Capitulo 12

2.1K 117 2
                                    

(Narra Nina)

Mierda, mierda, mierda, PERO QUE CARAJO HE HECHO!!! Frunzo el ceño al ver mi vestido todo arrugado, froto mis ojos y veo doble, definitivamente me he pasado, trato de ponerme de pie y me tambaleo. Suspiro frustrada por ser tan idiota, yo no soy así bueno no lo era, que importa eso ahora estoy en graves problemas, miro a mi alrededor y viene a mi muchas arcadas, corro hacia los baños y comienzo a botar todo el alcohol que he ingerido.

Después de aquella abrupta discusión con Héctor ha lo único que me dedique fue a beber, mas estúpida no pude ser, sé que la bebida no es mi fuerte, pierdo el conocimiento y la cordura, no sé cuánto tiempo llevo aquí pero creo que ya amaneció. Mierda!! Miro disimuladamente a la mesera que me espera por la cuenta que seguro debo, no soy buena corriendo y más aún borracha dudo mucho que llegue a la puerta. Saco mi celular y veo que lo tenía apagado, menuda noche me he tenido que pegar ayer, marco el número de Ainoa y la llamo.

_Alo? Nina?

_Oh dios Ainoa gracias a dios!

_Donde mierda te has metido Nina!!! Todo el mundo está que te busca!

_No grites que me duele la cabeza

_Dime que no hiciste nada estúpido sino yo misma te pegare

_Estoy en un bar necesito que vengas por mí

_Que cojones paso Nina? Ayer Héctor estaba muy preocupado por ti, casi pierde los papeles.

_No quiero hablar de eso por teléfono... Vienes por mí?

_Claro que voy, espérame...

Cuelgo y me tapo los ojos, dios mío como es que termine aquí, definitivamente la discusión de ayer  me afecto mucho, no quiero me niego a someterme a  tratamientos no lo soportaría. Recuerdo esos ojos grises estupefactos al escucharme que era mejor terminar, aunque no dejo que terminara la frase eso era lo mejor, no quiero llevarlo al dolor, el merece tener una familia y ser feliz.

Sin darme cuenta ya estoy hecha una Magdalena, lloro, lloro y no paro, siento que todo lo bueno que viví se ha ido a la borda, no quería encariñarme con el hecho de ser madre, sabía que podía ser igual que mi madre. Ella sufrió mucho por tenernos, siento que vivo lo mismo, ella trato todo tipo de tratamiento pero casi siempre fallaba, si quedaba embarazada a los pocos meses los perdía, un día encontré su diario con todo aquellos relatos detalladamente, mi padre la apoyo en todo momento era un gran hombre, pero mi madre sentía que no lo merecía, aquella tristeza que la ahogaba a ella hacia lo mismo con él.

Siento las manos de alguien y veo a Ainoa, la abrazo y comienzo a llorar, necesito a mi amiga, quiero tener un poco de apoyo, llámame cobarde o lo que sea pero no me siento valiente para afrontar a toda esa mierda, el temor de estar en un hospital me enferma, me hiere, me consume, sacudo mi cabeza y pienso en otra cosa.

_Oh Nina... -Ainoa limpia mis lágrimas y me consuela, adoro a mi castaña loca favorita, trato de dejar de sollozar pero es casi imposible.

_Gracias por venir. –Ella le quita importancia, veo que su curiosidad pero saber qué es lo que me pasa la confunde, respiro hondo y me preparo.

_He roto con Héctor. –Ella se tapa la boca y maldice. –No sé qué pensar... el no parece triste por terminar contigo sino preocupado por no tenerte cerca de el... -Cierro los ojos y comienzo a llorar de nuevo.

_No puedo tener hijos Ainoa, tengo... tengo que ponerme en tratamiento y yo... yo no puedo pasar por eso... -Me comprende y me abraza. –Aun no lo superas lo de tu madre? No siempre pasamos lo mismo que nuestros padres...

La Tentación hecha HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora