que sea que haya en Paradise no era algo bueno  más aun cuando Héctor era el jefe, vi cómo se alejan en sus respectivos autos y se fueron, parada allí trate de arreglarme antes de volver a la exposición.

Pensé por unos segundo si mi inseguridad sobre lo que me había pasado siempre iba ser una sombra en mi vida, recordar aquella noche me da náuseas y me siento mucha más estúpida por ser tan masoquista quizás Ainoa tenga razón y deba dejar toda esa mierda atrás incluido Paul pero había algo que me ataba a el que no sería fácil librarme.

El sonido de unas llantas rechinando sobresaltaron a todos quienes estaba a las afueras de la galería incluyéndome a mí, el viento soplo despeinándome, tanto que me había costado trata de disimular mi desorden ahora debía hacerlo de nuevo, escuche el gritito de unas chicas al ver bajar al sujeto del auto por mi parte quise huir pero él me tomo del codo.

_Luces muy bonita Nina aunque el peinado no va a juego. –Ulises podía poseer la belleza más varonil pero cuando tenía ese lado oscuro podías orinarte en su presencia por el poder que ejercía sobre la gente.

La Tentación hecha HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora