✧ 𝐄𝐥 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐦𝐚𝐲𝐨𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐮𝐧𝐜𝐚 𝐞𝐱𝐢𝐬𝐭𝐢𝐨́

461 78 111
                                    

↳ Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen son del autor Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para adaptar esta historia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen son del autor Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para adaptar esta historia.

Capítulo sin corregir.

Capítulo largo que no quise dividir.

─── El hermano mayor que nunca existió ˎˊ-

─── El hermano mayor que nunca existió ˎˊ-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Obito y Deidara se sentaron a la par en una banca libre del parque conservando la distancia, cada uno en un extremo de la misma. Faltaban al menos seis minutos para las cuatro de la tarde cuando llegaron y usualmente Obito se encontraba saliendo del instituto académico Konohagakure a esa hora. Sin embargo, allí estaba; en un parque a diez minutos de la escuela, posiblemente veinticinco de su casa en tren; cuarenta y tres a pie, aunque si trotaba podría escatimar tiempo y llegar a las cinco para comer, hacer sus deberes y darse una ducha. Todo esto último, claro, teniendo en cuenta que Deidara decidiera hablar de una vez por todas, porque lo único que se hallaba haciendo en ese momento era observar a un grupo de niños jugar con una pelota de color amarillo.

Pero Obito habló primero:

— Esa pelota se parece a tu cabello... Amarillo y reluciente. — Susurro, Deidara hizo una mueca mientras se miraba un mechón de cabello rubio y luego la pelota.

— ¿Eres idiota?

—¿Me trajiste aquí sólo para hacerte el tonto? — Preguntó. El Uchiha se estaba quedando sin paciencia ante la falta respuestas del otro. Observó a Deidara deshacer su ceño fruncido al mismo tiempo en que volteaba hacia su dirección con una sonrisa. Sus hombros se tensaron y el agarre entre sus brazos cruzados se hizo más fuerte.

— En realidad te traje aquí porque estás un poco pálido — Contestó con sorna — Un poco de contacto y luz con la naturaleza no te hará daño, Obitonto.

— Deja de intentar cambiar el tema, ¿quieres? — Entrecerró la mirada. El sol le daba de frente, justo en el rostro. Si hubiesen decidido sentarse en la banca que se situaba bajo un árbol, quizás podría ahorrarse esa molestia. De alguna manera sabía que Deidara también era consciente y la única razón por la que no lo hizo era ese afán enfermizo por molestar — Quiero irme a casa. Hace calor, debo alimentar a mi conejo, tengo cosas que hacer y eres bastante molesto.

Ojalá te mueras ⋮ ObiDei ⌊✓⌉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora