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(Importante reproducir la canción)

-Sera mejor que vayan adentro, yo me encargo- dijo Lou. Todas nos fuimos menos ella y Deb, acompañamos a las niñas a su próxima clase y Mina se quedó conmigo en el salón ya teníamos una hora libre.

Ella se sentó en la mesa y yo en la silla, apoyé mi cabeza en sus piernas y ella acariciaba mi pelo, pasamos así por unos 15 minutos, no decíamos nada pero nuestro silencio lo decía todo.

-Mañana tengo médico, ¿vienes?- pregunto. La mire con una sonrisa y asenti rápidamente.

-¿P_puedo hablarles?- ella asintio con una gran sonrisa y se bajo de la mesa para que su panza quede más a mi altura- Hola bebes, yo soy una de sus madres, la más chica y la que seguro los va a consentir más. Quiero que sepan que sin importar nada los amamos, y siempre lo vamos a hacer... vamos a ser una linda familia.- besé su pequeña barriga y ella sonrió.

-Vas a ser una excelente madre- me pare y la bese.

-Al igual que tu- la besé.

Vamos- dijo Mina.

-¿A donde?- pregunte mientras me sacaba del salón.

-Te tengo una sorpresa, y espero te guste- dijo mirándome, pude notar un brillo en sus ojos, salimos de la institución y subimos al auto- pon música por mientras.- dijo encendiendo este.

-Bien- dije y prendí la radio, "Vamonos a marte" sonaba, y no pude evitar cantar la letra- 'Desde el cielo todo es más bonito
Déjame llevarte a las estrellas, otra vez
Como la noche de ayer.
Vámonos a Marte, donde nadie vaya a buscarte
Ni a ti, ni a mí.
Donde todo es más callado y solitario pa' las dos
Donde no hay nadie más que tú y yo
Dejemos La Tierra llena de gente tan mierda
Que nos quiere aplastar.
Vámonos de viaje a las estrellas y a Marte
A olvidar nuestros problemas, tan punzantes
Contemplemos las constelaciones y todas nuestras visiones
Que nos quitan el vacío que sentimos en La Tierra.
Toma mi mano y vámonos de aquí
Ponte tu suéter gris y comencemos a huir.
Vámonos a Marte, donde nadie vaya a buscarte
Ni a ti, ni a mí.
Donde todo es más callado y solitario pa' las dos
Donde no hay nadie más que tú y yo.'-

-Nunca me voy a cansar de decirte que amo como cantas, tu voz en general- dijo con una sonrisa y tomando mi mano.

-Apuesto a que te gusta más cuando gimo tu nombre- dije a modo de chiste acariciando su brazo.

-En eso tienes razón- solto con una risita- llegamos- dijo.

-¿Que hacemos acá?- pregunte, estábamos su casa del campo.

-Te tengo un regalo, cofia en mi- dijo antes de bajar del auto, me abrió la puerta y extendió su mano. La acepte y fuimos directamente para el campo de había detrás de la casa.

-¿Por cuanto tiempo estuvo esto acá?- pregunte al ver las cosas sobre una manta en el suelo.

-No por mucho, le pedí a Lily y Eva que trajeran las cosas- dijo apoyándose en su bastón para sentarse- pero la prepare yo- dijo al final.

Empezamos a hablar de temas diversos, pasamos toda la tarde entre risas y besos, estuvimos pensando en nombres para bebés, pero aún no nos decidiamos.

-¿Parto natural?- pregunte.

-No, eso me mataría... por cesárea es mejor, ya me lo han dicho.- suspiro.

-Y_yo no sabía eso... lo siento- baje la mirada.

-No lo sientas, no es tu culpa. Te amo- sonrió.

Nos encontrábamos en el campo, fuera de su casa. Ella había preparado una merienda como sabe que me gusta, ahora estábamos tomando mate mirando el atardecer.

-Me gustas más que la primera vez- le dije.

-¿Te llamé la atención desde aquella vez en el instituto?- pregunto curiosa.

-Si, no lo admitía porque no te conocía y parecías una mujer de carácter fuerte y fría, que lo eres. Pero nunca lo fuiste conmigo desde que te hablé aquella vez- respondí

-Yo estaba nerviosa ese dia, me apareciste súper linda, y respetuosa. Tenia miedo de tratarte como te trate porque crei que pensarías que era empalagosa o algo así, no se- dijo mirando el pasto.

-Ame la forma en la que me trataste, y de como celaste a Cate cuando me dijo para ir al salón de actos- solte con una risita.

-Tenia que cuidar lo que es mio- dijo.

-Como que "lo que es tuyo" si apenas nos habíamos visto- le dije con una ceja levantada.

-Pues... te vi cuando llegaste a la institución por las cámaras, antes estaba con Cate en la dirección, además de que me apareciste supero hermosa y me llamaste demasiado la atención con tu currículum. La foto para ser exactas- solto esto último en un susurro.

-Te amo Venable, Wilhemina Venable.- dije viéndola a los ojos.

-Yo también te amo- dijo y se arrodilló frente a mi.

-¿Que haces?- pregunté nerviosa.

-Se que hemos pasado por cosas, este año que estuvimos juntas, por cosas buenas y malas. Pero siempre nos hemos tenido desde el principio- suspiro- a pesar de que intentaran separarnos o intentar convencernos de hacerlo nunca lo lograron, nuestro amor es más fuerte que eso. Y lo sabes- asenti- Nunca ame a nadie como te amo a vos, y es lo que más me aterra, ya que eres joven y puedes cambiar de opinión, si lo haces lo aceptaré con tal de que seas feliz.

-Mina...- dije quitando una lágrima que se le escapó.

-Te amo más que a mi propia vida, y creo que ya te lo he demostrado, me hiciste volver a amarme... me hiciste bien, volver a ser feliz. Me enseñaste a amar- saco de su bolsillo una cajita morada- se lo que piensas del matrimonio, y yo también encontré a la persona indicada, y me gustaría casarme con el amor de mi vida. Y entiendo si no quieres, o no te sientes preparada...- solto. En ese entonces yo ya estaba llorando.

-Me inclino ante ti, con esto- abrió la cajita dejando ver un anillo blanco con una piedra morada arriba- Y una rosa- saco una de la canasta que tenía la comida- Te pregunto... ¿te gustaría ser mi esposa?- dijo con su mirada sobre mi, podía ver su miedo, su amor, su entusiasmo, podía ver su alma reflejada en ese mar color café que llama ojos. Podía ver su pánico... y podía ver nuestra vida reflejada en ellos.- ¿Aceptas?- musito finalmente.











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Continuara.

Venable, Wilhemina VenableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora