Y si... Noah (Parte 1)

333 13 2
                                    

Lucy estaba sentada sobre su cama mirando la carta una y otra vez, yo me senté a su lado y le quité la carta de las manos antes de leerla.

Tras la prueba de paternidad, podemos confirmar que el padre del bebé es la muestra 092790, correspondiente a Noah Scott.

Tomé aire y volví a leer una y otra vez la carta que sostenía en mis manos, miré a Lucy y vi tristeza en sus ojos, pero no lo entendí, ¿por qué estaba así?

Me levanté de la cama de Lucy y fui directa a mi cuarto, debía contárselo a Noah, pero ¿cómo?, una cosa tenía clara, no iba a contárselo por teléfono... Por lo que compré un billete de avión y comencé a preparar mis cosas, sabía que no era sensato viajar en mi estado, pero debía contárselo en persona...

A la mañana siguiente, me despedí de las chicas en el aeropuerto, tenía mucho medio, no por Noah y su reacción, le conocía a la perfección como para saber que estaría tanto para el bebé como para mí, pero tenía miedo al futuro, a nuestra amistad, a que una "noche loca" lo cambiase todo...

Durante el vuelo escribí a mi madre y le dije que ya sabía quién era el padre del bebé, pero no le dije que era Noah, conocía a mi madre lo suficiente como para saber que no tardaría en decírselo a la madre de Noah y ella a él, por eso necesitaba ser yo quien se lo dijese, pero el destino no quiso que fuera así...

Aterricé con retraso debido a las condiciones climáticas, y cuando por fin pude salir del aeropuerto, era casi de noche, pedí un taxi y me dirigí hasta la residencia de Noah, conocía a varios de sus compañeros de la fiesta de cumpleaños de Noah, por lo que no tuvieron ningún problema en guiarme hasta su dormitorio. Delante de aquella puerta de color ocre bastante astillada, sentí un pequeño escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Llamé a la puerta y entonces la vi, vi a la Barbie demoniaca con una de las camisetas de Noah puesta como pijama. Y entonces, como si fuesen piezas de un puzle, todo empezó a encajar, ellos salían juntos, y por eso aquella reacción de Lucy al leer la carta, joder, ¿Cómo era posible que alguien como Noah pudiese llegar a sentir algo por alguien como ella?, no entendía nada.

- Hola Mel. - dijo aquella rubia dedicándome una sonrisa torcida.

- Hey Mel, no deberías viajar en tu estado, ¿Qué haces aquí? - dijo Noah mientras intentaba normalizar la situación.

- Noah, ¿podemos hablar? - dije algo tensa por la presencia de Lucy.

- Sí, claro, entra. - dijo él invitándome a su pequeña habitación.

- Me refería a si podíamos hablar a solas. - aclaré bastante molesta.

- Venga Mel, lo que le vayas a decir, yo ya lo sé, o es que acaso no le vas a contar que es el padre de tu hijo. - soltó Lucy dejándome sin aire, cómo no, si no montaba un numerito innecesario, no era Lucy Moore...

- ¿Qué soy qué? - preguntó él con los ojos como platos.

- Eres el padre de mi bebé. - dije mirando con rabia a la rubia asquerosa que se había empeñado por arruinarme la existencia.

Un silencio se formó entre los tres, que solo un grupo de chicos que pasaba por el pasillo fue capaz de romper. Haciendo que volviésemos a la realidad, en la cual, yo estaba enamorada de mi mejor amigo y él estaba liado con la peor persona que conocía...

- Scott, chaval, déjanos algún pibon al resto. - gritó uno de aquellos chicos antes de desaparecer en una de las habitaciones de aquel largo pasillo.

- Necesito pensar, lo siento. - dijo Noah antes de salir disparado hacía las escaleras de la residencia, entonces, ya solo quedábamos Lucy y yo.

- ¿¡ESTÁS LIADA CON NOAH?! - le grité.

- Sí, y yo que iba a saber que Noah era la N de tu lista, pensaba que solo eráis amigos, casi hermanos, o eso me dijo él cuando le conocí en la cafetería del campus. - dijo Lucy en su defensa, aunque le fue en vano, porque yo seguía odiándola cada vez más.

- Y se supone que debo creerme que  lo tuyo con Noah no es una venganza porque me acostase con tus hermanos. - la acusé.

- Créete lo que quieras, y sí, puede que al principio lo viese como una letra más de mi lista y como una venganza, pero ya no es así, yo no viajo más de quinientos kilómetros todos los findes de semana por cualquier tío, Noah es especial...

- Y es el padre de mi hijo. - le corté, y supe que fui mezquina con ella, porque aunque la odiaba, ella sentía algo por Noah y le había dolido saber que era el padre de mi bebé.

Me marché de ese pasillo dejando a Lucy mirándome con desprecio, odio y celos, y busqué a mi amigo por el campus, Noah era un chico de costumbres y no tardé mucho en pensar en los sitios donde podría encontrarse, y gracias a dios, mi mejor amigo no cambiaba de manías ni costumbres...

Ahí estaba él, bajo la sombra de un árbol lanzando piedras a un pequeño estanque. Me acerqué lentamente y entonces, él se percató de mi presencia, soltó las piedras que llevaba en la mano, y acortó la distancia entre nosotros para abrazarme.

- Siento mucho como he reaccionado, Mel enserio, yo... -- intentó disculparse pero le interrumpí.

- No pasa nada Noah, yo también tengo miedo, pero tal y como me dijiste aquella tarde en Malibú, todo va a salir bien...

Y ahí, bajo a sombra de aquel árbol, supe que Noah sería un buen padre, y que quizás no seríamos unos padres tradicionales, pero que habría amor en nuestra "familia".

De la A a la ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora