❝Era un demonio que se disfrazó de ángel frente a todos nosotros.❞
→ Ashley podía ver la felicidad en el rostro de todos sus hermanos, sin embargo ella jamás había sido capaz de sonreír verdaderamente y ni siquiera sabía el por qué. Se sentía vacía...
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REENCUENTRO.
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Por primera vez en aquel camino tan oscuro y peligroso, Ashley sintió que había una salida y una luz que le daba nuevamente esperanza, algo de lo que había carecido durante todo ese doloroso infierno. Su rayo de luz no era ni más ni menos que aquel chico pelinegro que por mucho tiempo hubieran estado separados, jamás había dejado de atesorar y amar. Y aunque siempre evitara mostrar sus más profundas emociones, aquella vez su cuerpo y mente se pusieron de acuerdo para dejar de hacer conflicto y ambas decidieron dar un paso hacia él, para llegar a él y asegurarse de que no estaba soñando nuevamente. Las lágrimas se acumularon en sus rojizos ojos y dio otro paso queriendo alcanzarlo y abrazarlo con fuerza, pero él se adelantó al notar sus intenciones y de inmediato la acogió entre sus brazos con una calidez que realmente había extrañado más que nada en las frías noches en las que solo se acordaba de él y de la sangre que pintaba sus manos de rojo.
━¿E-es esto r-real?━murmuró ella aferrándose a su chaqueta mientras su cuerpo comenzaba a temblar de repente. Ella se negaba a llorar nuevamente, y trató de esconder su cara en su hombro para no mostrar ni un solo ápice de debilidad. Pero él no le permitió siquiera eso, y tomó su rostro entre sus manos para poder observarla mejor y permitir que sus miradas se conectasen.━Por favor, no quiero que sea otro sueño...━pidió a punto de perder la razón.
Ray no pudo evitar acariciar sus mejillas, limpiando sus lágrimas y asegurándose de que realmente ella estuviera allí. Antes de decir nada, le dio la sonrisa más dulce del mundo y fue el momento en el que el pelinegro se derrumbó sobre el hombro de la albina. Rodeó nuevamente la cadera de la menor con sus brazos y la atrajo lo máximo posible hacia él, mientras ambos compartían unas lágrimas de alegría: porque por fin estaban al lado de la persona que necesitaban para ser felices.
━No, esto no es un sueño. Estoy aquí.━finalmente respondió, escuchando los fuertes sollozos por parte de su chica.━Gracias... gracias por sobrevivir, Ashley.
La albina no pudo evitar sonreír genuinamente cuando se deshizo el conmovedor abrazo, y de inmediato se giró hacia el resto de sus hermanos; abriendo sus brazos para darles la bienvenida. Todos ellos vieron en ella a la hermana mayor que los dejó atrás en Grace Field, aquella hermana mayor que siempre veló por ellos y que les daba la bienvenida no con palabras, sino con una sonrisa angelical que los hacía felices. Y al igual que hicieron con Norman, los niños corrieron a los brazos de la albina y lloraron en estos, realmente felices de reencontrarse con ella.
