❝Era un demonio que se disfrazó de ángel frente a todos nosotros.❞
→ Ashley podía ver la felicidad en el rostro de todos sus hermanos, sin embargo ella jamás había sido capaz de sonreír verdaderamente y ni siquiera sabía el por qué. Se sentía vacía...
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EL VERDADERO MONSTRUO DE GRACE FIELD.
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Una pequeña Ashley jugaba en el patio junto a su hermano en pleno invierno, intentando escalar los grandes árboles del bosque mientras su madre llamaba al resto para ir a comer. Sin embargo como de costumbre la albina y el rubio ignoraban los llamados de la mujer para seguir perdidos en su feliz mundo de la infancia.
Ashley consiguió llegar a la copa del árbol, ya sin hojas, y se aferró al pañuelo rojo en su cuello aún con algo de frío y las mejillas rojas a causa de la baja temperatura. Sonrió al poder observar con facilidad las amplias vistas del orfanato, desde la casa en la que vivían hasta el amplio bosque que los rodeaba.
━¡A-ashley, baja de ahí! ¡Yo no puedo llegar!━se quejó Daniel reclamándole a su melliza y aferrándose al tronco, la mencionada simplemente le sacó la lengua en respuesta burlándose.━¡No seas mala, no quiero que te caigas!━mencionó preocupado por ella.
━¡Pero es divertido, tienes que intentar...!━y antes siquiera de poder decir una palabra más, la niña perdió el equilibrio de un momento a otro y terminó por tropezarse. Ashley cayó rápidamente de la rama, aterrizando en el suelo sobre su espalda y soltando un fuerte grito de dolor.
━¡Ashley!
Daniel se acercó rápidamente hasta su melliza, que con lágrimas acumuladas en los ojos comenzó a llorar con fuerza, llevándose una mano hasta la herida que se había abierto en su brazo derecho por culpa de la filosa rama del árbol, rasgando en el pasos la manga de su abrigo y su blanquecina piel. La ojirroja se aferró a la camisa su hermano buscando ayuda, mientras un hilo de sangre bajaba hasta manchar de rojo la nieve.
━Te lo he d-dicho, debías tener más cuidado...━dijo nerviosamente no sabiendo cómo tratar aquella herida, y miró a su alrededor intentando buscar alguna solución.━¡N-no llores, llamaré a Mamá lo más rápido posible!━habló queriendo calmar a la chica, que negó de inmediato con la cabeza.
━¡No me dejes sola, no quiero!━respondió aún llorando y negándose a que se fuera, tirando con aún más fuerza de su brazo.
