CAPÍTULO 31.

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ARCO 5: REY DEL PARAÍSO.

ARCO 5: REY DEL PARAÍSO

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CUENTA ATRÁS.

Ashley trató de hacer caso omiso al intenso dolor que había en su pecho y parpadeó repetidas veces mientras observaba el techo

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Ashley trató de hacer caso omiso al intenso dolor que había en su pecho y parpadeó repetidas veces mientras observaba el techo. Y es que realmente no deseaba mirar de nuevo la misma escena de siempre, porque detestaba con toda su alma ver a los niños ganado sufrir por culpa de los malditos demonios. Nuevamente Norman y ella habían asaltado una de las granjas acompañados de su equipo más fuerte, compuesto por supuesto por Cislo, Bárbara, Zazie y Vincent. Sin embargo, el simplemente escuchar el goteo de la sangre caer de sus manos al suelo y las débiles respiraciones al otro lado de la pared la ponían de los nervios. 

Ya había dejado de contar las ocasiones en las que había arrebatado vidas, no le importaba continuar arrancando cabezas y dejar que los animales salvajes se comieran la carne que dejaba de sus víctimas en el camino. Pero tal y como su mellizo, últimamente encontraba el líquido rojo algo asqueroso a pesar de que su propio demonio le pidiera que continuara con su querida venganza y con su sed de sangre, mientras que su parte humana le rogaba que se mantuviera cuerda y continuara fingiendo junto a Norman para seguir su plan con Daniel a escondidas. 

Habían pasado meses desde que se había encontrado con el rubio, y las salidas de la albina eran cada vez menos frecuentes: porque debía tener ojos en todos lados. Sobre las acciones de su marioneta, sobre todos los niños del escondite, sobre el torpe de su mellizo y sus aliados, sobre los demonios, sobre los dos planes que estaba llevando a cabo a la vez; y sentía que en cualquier momento iba a colapsar. Pero se seguía convenciendo de no dormir por las noches, de continuar caminando y peleando, de seguir siendo una espía infiltrada en el Palacio Real, de continuar sus asesinatos y de no fallar para hacer que la historia terminara como ella planeaba.

Todo lo hacía por su familia, por las personas que quería. Las controlaba para que actuaran como ella quisiera, pero lo hacía por su bien y para que finalmente ellas pudieran ser libres. Aunque la libertad tenía un precio: perderse cada día más a sí misma, porque después de todo, nadie en todo ese tiempo trató de entender o de cuidar a Ashley, ella seguía siendo un ángel que deseaba el bien para sus hermanos y para los niños. 

❛ANGEL❜ → TPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora