Capitulo 5

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(Narra Héctor)

La idea de que Nina tuviera novio no era de mi agrado por otro lado no era nadie para impedírselo aunque por mi hubiera sacado a este riquillo pero me tuve que contener ya que Nina no estaba en un buen estado como aguantar este tipo de situaciones.

_Ahora me déjame entrar. –La manera en el que le lo dijo me puso furioso se creía porque era su novio. –Ella esta descansando no creo que se buena idea que la despiertes. –Contrajo su rostro. –Y si está descansando que haces tú entonces aquí.

_Pues velo sus sueños. –Mi respuesta lo cabreo por completo y logro impactar su puño en mi rostro. –Acabas de cometer un grave error. –Había tenido mucha experiencia en peleas callejeras por lo que sabía dar unos cuantos golpes.

Como era de esperarse le estaba dando su merecido este solo se quejaba y trataba de defenderse, eso le pasa por meterse conmigo claro está que también desfogue mi furia por lo que era el novio de Nina, era como matar dos pájaros de un tiro.

_Pero que les pasa!!! –El grito de Nina nos congelo, ambos la miramos. –Nina amor yo venía a visitarte pero este idiota me detuvo. –Nina cruzo los brazos era obvio que no le agradaba la situación. –Héctor no tienes nada que decir.

_Estabas descansando no quería que te molestara pero fue tu noviecito el que me ataco primero yo solo me defendí. –Su dulce carita esta algo cansada por lo que bostezo. –Quiero que los dos se vayan de mi casa ahora! –Estaba loca si pensaba que la iba a dejar sola, me alegre cuando vi que Paul se iba.

_Vendré a verte mañana por la mañana. –Se le acercó y le dio un beso, vi su expresión y fue de incomodidad. Espere al que riquillo se vaya para poder estar a solas con ella. –Y bien qué esperas para irte quiero dormir.

_No pienso irme. –Ella frunció el ceño y se acercó a mí con poca fuerza quería empujarme hacia la salida. –Tienes que irte así como se fue Paul debes irte tú! –Sus manos aún se posaban en mi pecho ella al darse cuenta las retiro pero yo volví a colocarlas. –Me gusta tu contacto, notas mi cuerpo trabajado. –Guiñe mi ojo y le sonreí.

_Ya decía yo donde estaba  tu ego! –La apreté más a mi cuerpo poniéndola nerviosa, me gustaba ver esos hermosos ojos. –Héctor… creo que debes irte. –tartamudeo. –Te pongo nerviosa Nina. –Ella relamió sus labios y trato de mirar a otro lado.

_No me iré de aquí, dormiré en el sofá además le prometí al doctor que cuidaría de ti y eso pienso hacer. –Tenerla cerca me hacía sentir bien, ese precioso cuerpo era perfecto para mí. –Así que no piensas irte? –Negué con la cabeza.

_Estoy muy agotada como para discutir contigo así que has lo que quieras solo no vayas a mi cuarto. –Sonreí. –Tendrás que poner seguro sino será mucha tentación para mí. –Ella se burló. –La tentación es para mí no para ti. –Cuando se dio cuenta lo que dijo se tapó la boca.

_Ve a descansar Lynx antes que cometa una locura. –La solté y ella se fue para su cuarto.

Regrese al sofá al darme cuenta que llevaba pantalón  me lo saque y me quede en bóxer pues hacía mucho calor, me acomode en el sofá y me quede pensando en lo que estaba haciendo será que Nina es la indicada, siempre consigo lo que quiero pero con ella se hace interesante y eso me gusta, poco a poco me fui quedando dormido.

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(…)

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La puerta empezó a sonar, me frote los ojos y me acorde que estaba en casa de Nina y que seguro ella no había escuchado la puerta así que la fui abrir yo solo esperaba que no fuera Paul sino tendríamos un segundo round. Me levante y abrí la puerta, me encontré con una castaña de ojos verdes que me miraba asombrada, cuando me di cuenta que estaba en bóxer supe porque babeaba.

La Tentación hecha HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora