Z de Zack

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La semana de san Valentín, todo el campus estaba repleto de parejas felices, corazoncitos y cupidos, algo que, desde mi punto de vista, era la forma que tenían las parejas felices de mostrarle al resto del mundo su amor, pero a su vez, de amargar la existencia de aquellos que no encontrábamos ese amor...

La clase de historia humana no era la más apropiada para aquella mañana, el profesor Smith llevaba casi dos horas hablando de cómo el amor afectaba al ser humano, realmente un tema que no me apetecía escuchar, o al menos en ese momento...

Cuando todos estábamos recogiendo nuestras cosas, el señor Smith, nos pidió que nos detuviésemos.

- Queridos alumnos, para la próxima semana, tendréis que entregar un trabajo sobre la muerte, la herencia, y cómo afecta al ser humano, ya sea en sociedad como de manera individual, por cierto, el trabajo será realizado en parejas, las parejas las he decidido yo y las tenéis apuntadas en el corcho de la entrada. – el señor Smith tomó aire y continuó – dicho esto, ya pueden irse, toda la información necesaria para poder realizar el trabajo y los aspectos que valoraré, están apuntados en mi página web. Tengan un buen día.

Tras aquellas palabras, todos los presentes salieron corriendo en dirección al corcho donde estaba colgada la lista de las parejas. Yo decidí esperar a que se despejase un poco todo y después fui a mirar la lista, mi nombre estaba junto al de Zack Davis, me giré y le vi junto a sus amigos apoyados en una de las mesas de primera fila, me acerqué al grupo y saludé a Zack.

- Hola, vamos juntos en el trabajo. – dije mientras él me ignoraba completamente.

- Lo sé. – dijo en un tono muy borde.

- ¿Quedamos esta tarde en la casa de las Alphas para hacer el trabajo? – dije mientras ponía los ojos en blanco.

- OK. – dijo antes de seguir hablando con sus amigos.

Me fui de la clase y busqué a Beca en la cafetería, habíamos quedado para hablar de la fiesta del viernes con temática de San Valentín que haríamos en la casa de las Alphas.

Llegué a la cafetería y me senté en nuestra mesa de siempre, Beca no tardó mucho en llegar, pero no estaba sola, sino de la mano de Isaac, con el cual había vuelto hacía un par de semanas...

Ambos se sentaron en la mesa, pero yo decidí ignorar la presencia de él, cuando terminamos de comer, ya casi estaba todo organizado para la fiesta, luces y globos de corazón, los chicos de rosa y las chicas de rojo, no pegaban, pero a su vez reflejaban los "colores del amor". Cuando terminamos de comer, me despedí de ambos y fui directa a mi última clase antes de quedar con Zack.

Salí de mi clase de anatomía de las últimas, me había quedado hablando con la señora Williams sobre el trabajo acerca del corazón humano, me parecía fascinante, aunque no estaba muy relacionado con mi carrera...

Cuando salí del aula, Zack estaba esperándome, le miré sorprendida y él me saludó.

- Hola, ¿te llevo a casa? – dijo mientras se pasaba la mano por su pelo castaño oscuro.

Asentí y ambos caminamos en silencio hasta el aparcamiento, su coche era un deportivo antiguo de color azul marino, él me abrió la puerta del copiloto y yo me quedé bastante confusa, ¿desde cuándo el mismo Zack que no sabía de mi existencia, me espera a la salida de mi clase, se ofrece a llevarme a casa, y además, me abre la puerta del coche?

Conducimos apenas diez minutos hasta la casa de las Alphas, Zack aparcó su coche en la puerta y ambos entramos para subir directamente a mi habitación, todavía ninguna de las Alphas había llegado a casa, por lo que estábamos completamente solos.

Ambos nos sentamos sobre mi alfombra y sacamos nuestros ordenadores y un par de folios para ir apuntando las ideas. Zack propuso poner música de fondo para que nos llegase la inspiración, así que utilizamos su móvil y mi altavoz para ir poniendo música de fondo.

Zack comenzó a contarme algunos de sus viajes por el mundo, sus padres eran dueños de una empresa muy importante de la costa oeste y se pasaban el verano entero viajando por trabajo, muchas de sus anécdotas nos sirvieron para añadir datos al trabajo, pero la gran mayoría solo eran sus intentos de entablar conversación...

Tras varias horas, por fin terminamos el trabajo, a verdad es que me lo había pasado mejor de lo que me había imaginado en un primer momento, Zack era divertido y gracioso y conseguía sacarme sonrisas en cualquier momento.

No sé muy bien cómo ni porqué, pero Zack me besó y una vez sus labios estuvieron sobre los míos, todo ocurrió muy deprisa, nuestros latidos comenzaron a sincronizarse y nuestras respiraciones a ahogarse, poco a poco me deshice de su absurda sudadera de Los Angeles Diamonds y él me quitó mi jersey beige antes de desabrochar mi sujetador. Nuestros pantalones también desaparecieron con rapidez, yo busqué en mi mesilla de noche un condón antes de pasárselo a Zack, sus ojos grises brillaban y su sonrisa perfecta hacía que me temblasen las piernas.

Momentos después, Zack estaba dentro de mí y nuestros gemidos retumbaban por toda la casa. Cuando terminamos, nos vestimos y seguimos charlando como si nada.

En aquel momento, aunque yo no era consciente de aquello, acababa de dar por terminada la absurda lista de Lucy.

***

Zack seguía yendo a mi clase, pero no habíamos hablado desde aquel día, sus amigos eran los más creídos del mundo y Zack tenía dos caras, la de cuando ellos estaban delante, arrogante, creído, borde, con aires de superioridad, ..., y la que había tenido conmigo aquel día, atento, amable, caballeroso, gracioso y divertido.

No tuve que hacer nada, un día, al final de la clase, Zack lanzó su botella de agua a la papelera como si fuese una especie de canasta...

Cuando terminó la clase, esperé a que todos se fuesen antes de recoger la botella de agua de Zack de la papelera y meterla en la última bolsa de plástico.

De la A a la ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora