➷. 𝐎𝐏𝐏𝐎𝐒𝐈𝐓𝐄 𝐏𝐎𝐋𝐄𝐒 ଽ ObiDei
╭───₊· ͟͟͞͞➳ 🪐 ❜ ───
│No creas lo que escribo.
│Mi manera de pensar y sentir,
│No se compara a los sentimientos
│Que descubrí cuando te vi. ❞
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⏳ Derechos de auto...
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↳ Disclaimer: Ni Naruto ni sus personajes me pertenecen son del autor Masashi Kishimoto, yo solo los utilizo para adaptar esta historia.
Capítulo Corregido.
─── Reír y llorar ˎˊ-
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— ☆ —
Esta es la verdadera historia.
Deidara no puede evitar reír al confirmar que su plan funcionó. Obito se enfermó del estómago gracias a él, así es, Deidara "envenenó" la comida.
Tuvo la oportunidad de echarle quién sabe qué cosas a la comida del Uchiha cuando el pobre de Kakashi era acosado por un par de chicas en el metro. Era tan jodidamente distraído que dejó de lado la comida mientras una rubia intentaba hacer que cayera en sus encantos seguida de otro par.
Y es que "acosando no se logra nada", pero hay cierto pelinegro que hace caso omiso a esa frase.
Obito es un animal tratando de levantar ánimos. O al menos eso supone que debe de estar intentando con esas palabras escritas en aquellas cartas. Más que ayudarlo, le dan muchas más ganas de tirarse de cabeza por un puente.
Pero él no puede hacer eso.
Bobito sólo está exagerando.
Él realmente no está mal.
¿Qué tiene de malo no comer algunos días? No le da hambre.
¿Qué tiene de malo no querer hablar con sus amigos? No está de humor.
¿Qué tiene de malo llorar ocasionalmente? No entiende que es lo que le sucede.
«No soporto ver que finjas que no sabes lo que te estás haciendo.»
Quizás no está fingiendo.
Tal vez realmente no sabe lo que se está haciendo.
Deidara le resta importancia al asunto. El estúpido y para nada importante vacío en su pecho es algo que debería pasar con el tiempo.
Él sólo sigue afectado por lo que pasó, pero nada más. En todos esos años de vida que lleva nunca antes se ha sentido así, pero de la misma manera, no tiene porque ser diferente.
No está pasando nada fuera de lo común.
Por eso mismo el rubio se voltea en el sofá, quedando de lado y con la vista directa en la nada. Nuevamente está sintiéndose tan mal que no puede evitar irritarse por eso.
«¿Qué quieres que te dé a cambio para hacerte feliz?»
Deidara se pregunta fugazmente si Obito puede revivir a las personas.
Y las lágrimas comienzan a caer una vez más, deslizándose por sus mejillas hasta morir en la tela del mueble.
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