Capítulo 14 (P)

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P.V.O: Hermione

Me había comprado una pequeña casita a las afueras, un sitio en el que podía tener la tranquilidad deseada sin que nadie me molestase. Con el dinero que me había dado Malfoy, me había llegado para la casita y para complementarla, aún asi y todo me quedaba poco menos de la mitad del dinero. La casa contaba con tres dormitorios, dos baños, una cocina y un salón, después tenía mucho terreno para usarlo pero la verdad es que con lo que tenía me bastava. En estos días no había podido evitar hechar de menos a Draco, incluso juraría que un día lo vi rondar por fuera de mi casa, pero eso serían imaginaciones mias pues yo no le había dicho donde vivía, ni había vuelto a hablar con él.

Desde que me había ido de su casa, no solo lo había extrañado mucho si no que también me había aislado mucho, la unica persona con la que hablaba era con mi hermana mediante cartas. Había conseguido trabajo, no ganaba mucho pero algo ya ganaba, era bailarina en una discoteca de magos muy conocida, y solo trabajaba los jueves a la noche, viernes a la noche, sabados de una de la mañana hasta las diez de la mañana, y por ello cobraba 700 euros. Aún asi, eso no era suficiente pues necesitaba más dinero si queria seguir adelante asi que después de la navidad me subastaría nuevamente. Ahora estaba en mi tarima, era un pilar en el cual yo estaba subida y los hombres me rodeaban al igual que las demás bailarinas que estaban sobre otros pilares. Me movía sin parar al ritmo de la música sin parar, sin mirar a los que me miraban y me pedían que bajase. Me quedaba mirando en todo momento hacia la puerta de entrada, hoy era mi tercera noche. Me pare en seco cuando ví a lo lejos una cabellera rubia, sabía de sobra a quién pertenecia aquel pelo tan peinado. Se quedo mirando fijamente hacia mi, su boca se abrió un poco y empezo a caminar en mi dirección, sin embargo se paro a mitad de camino y dió media vuelta, camino hacia el lado opuesto y hasta que se marcho no le quite ojo, lo pude ver a ratos riendo con sus amigos, a ratos pensativo, a ratos ligando con otras, y en un momento dado lo vi besando a otra. Lo extraño fue que solo le dió un beso y luego se alejo, dejandola de lado, no pude evitar sonreír, aunque por otro lado aquel beso me había afectado de alguna forma me había hecho sentir mal, mi corazón se había quedado pequeño ante aquella imagen. Llego la hora del cierre y Draco y sus amigos fueron de los últimos en salir del local. Cuando todo quedo completamente vacio camine hacia los vestidores y me desmaquille, me puse mi ropa normal y cogí mis cosas, salí a la calle con ganas de irme a la cama.

- Veo que has encontrado trabajo. - su voz... Me gire rapidamente, estabamos cara a cara.

- Si, se que no es lo mejor que hay pero al menos es algo, y no está tan mal... - dije.

- Lo que me ha impresionado ha sido lo bien que te mueves, y lo bien que llevas eso de que los babosos traten de hacerte bajar. - comento. - Pero no lo voy a negar, me ha gustado verte, aunque sea de lejos me ha gustado. - dijo medio sonriendo. Entonces me di cuenta de que estaba un pelín borracho.

- A mi también me ha impresionado ver como besabas a una y luego la dejabas sola, aunque también me ha gustado verte, de lejos pero me ha gustado. - comente.

- Eso no fue culpa mia, ella vino y me abrazo y me confundi un poco y la bese pero luego vi que ella no era... - quedo callado. - Pero luego vi que no era mi tipo asi que pase de ella y me dedique a mirarte a hurtadillas. - dijo. - ¿Vas a casa? - pregunto.

- Si, tengo sueño. - comente.

- Bueno, pues ya nos veremos alguna noche más. - comento dandome la espalda.

- ¡Draco! - le llame sin pensar, y él se giro rapidamente. - ¿Quieres... quieres que me pase luego... por tu casa? - pregunte con nerviosismo, él sonrió.

- Sabes que puedes ir siempre que quieras. - dijo sonriendo, se acerco a mi y me despidió con dos besos en la mejilla, después se desapareció. Asi que yo hice lo mismo y me fui a casa, cuando llegue a la puerta había una mujer parada frente a ella. Me acerque lentamente y la mujer se giro, la reconocí, ella era Astoria sabía de sobra quién era ella.

Cuando Malfoy me compróDonde viven las historias. Descúbrelo ahora