Capítulo 10 (P)

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P.V.O: Hermione

Me quede mirandolo fijamente mientras que él se tomo sus minutos de silencio sin siquiera mirarme a los ojos, carraspeé y finalmente pareció volver a la realidad, me miro a los ojos y en ellos detecte algo extraño pero sincero, espere a que hablase pero él no parecia estar por la labor de hacerlo.

- ¿Y bien? - insisti con poca paciencia, porque sus palabras habían sonado tan sinceras y extrañas para mi, que por un momento todo había perdido sentido, ¿Malfoy enamorado de mi? No me lo creía ni yo, pero entonces... ¿Qué había querido decirme con aquellas palabras? Le segui mirando fijamente a los ojos y esta vez él mantuvo la mirada, de pronto una sonrisilla timida se asomo por sus labios finos y se acerco lentamente a mi.

- ¿Quieres saber la verdad Granger? - pregunto con suma inocencia, me limite a asentir con la cabeza, él suspiro y al fin... - Si, estoy enamorado de ti, y no es que me haya enamorado de la noche a la mañana si es lo que piensas, te amo desde hace mucho tiempo, en Hogwarts mi forma preferida de llamar tu atención era haciendote daño porque sabía que esa era la unica manera de tener tu atención aunque fuese por unos minutos, no te insultaba por que si, si no porque eras tan tonta que jamás te diste cuenta de que yo tenía algún interes en ti, luego resulta que te vi crecer enamorandote de la comadreja que hoy a venido a mi casa y como si nada pretende llevarte nuevamente, ¿Como no te diste cuenta? ¿Por qué te enamoraste de él? Hoy cuando él vino yo estaba en tu mente, tus sentimientos por él son tan fuertes que por un momento tube que dignarme a sentirlos contigo, ojala sintieses eso mismo por mi, pero no, yo para ti no soy más que un Malfoy, jamás posarias tus preciosos ojos en mi porque ya estas enamorada y porque quizá yo fui demasiado duro contigo, resumiendote todo, si estoy enamorado de ti, pero ¿que importa? - se acerco a mi a la vez que lanzaba un bufido. De pronto se acerco más y más, sentia su aliento mezclandose con el mio, pero yo no queria alejarme, asi que poco a poco sus labios rozaron los mios, me beso tiernamente y con mucha dulzura más que la de Ron, se separo de mi y volvió a bufar. - Hasta besandome piensas en él! - se quejo.

- Yo.. Malfoy.. lo siento yo esque no se que... - me quede bloqueada, de pronto no sabía que decir.

- ¿Has sentido algo cuando te he besado? - pregunto.

- Solo tu dulzura y tu suavidad. - confese, pues no había sentido nada más. Él se alejo un poco, camine tras él y cuando se giro sus ojos estaban inundados de lagrimas, no sabía que decirle.

- Odio hacer esto pero... - quedo callado unos momentos.

- ¿Pero que? - pregunte. Se acerco a mi y en un rapido movimiento saco su varita en mi dirección, me heche un paso atrás. - Obliviate... -

Me sentia desorientada, estaba frente a Malfoy y este me miraba, parecia que tenía ganas de llorar, me acerque a él pero este se alejo de mi unos cuantos pasos.

- ¿Te pasa algo Malfoy? - pregunte con simpatia.

- No. - respondío secamente. - Estoy cansado asi que me retiro. - comento, empezando a caminar a buen paso, le segui con la mirada. Tenía la extraña sensación de saber algo pero no poder recordarlo, pero era solo una sensación. Recorde la visita de Ron, y luego el beso que me dió, las mariposas volaron por mi estomago, las pequeñas mariposas. Camine hacia la casa, y ya que no le vi pues también me retire a mi cuarto. Fue algo extraño, al estar sola lo unico que podía hacer era pensar en Ron.

P.V.O: Draco

Me encerre en mi habitación y lo tire todo al suelo, sabía que ella no tenía ningún sentimiento hacia mi, pero comprobarlo había sido una malisima idea. Por eso lo mejor para ambos, o al menos para ella había sido borrar de su memoria nuestra última conversación, y de paso borrar de su memoria lo que le hicieron aquellos tres imbeciles a los que tanto odiaba y deseaba matar. Yo me sentía mal, pues solo yo sabía ambas verdades, ella estaba tranquila, pues en su mente no había nada de lo ocurrido, solo le había dejado como recuerdo la conversación de la comadreja a la que tanto amaba y lo mucho que ella me odiaba. También le había borrado de la memoria esta noche en la que me pidió que durmiese con ella, pues seguramente de haberle dejado ese recuerdo, todo habría perdido sentido en su mente. Quizá esto era lo peor que había podido hacer respecto a mis sentimientos, pero estaba seguro que había sido lo mejor para ella, librarla del dolor y del sufrimiento que tres desgraciados le provocaron.

Me desperte mal humorado. Me vesti y me fui sin desayunar ni saludar, yo sabía que ella ya estaba tomando su desayuno, me apareci en casa de mi gran amiga Astoria que al verme me abrazó fuertemente.

- Draco que sorpresa! - dijo sonriendo, me quede mirando su enorme panza de siete meses de embarazo, cuyo padre era nada más y nada menos que Crabbe. Si, mi amigo que siempre había pesado unos cien quilos, se había puesto a regimen y había hecho ejercicio con el fin de enamorar a Astoria y después de todo lo consiguió. - Oh oh... ¿que va mal? - su rostro quedo en una preocupada mueca.

- ¿Me vas a dejar en la puerta? - pregunte intentando sonreír, ella hizo un gesto con la mano y la segui hasta la sala.

- ¿Y bien, que te pasa? - pregunto nuevamente, ella me conocia demasiado bien. Le conte todo lo ocurrido, absolutamente todo lo relacionado con Granger, sabía que Astoria era de confiar y sabía que no diría nada. - ¿Sabes? Me parece una actitud cobarde el besarla y decirle tus sentimientos para después hacerla olvidar todo. - comento.

- Era lo mejor, ella no me quiere. - justifique.

- ¿Como sabes que no llegará el día en el que si? - pregunto alzando las cejas.

- Ese día no llegará, ama con locura a la comadreja y no tiene ojos para nadie más As, deberías haber sentido aquellos sentimientos que oprimen su pecho cuando lo ve. - insisti.

- Draco, la quieres y pretendes tener aunque sea una oportunidad con ella, lo que tienes que hacer es empezar a conquistarla poco a poco, muestrate caballero, con paciencia, una bonita sonrisa y una extensa educación hacia su persona, y no trates de hablarle mal de Weasley ese tema mejor no lo menciones. - aconsejo.

- ¿Y como hago yo todo eso? Sabes de sobra que lo de la paciencia y la educación no son mis fuertes.

- ¿La amas? - pregunto nuevamente.

- ¡Claro! - dije exaltandome.

- Pues si tanto la amas haz el esfuerzo. - insistió.

- ¿Le doy regalos?

- Dale algun detalle muy de vez encuando, una rosa arrancada de tu extenso jardín, o una cajita de bombones inocentes, o simplemente regalale tu mejor sonrisa. - aconsejo. - No le des cosas caras porque si lo haces ella pensará que lo haces por alguna obligación, invitale a cenar casualmente, o a dar un paseo por la ciudad Muggle que ella tanto adora, llevala al cine a ver la película que ella elige, simplemete ve haciendo parte de su día a día poco a poco, sin rendirte a la primera. - remarco entrecerrando los ojos. La conversación con Astoria duro casi toda la tarde, pero me había servido de mucho, de hecho haría muchas cosas que ella me había aconsejado, y empezaría desde ya primero llame al sitio en el que estaba la hermana de Granger, después fui a casa y me encontre a Granger leyendo en el salón.

- Hola. - salude sonriendo timidamente.

- ¡Hasta que viniste! - comento con ironía.

- Oye... me apetece cenar fuera y me preguntaba si te gustaría acompañarme. - comente con inocencia, ella dejo el libro y me miro.

- ¿A uno de esos restaurante de lujo en los cuales hay que entrar vestidos de gala? - pregunto.

- En realidad, me apetece más una hamburguesa o una pizza italiana quizá. - deje caer ese comentario, ella me miro como si no se lo pudiese creer.

- ¿De verdad? - pregunto.

- ¡Claro! - dije sonriendo. - Me voy a poner un vaquero o una ropa menos llamativa, en el mundo Muggle todo llama la atención. - murmure.

- ¿Vamos a cenar una hamburguesa o una pizza italiana al mundo Muggle? - pregunto con los ojos muy abiertos.

- Si, además creo que a tu hermana le va a gustar mucho verte. - dije mirandola, se levanto de un salto.

- No la dejarán, tendría que haber llamado antes... - dijo entristeciendose.

- Ya he llamado yo. - dije subiendo las escaleras y dejandola pasmada en el sitio.

Cuando Malfoy me compróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora