CAPÍTULO X

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T.R.UE.

Al pie de las montañas HuanWen y Yubin, justo antes de llegar al puerto que se dirige a Yummeng, se encuentra un establecimiento de aguas termales. Cada una de ellas tiene poderes y herramientas regeneradoras. Pero hay un pozo que es considerado el más especial de todos y es que tiene la particularidad de sacar a flote los verdaderos sentimientos de las personas: dolor, agonía, amor, secretos... Luego de que el mundo de la cultivación solucionó el problema del fallecido líder de secta JinGuangyao, se enteraron de este pozo. Ninguno lo vio útil para ese entonces, en un par de años la historia de este pozo había pasado al olvido y no fue paradero de nadie más. Los dueños del establecimiento y los que conocían las aguas termales dejaron de darle importancia, aquella agua poderosa no podía ayudar a nadie.

...O...quizás... ¿sí?

Capítulo X

Luna llena

Lan Xichen pasó una última vez las cerdas de aquella peineta por el cabello de Jiang Cheng, el aroma a lavanda le inundaba. Recargó su barbilla del cuello y aspiró levemente, la respiración fue acompasada y calmada.

Rozó la línea del cuello con su nariz, sus ojos estaban cerrados así que no pudo ver cuando los ojos del violáceo se abrieron abruptamente, tampoco sintió cuando su respiración se detuvo. En cambio, sus brazos rodearon su abdomen desde atrás y sus piernas se apretaron contra el cuerpo contrario. Su corazón latió con fuerza y embozó una sonrisa tierna.

Jiang Cheng le llenaba y no había nada que pudiera hacer para detenerlo.

Sus manos presionaban leve y lentamente el pecho y abdomen de Jiang Cheng, mientras que su cabeza se hundía cada vez más en su cuello; fue en ese hundimiento que finalmente Xichen dejó de perderse en Jiang Cheng y notó la reacción de este.

La respiración del violáceo era errática, su cuerpo tan tieso y duro como una piedra, su expresión era tan lastimera que él se preocupó.

— ¿Te duele? ¿Qué te duele? ¿Dónde te duele?

El rostro de JiangCheng había cobrado un color carmesí muy fuerte, Xichen subió su mano y tocó el rostro, pero no estaba caliente. En cambio, todo el cuerpo frente a él de sentía ardiendo. Preocupado y por inercia, bajó la mirada para escanear su cuerpo.

La cara de incredulidad que puso, hizo que Jiang Cheng se sonrojara aún más.

Una grandiosa y espléndida erección se asomaba desde la parte baja de su túnica.

El hambre voraz que Lan Xichen había estado sintiendo desde la primera vez que estuvo de en la cama de Jiang Cheng no necesitó algún otro indicio, mordió sus propios labios y su cabeza volvió a hundirse en el cuello del violáceo. Sus manos presionaron en su cuerpo y comenzaron a acariciar hacia abajo

— Espera detente no lo-mgjh!

Xichen respondió pasando las manos por su ingle, le túnica de Jiang Cheng desde hacía mucho que había sido abierta y ahora a duras penas podría cubrir con sus piernas cruzadas aquella genuina sorpresa.

Las manos de Lan Xichen actuaron con perfecta inercia. Desde hacía mucho se había vuelto experto tocando cuerpos, pero aquel que había tocado había sido el cuerpo pequeño de JinGuanyao, para aquel entonces LanXichen realmente ese esforzaba por acariciar y maniobrar lo mejor que se esforzara para poder complacer a su amante.

Pero JinGuanyao apenas y lograba tener sensibilidad en su miembro, no importa cuántas veces rozara sus pechos, apretara sus brotes rosados, acariciaba su abdomen y besara sus piernas. A-Yao apenas y sentiría cosquillas.

JinGuanyao lo besaba ferozmente y guiaba su mano hasta su miembro

— Gege. No aguanto más, tócame aquí -Decía desesperadamente.

Entonces, había acostumbrado a Xichen a ir directamente al punto. Sus manos presionaban la ingle y con una increíble fuerza agarrarían el miembro de Jin Guangyao. El tacto de Lan Xichen era suave o fuerte, dependiendo de lo que pidiera su amante, sin embargo, con el paso del tiempo se había vuelto brusco y feroz. Sus manos podrían dejar marcas en la piel oculta de Jin Guangyao todas las veces que quisiera.

Por eso, cuando apenas ejerció un poco de fuerza en el cuerpo de Jiang Cheng, Xichen se sorprendió. Su mirada incrédula aún estaba plasmada en su cara, su respiración se profundizó y un suave siseo escapó de sus labios cuando miró el rostro ceñudo de Jiang Cheng temblar, sus labios temblar, sus piernas y su columna temblar.

— D...detente!! ¡Si sigues así...yo....enserio te voy a romper las piernas!

Toda su garganta se secó en un instante pero su boca se hizo agua con sólo tener aquel cuerpo entre sus brazos, el hambre hacía galopar su corazón violentamente. Paseó sus labios por el arco del cuello de Jiang Cheng, mordió y lamió su piel.

— Auch -Se quejó - ¿cómo se te ocurre? te mataré si vuelves a hacer eso!

Jiang Cheng hizo ademán de alejarse pero Lan Xichen apretó todos sus agarres, sus manos pasearon por sus caderas y acariciaron sus piernas, la mirada de Jiang Cheng se veía cada vez más lastimera. Toda la rabia reflejada en su cara de hacía unos segundos se había esfumado, LanXichen volvió su cara al cuello, repitió el mismo proceso esta vez un poco más suave. Esta vez al violáceo sólo se le escapó un suspiro, Xichen aún así preguntó — ¿Te duele?

Las respiraciones se entrecortaban pero los suspiros eran profundos. El cuerpo de Jiang Cheng tenía sumida a su propia mente dentro de un caos completo, a menudo sus propias manos se posaban encima de las de Xichen y trataba de detenerlo — y...ya...ya basta... - su pecho ardía y sus venas brotaban en una excitación envolvente, su cuerpo reaccionaba de tal manera a las caricias de Lan Xichen que el placer lo tenía a flor de piel. Ni siquiera le habían tocado la parte más sensible, aquello le enervaba aún más - ¡sueltame!

Pero Lan Xichen había comenzado un acto que no tenía ninguna intención de acabar. Ver de ese modo a Jiang Cheng le hacía sentir un gozo que no había sentido con tanta intensidad y, si era sincero; él, que había experimentado el placer de las reuniones sexuales con anterioridad, hacía mucho que anhelaba volver a sentir aquello.

Que Jiang Cheng fuera el que estuviera en sus brazos hacía que su corazón se llenara de júbilo y su mente enloqueciera ante el deseo. Con una de sus manos volteó el rostro de Jiang Cheng para besarlo, a pesar que segundos antes el violáceo había ejercido fuerza para alejarse del otro, al besarse sus lenguas se encontraron igual de urgidas en su encuentro. Xichen mordía los labios de JiangCheng a cada que a este se le escapaba un pequeño gemido.

— Zewu... Zewu-Jun ya es suficiente, yo

Lan Xichen ni siquiera escuchó el resto de la frase, apenas le nombró con aquella voz ronca y mirada suplictoria explotó, sus besos se volvieron frenéticos y su mano tomó la hinchada erección. Jiang Cheng gimió y arqueó su espalda al instante.

— ¡ZEWU JUN!

Lan Xichen no escuchó, hizo aquel miembro suyo en sus manos, Jiang Cheng lanzó algunas patadas y se movió en sus brazos, Lan Xichen siguió tocando, frotando, ejerciendo fuerza y a veces siendo suave. Su mano se empapó de inmediato, tragó en seco para no cometer una locura.

Se alejó de ese cuerpo para luego cambiar de posición y colocarse encima de él. Lo besó apasionadamente por un rato mientras las manos de Jiang Cheng intentaban alejarlo. Los gritos fueron oprimidos en su garganta por sus besos, pero su cuerpo, además de temblar y reaccionar al placer, también daba una batalla enérgica por alejarlo.

Lan Xichen volvió en sí en un ápice de claridad. Sin embargo, no quería dejarlo ir.

Se detuvo y apoyado de sus rodillas le miró.

— Solo lo preguntaré una vez -Su voz fue profunda, su mirada brilló con un ánimo de depredador y sus manos crujieron cuando se empuñaron. El corazón de Jiang Cheng saltó, ese era el Lan Xichen molesto, el serio, el que más le enloquecía - ¿realmente quieres que pare?

Los ojos de Jiang Cheng se abrieron y su rostro volvió del naranja agitado al rojo maduro /si lo dices de esa manera es imposible negarme/ Xichen tomó aquellas manos entre las suyas y las colocó en su pecho vestido — si es así empujame

— No te voy a empujar idiota ¡ah!

En un rápido movimiento. Lan Xichen tomó una de las manchas rosadas en el pecho de JiangCheng en su boca — Entonces di la verdad... ¿Quieres que siga?

Los besos subieron y bajaron alrededor del pecho del violáceo. Las manos de Jiang Cheng por pura inercia trataban de alejar, esta vez suavemente a Lan Xichen. Sin embargo, el otro, harto de aquella disparidad, tomó la cinta de sus cejas y amarró sus dos brazos para colocarlos por encima de la cabeza de Jiang Cheng

— Si quieres que siga entonces dilo, así como todas las veces que dijiste que me detuviera - la boca de Lan Xichen volvió a su cuerpo, las manos tocaron todo lo que aún no habían tocado antes, se pasearon desde sus pies hasta sus propias manos. Su boca paseo deleitándose de cada reacción. Tal era su regocijo que no notaría si Jiang Cheng tenía un orgasmo o no.

— ¿Te gusta? ¿Se siente bien así? Dímelo, hazme saber si te hago sentir bien o mal. Pídeme lo que quieras

— C-cállate lo único que quiero es arrancar ¡ah! L... LanXichen! Espera!

— Entonces?

— T-tengo tengo una petición

— Mm

— Tu ropa... - volteo hacia un lado con rabia y arrastró entre dientes - tu maldita ropa me molesta

Xichen enloqueció de nuevo. Arremetiendo contra Jiang Cheng en un profundo deseo de tomarlo en ese momento. Lo besó desaforadamente. Sus cuerpos desnudos se encontraron, Jiang Cheng temblaba ante el contacto y Xichen se hundía cuanto pudiera en el cuerpo de Jiang Cheng.

Ambos estaban demasiado excitados con sólo roces, pero aquellos míseros roces no eran suficiente para Lan Xichen. Sus manos se encontraban masturbando el miembro de Jiang Cheng cuando quiso dirigirlas con determinación hacia una zona que tenía bastante en mente desde hacía rato.

Pero antes de llegar Jiang Cheng le sorprendió.

— Oh Dios ¿qué demonios? ¡¿Por qué lo tienes tan grande?! HMP!

Sus besos se volvieron desesperados. Jiang Cheng realmente no sabía mucho qué hacer ni como reaccionar, pero con sólo ver el rostro de Xichen disfrutando de su toque le era suficiente razón como para dejarse llevar. Era Xichen a final de cuentas, entonces, copió los movimientos de manos de Xichen.

Frotó el tronco entre sus manos, sobó la cabeza con sus palmas, acarició los dos racimos con sumo cuidado. En su primer momento se sentía extraño pero luego:

— Ngh –Xichen gimió. Aquello fue suficiente para continuar –Ah... me encanta cuando te dedicas a aprender algo rápido Sandou Shenshou, ahora –Lo tomó por la espalda y lo sentó en sus piernas, Jiang Cheng gimió ante el contacto – tómalos –Jiang Cheng se erizó cual gato cuando tuvo los dos miembros húmedos y empapados entre sus manos, su rostro tuvo una expresión complicada cuando un miembro palpitó contra el otro.

— Agghh –Se quejó. Xichen posó las manos sobre las suyas y empezó el movimiento de arriba hacia abajo.

— Así Wanyin

— ¡Ah! –Algo de Jiang Cheng hizo corto circuito, las manos se comenzaron a mover demasiado rápido.

En menos de dos minutos Jiang Cheng explotó. Xichen se deleitó tanto con el espectáculo que lo acompañó segundos luego. Jiang Cheng quedó apoyado del jade, con la respiración miserable y el cuerpo deshecho —N-no volvamos a hacer esto es demasiado...

Lan Xichen lo besó como respuesta.

— Ya te acostumbrarás.

Aquella noche Lan Xichen durmió más plácidamente que ningún otro día.

T.R.U.E.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora