➷. 𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄 𝐏𝐎𝐋𝐄𝐒 ଽ ObiDei
╭───₊· ͟͟͞͞➳ 🪐 ❜ ───
│No creas lo que escribo.
│Mi manera de pensar y sentir,
│No se compara a los sentimientos
│Que descubrí cuando te vi. ❞
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⏳ Derechos de auto...
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↳ Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen son del autor Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para adaptar esta historia.
Capítulo Corregido.
─── Prólogo ˎˊ-
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— ☆ —
Obito estaba enamorado de Deidara.
Era eso, tan simple y sencillamente. No había que darle más vueltas al asunto, porque ya estaba decidido en su totalidad. Para Obito, Deidara ya era un dolor de cabeza que le rondaba día y noche por su mente y el hecho de enterarse de sus propios sentimientos hacia el rubio de emociones explosivas, lo había convertido en una migraña monstruosa.
Desde entonces el ambiente se tenso en el instituto de Konoha, todo alrededor se había convertido en un torbellino de emociones desencadenado por el alumno promedio. Todos lo habían notado, el particular humor bromista del Uchiha denotaba una amenazadora aura que te susurraba al odio: «Corre mientras puedas y no mires atrás»
Encontrarse en los pasillos con Obito Uchiha era un peligro latente cuando se encontraba en sus conflictos mentales.
Su mejor amiga Rin no entendía porque tanto dilema ni porque notaba últimamente al azabache de mal humor, pues siempre se encontraba dispuesto a burlarse de otras personas tan solo para alegrarse el día. El único que parecía no tener ni una pizca de interés sobre el asunto era su otro mejor amigo; Kakashi Hatake, y quizás, tan solo se debía a que ya estaba lo inhumanamente acostumbrado a los altibajos de Obito, su personalidad incomprendida y su malicioso humor pesado.
Pero ese día en particular, sus amigos terminarían provocando un evento que llevaría miles de consecuencias para el mayor afectado, Obito, gracias a sus amigos, que a su vez, uno carece de empatía y la otra con su habladuría sin medida.
— ¿Por qué no te le confiesas? — Pregunto la castaña viendo como el Uchiha estaba en su propio mundo y en plena guerra mental. En un instante, la chica había logrado percibir la leve tensión de hombros que provocó en el otro. Obito continuó con lo suyo, enarcando una ceja con un fingido desinterés. Por otro lado, queriendo una respuesta, insistente se acercó más a la mesa del Uchiha, buscando otra reacción que lo delatase — Si no te confiesas, ella nunca sabrá que te gusta.
