❝Era un demonio que se disfrazó de ángel frente a todos nosotros.❞
→ Ashley podía ver la felicidad en el rostro de todos sus hermanos, sin embargo ella jamás había sido capaz de sonreír verdaderamente y ni siquiera sabía el por qué. Se sentía vacía...
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EL VERDADERO ÁNGEL DEL ORFANATO.
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Terminó de repartir decenas de huellas y pisadas por todo el camino del bosque para confundir al ojiazul y que así no la encontrase. Podía ser una estrategia que pareciera tonta a primera vista, pero nadie había sido capaz hasta el momento de decir la ubicación exacta de la albina. Encontrarla e intentar atraparla era como un laberinto sin salida en la que ella tenía la llave para escapar.
Y por ello jamás Norman había podido vencerla en las traes, siempre acababan en empate. A Ashley no le gustaba llegar antes de que el tiempo se acabase, prefería ver como el chico se desesperaba por intentar ponerle un ojo encima y siempre quedaba atrapado en una de sus trampas que hacía con la vegetación del bosque.
Ashley se subió a las ramas de los árboles más lejanos y se caminó sobre ellas aburrida pensando en qué hacer mientras podía oír de lejos las quejas de sus hermanos menores por haber sido encontrados. Y decidió seguir avanzando para minutos después ver la persecución de Norman y Emma, ya que la ojiverde siempre perdía ante el chico sin importar qué ocurriera.
Tal vez la debilidad de Norman fuera su frágil físico, pero la debilidad de Emma era su bondad por su familia. Quizás la debilidad de Ray era ser tan serio y a veces apático, pero eso para ella no era un problema realmente, es más, le gustaba la personalidad del pelinegro.
¿Y su debilidad? Definitivamente su mutismo. Era un arma de doble filo, porque le había enseñado a ser sigilosa desde muy pequeña, pero a veces la limitaba para expresarse.
━¿Qué...? Estamos casi todos...━se quejó por lo bajo Don al llegar al árbol donde estaban reunidos todos sus hermanos.
━Es que es Norman.━respondió Nat.
━Las únicas que quedan son...━mencionó Anna.
━Sí, Emma y Ashley.━respondió Gilda con una sonrisa.
Ashley se asomó a ver qué hacían Emma y Norman, y vio como el albino fingía caerse y hacerse daño y atrapaba a su hermana, que tenía una expresión molesta en su rostro. Pero de reojo vio a la menor colgada de la rama, quien simplemente le sonrió por lo bajo y puso un dedo entre sus labios para que hiciera silencio, pero ella no podía quedarse callada ni bajo agua.
