CAPÍTULO VIII

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T.R.UE.

Al pie de las montañas HuanWen y Yubin, justo antes de llegar al puerto que se dirige a Yummeng, se encuentra un establecimiento de aguas termales. Cada una de ellas tiene poderes y herramientas regeneradoras. Pero hay un pozo que es considerado el más especial de todos y es que tiene la particularidad de sacar a flote los verdaderos sentimientos de las personas: dolor, agonía, amor, secretos... Luego de que el mundo de la cultivación solucionó el problema del fallecido líder de secta JinGuangyao, se enteraron de este pozo. Ninguno lo vio útil para ese entonces, en un par de años la historia de este pozo había pasado al olvido y no fue paradero de nadie más. Los dueños del establecimiento y los que conocían las aguas termales dejaron de darle importancia, aquella agua poderosa no podía ayudar a nadie.

...O...quizás... ¿sí?

Capítulo VIII

Rastrillos en la espalda, besos en el corazón

— ¡Xichen!

— ¡Hermano!

— ¡ZEWU-JUN!

Las enredaderas rastrillaron la espalda de Lan Xichen, Jiang Cheng yacía en el piso, estupefacto. Si Lan Xichen no le hubiera empujado, aquellas plantas gigantescas le hubieran atrapado a él y sería él quien estuviera entre los matorrales y espinas. Su grito desgarró su garganta y en unos cuantos segundos el trío actúo para sacar al líder de secta de aquel problema.

Wei Ying lanzó algunos talismanes, Lan Wangji usó a Binchen y Jiang Cheng a Suibian. En pocos segundos Lan Xichen se liberó de las espinas, en cambio, de su cuerpo caían cascadas de sangre. Los tres lo movilizaron rápidamente hasta el lugar más cercano para curarle.

Era Yummeng.

Aquel día el par de parejas habían salido en búsqueda de los Junior, que extrañamente no habían vuelto a Gusu para la noche anterior y en la mañana no se veía algún rastro de ellos. Finalmente, al medio día, en un bosque cercano al muelle de Yummeng, se los encontraron. Estaban sudados, harapientos, jadeantes, sucios y cansados.

Trataban de despejar un camino que un matorral de plantas había cubierto con el pasar de los años. Pero esta planta, de raíces y hojas gruesas, savia mal olorosa y espinas tan grandes que parecían colmillos de dragón, no era tan fácil de podar. Finalmente los mandaron a Gusu a descansar y los otros cuatro se quedaron para hacer el trabajo.

Pero este tipo de planta era inteligente, no por ninguna razón había sido difícil de podar para los menores, la planta tenía un mecanismo de defensa inalterable e impenetrable, cuando finalmente estaban logrando deshacerse de ella, una de las ramas con espinas se dirigió a Jiang Cheng pero Xichen se interpuso en el medio.

Ahora yacía Jiang Cheng, caminando de un lado a otro mientras veía como Lan Wangji cerraba las heridas y las curaba. Juntos lo llevaron a una de las habitaciones de la secta, limpiaron con cuidado el cuerpo y lo dejaron descansar allí. En el momento en que dieron cuenta del tiempo, ya la noche había caído. Jiang Cheng tenía la cabeza demasiado ocupada con Lan Xichen, así que no lo pensó mucho antes de decir:

— Ya está anocheciendo, si gustan pueden quedarse en alguna habitación. Si necesitan comida o algo más pueden ped... -Cuando se dio cuenta de lo que estaba diciendo y vio las miradas anonadadas del par casi quiso tragarse sus palabras, gruñó – maldición – tosió - ¡SI NO QUIEREN ENTONCES NO SE QUEDEN Y YA...!

— AHHHH Jiang Cheng ¡ya ofreciste el asilo! Ah, Lan Zhan ¿quedemonos si?

— Hmp

— Sólo... ¡sólo no hagan mucho ruido por la noche! Quien sabe quién los pudiera escuchar

— Mi hermano...

— Yo me quedaré con el

Y así fue. Luego de que la parejita se fue, Jiang Cheng tomó un baño rápido y volvió. Duró unas cuantas horas sentado frente a la cama de Lan Xichen antes que él despertara.

T.R.U.E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora