Y si... Noah (Parte 3)

174 9 6
                                    

- ¿Estáis listos? - preguntó mi medico.

- Sí, lo estamos. - afirmé antes de sonreírle a Noah.

- Pues, os felicito, vais a tener una niña preciosa y sana. - dijo dedicándonos una amplia sonrisa. 

- Vamos a tener una niña. - dije muy ilusionada y asustada.

- ¡Vamos a tener una niña! - gritó Noah a los cuatro vientos antes de agacharse y darme un beso en la mejilla, o al menos esa fue su intención, y la mía fue girarme y redirigir ese beso a mis labios, vale, sí, me pasé, pero estaba en un momento muy intenso y Noah era Noah...

Cuando nos separamos, no hablamos del beso y eso me puso muy tensa, ¿le había molestado?, ¿le había parecido bien? , Joder Noah, ¡DI ALGO! , pero él no dijo nada, le dio las gracias a la doctora y salió de la consulta para que yo pudiese cambiarme...

Cuando salimos de la consulta y volvimos a la casa de las Alphas, ninguno mencionó nada de lo ocurrido y aquello solo volvió las cosas aún más incómodas...

- Noah... - dije casi susurrando.

- ¿Sí? - contestó él mientras esperábamos para cruzar la calle.

¿Cómo se supone que le dices a tu mejor amigo, que no te arrepientes de haberle besado?, ¿Cómo le dices a tu mejor amigo que crees que sientes algo más que amistad por él?, ¿Cómo demonios se supone que le dices a tu amigo que le quieres, y que crees haberle querido desde siempre?, ni yo misma sé como se hace, y puede que por eso me acobardase aquel día...

- Nada.- dije mientras aceleraba el paso para acabar con aquel estúpido paseo y aquel estúpido día...

Cuando llegamos a la casa de las Alphas, Lucy y Noah se cambiaron para ir a ver a la familia de Lucy, en que marrón se había metido Noah, yo sería incapaz de estar en la misma mesa que Lucy y sus hermanos, pero en mi caso quizás se debería a que me acosté con sus dos hermanos... Cuándo ellos se marcharon, las chicas subieron a mi cuarto para realizar una "INTERVENCIÓN"

- Mel, no puedes seguir así, tienes que decírselo. - dijo Nicky mientras se sentaba en mi cama.

- ¿El que? - pregunté mientras me incorporaba en la cama y el resto se iban sentando en los huecos de mi cama.

- Melody Anne Pierce, no te hagas la tonta con nosotras. - dijo Katy mientras me fulminaba con sus ojos castaños.

- Joder Mel, que sabemos que te gusta Noah, vamos, se nota a la legua...- dijo Beca quitándole peso al asunto.

- Pero es que no es tan fácil, joder, me acosté con mi mejor amigo por una absurda lista y ahora resultan que es el padre de mi hijo, y además sale con Lucy y ya les habéis visto, están realmente coladitos el uno por el otro y no quiero estropear las cosas con Noah. - dije bastante desolada.

- Entonces, ¿Cuál es tu plan?, ¿No contarle al padre de tu hija que estás enamorada de él? - dijo Katy bastante molesta sobre mi decisión.

- Supongo que sí...

***

Los meses pasaron y durante las vacaciones, compartir Malibú con Noah y Lucy no fue para nada mi verano soñado..., verles juntos y felices era como hundirme cada día un poco más un puñal en el corazón, una muerte lenta y dolorosa...

 A finales de verano, mientras cenábamos todos juntos en el jardín de los padres de Noah, me empezó a doler el vientre y de repente, noté humedad en mis muslos.

- Mamá, ¿me ayudas a ir al baño?, por favor. - dije mientras intentaba levantarme de mi silla, pero entonces vi un charco de agua bajo mi silla. - Mierda.

- Mel, no te preocupes, vamos al hospital. - dijo mi madre mientras mandaba a mi padre a por el coche.

- Dios dios, que vieneeeee. - grité mientras Noah venía corriendo y me ayudaba a dirigirme al coche de mis padres.

Llegamos al hospital en coches distintos, mi familia en el coche de mi padre y Noah, sus padres y Lucy en el coche del señor Scott. Mi médico pidió que me pusieran la epidural y a partir de entonces, los dolores disminuyeron hasta prácticamente desaparecer.

- ¿Cómo estás?-  me preguntó Noah que se encontraba de pie a mi lado.

- Ahora mejor, ¿Dónde están los demás? - pregunté mientras intentaba controlar la respiración.

- En la sala de espera, solo dejaban entrar al padre... - dijo sin creerse del todo aquella palabra que acababa de salir de sus labios.

- ¿Todo va a salir bien, no? - dije mientras que intentaba dedicarle una sonrisa, aunque lo más probable es que pareciese una mueca de asco...

- Todo va a salir bien Mel. -dijo mientras me cogía de la mano.

MUCHAS, pero MUCHAS contracciones después, pude afirmar que un ser vivo había salido de mi útero, un ser vivo precioso, con las pequitas de su padre y sin duda, mis ojos. Era tan pequeña y delicada que tuve miedo de hacerla daño, pero entonces la vi sonreír y casi muero de amor, pero no solo por ver a mi bebé sonreír, sino por el brillo en los ojos de su padre.

- Bienvenida al mundo mi amor. - dije mientras admiraba a aquella niña que se encontraba entre mis brazos.

- Bienvenida al mundo mi pequeña. - dijo Noah antes de preguntarme si podía cogerla en brazos y yo se la pasase. - Eres casi tan hermosa como tu mamá. - y entonces me di cuenta de que sí que estaba enamorada de Noah y que sí que estaba metida en un gran lío...

- ¿Ya sabéis como se va a llamar? - nos preguntó la doctora.

Siendo sincera, no habíamos hablado mucho del nombre del bebé y jamás pensé que eso pudiese ser un problema, Noah y yo siempre habíamos decidido juntos los nombres de nuestras mascotas incluso llegamos a discutir de pequeños porque ambos queríamos llamar a nuestra hija de la misma forma pero no queríamos repetir nombres, que caprichosa es la vida a veces...

- Se llamará Hailey. - dijimos ambos a la vez,  y sí, no pude ocultar aquella sonrisa que me causó recordar a un Noah de diez años sobornándome para que no llamase a mi hija Hailey para que la suya pudiese llamarse así...

De la A a la ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora