Prologo

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_ Te advertí que no podías volver a este lugar! -su mirada era intensa y sus ojos grises me intimidaban pero eso no me detendría.

_Tú no eres nadie para impedirme que venga aquí!

Tomo mi brazo y me llevo a un callejón oscuro fuera de los ruidos de los motores de los autos.

_Mira bonita, que tu hermano sea mi mano derecha no significa que tu vengas aquí a armar alboroto! -sentí tu perfume, la calidez de su cuerpo, me hacía estremecer.

_No armo alboroto! Son tus amigos que tienen las hormonas alteradas! Y no vengo por ti vengo a hablar con mi hermano!

Se acercó a mi oído y susurro:

_Pues qué pena que no vengas por mí, nos hubieras divertido créeme...

_Idiota! -me di la vuelta y empecé a caminar.

_Oh no bonita! Nadie me deja con la palabra en la boca. -sujeto mi cara con sus manos y me puso contra la pared, sus ojos grises me miraban fijamente, bajo la mirada hacia mi escote y sonrió. -Bonitos. -mi respiración era irregular.

_Crees que me intimidas.

Sonrió.

_Puedo percibir tu nerviosismo y lo excitada que estas. -soltó mi cara y tomo mis manos y las puso sobre mi cabeza. -Yo soy el rey de este lugar, tú puedes ser mi reina.

_No gracias, no quiero ser la puta mayor!

Volvió a sonreír, percibía en su mirada lujuria, deseo y mucha intensidad.

_Que me vas hacer? -pregunte con miedo.

_Tu qué crees?

Me miro y se acercó a mi labios y empezó a besarme, no me permitía moverme, su cuerpo me tenía aprisionada, apretó mi trasero e hizo que lo rodeara con las piernas. No me reconocía, no sabía que estaba haciendo solo me deje llevar por el momento.

Era el, yo sabía que era el, era La tentación hecha Hombre...

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La Tentación hecha HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora