1 .- Traidor

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Valeria Schmidt :

El verano acaba de comenzar, he estado llena de responsabilidades debido a la escuela, y la presión que mi madre posiciona sobre mis hombros para ser "perfecta" al igual que mi hermano, él es deportista, tiene excelente calificaciones, es querido ...

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El verano acaba de comenzar, he estado llena de responsabilidades debido a la escuela, y la presión que mi madre posiciona sobre mis hombros para ser "perfecta" al igual que mi hermano, él es deportista, tiene excelente calificaciones, es querido por los maestros y el orgullo de mamá ante todas sus amigas hípocritas como ella.

—¿Qué carajos haces?—gritó el idiota Spencer, ver su rostro me tenía cansada—¡Vamos a llegar tarde por tu maldita culpa!.

—¡Si tan apurado estas, entonces vete!—respondí gritando igual que el—¡No me jodas el día con tus boludeces!.

Como era de esperarse la hísterica de mi madre gritó desde la cocina, exclamando que yo era una malcriada, y que no debía hablarle de esa manera a mi desgraciado hermano.

—Gracias por el desayuno mamá—Spencer era de esos chicos que te irritan con solo abrir la boca—¡Vámonos, sube al auto pequeña desgraciada!.

Torcí los ojos en forma de aburrimiento, la escuela de verano era realmente pesada, se suponía que debía estar con papá como lo hacen todos los niños con padres divorciados.

—¿Crees que papá no quiera vernos?—cuestionó mi pelinegro hermano—Nunca lo hemos visto de cerca, jamás.

—Mamá no quiere que vayamos con él—apreté mis labios suavemente—Y tu sabes por que Spencer—salí del auto con mis libros en brazos.

Apenas bajé, Spencer aceleró y desapareció sin dejar rastro, nuestras escuelas tenían ciertos kilómetros de distancia, así que era su deber dejarme y recogerme cada día.

—¡Schmidt!—exclamarón detrás de los arbustos de la calle—¡Hey!—un joven pecoso con chaqueta de cuero, y el cabello despeinado me llamaba.

—¿Henry?—corrí hacia aquel chico, esperando que nadie me viera salir de la escuela—¿Qué haces tú aquí?.

Este abrió fuertemente sus brazos, y me aferró mucho a su pecho, tenía un ligero olor a cigarrillo combinado con alcohol, pero eso no a de arruinar el momento.

—No podía dejar de verte—sonrió y me besó la mejilla, levantando un poco mi falda—Te vez preciosa.

Lo empujé contra uno de los arbustos, estaba enojada con el solo hecho de saber que no había cambiado en lo absoluto.

—¿Solo viniste para eso?—le reclamé indignada y muy enfadada.

El negó lo que había dicho, sacudió su chaqueta, y sonrió como idiota.

—Discúlpame, pero no me culpes, no te he visto hace mucho—sacó uno de sus cigarros, para prenderlo y fumarselo.

—Eso no quiere decir que tienes el derecho de tocarme o faltarme el respeto—volví a reclamarle con más razones—Si lo vuelves a hacer te mataré, lo juró.

El volvío a reir con sarcásmo, eso me irritaba tanto, que me provocaba pegarle en el rostro.

—Deje mi auto estacionado a unas calles de aquí, ¿quieres ir?—preguntó mirándome—Tengo algo planeado para nosotros.

Por un momento pensé en mamá y en Spencer, si voy con Henry, ellos estarían muy decepcionados de mi, pero la culpa se disolvío cuando recorde que estaba obligada a asistir en verano a la escuela. Entonces, que se jodan.

—¡Vamos!—empezamos a caminar, el auto no estaba muy lejos como lo imaginaba—¿Por qué no limpiaste tu auto?.

Henry corrió, tomo una parte de su chaqueta y limpio el vidrio de enfrente del auto, luego abrío la puerta para indicarme que entrara.

—Eso es asqueroso—solté con risa, entrando al auto—¿A donde vamos?—pregunté con mucha ansiedad, temía que alguien me haya visto salir de la escuela.

—Lo sabrás cuando lleguemos—colocó la llave y encedio el auto—Pero te aseguro que te encantará—besó mi mejilla.

No confiaba en Henry, y ya se, entonces te preguntaras, ¿Por qué te subiste a su auto?, bueno, él es un idiota, pero hasta ahora no me a hecho daño, algunas veces me llevó a fiestas que terminarón muy mal, emborrachandosé hasta no recordar nada, y dejandomé sola sin como regresar a casa más que caminando a mitad de la noche.

—Eso espero—sonreí, le arrebaté el cigarrillo de la mano, y me lo pusé en la boca—Solo espero que no me dejes sola.

—No te deje sola—lo miré con indignación, su risa era irritante—Tu éras la que quería irse y dejarme ahí borracho.

—Porque era muy tarde, sabes que mi mamá me mataría y eso no te importó—le reclamé, quería dejar de verlo—Mi hermano casí llama a la policía por mi "desaparición".

Con el volante aun en sus manos, llegué a escuchar un leve y sincero "Lo siento", el cual acepte con tranquilidad.

—¿Qué hacemos aquí Henry?—cuestioné al rubio—¡Henry, Que carajos!.

El rubio cerró todas las puertas del auto, dejandomé sin salida a la vista, y sin siquiera poder llegar a pedir ayuda por las ventanas cerradas.

—He hecho algo muy malo Val—giré a mirarlo con mucha molestia—La policía esta buscandomé—fruncí el ceño con mucha intensidad.

Miles de ideas cruzaban por mi cabeza, ¿qué tan malo podía haber hecho?, tal vez fumó en un área prohibida, o quizás se metió en un propiedad privada.

—¿De qué hablas?—volví a preguntarle, con mucha más desesperación en mi voz—¿Por qué me trajiste a mi?.

—He robado una gran cantidad de dinero, muy grande—soltó, y fue como una bomba en mi cabeza—¡Es mucho dinero!.

—Pero puedes devolverlo—propusé—Si no tienes, yo puedo prestarte, luego puedes devolvermelo, eso no importa.

Vi negar muchas veces con su cabeza, golpeaba el volante una y otra vez con furía y desesperación, yo no entendía que hacía dentro del auto junto a él.

—Hize un trato con la gente a la que le debo—confesó entre lagrímas mirandomé con pena y arrepentimiento—Me dijerón que no les deberé nada, que todo quedará olvidado a cambio de...—su voz se detuvo.

Lo miraba esperando una maldita respuesta, los nervios pusierón mi piel de gallina y los pelos de punta, el delineador de mis ojos se había chorreado por mi rostro debido a las lagrímas que soltaba.

—A cambio de que tú vayas con ellos—evito mi mirada, estaba procesando lo que dijo—¡Perdonamé!—gritó llorando.

—¿Como pudiste ser capaz?—grité con la voz muy quebrada—-¡Henry podemos salir de esto juntos, yo te puedo ayudar con el dinero!.

Con mucha más fuerza empezé a patear fuertemente las puertas, los vidrios, incluso razcar las manijas con mis uñas buscando una salida.

—¡Es ella!—me señalo Henry, mi supuesto mejor amigo—Su nombre es Valeria Schmidt tiene 16 años.

La puerta tras de mi se abrío, unos brazos me rodearón con mucha fuerza, intentaba de todo para safarme del agarré, hasta llegué a morder y rasguñar, pero era imposible.

—¡Henry!—gritaba mientras estos me trasladaban a otro auto, el rubio bajo y miraba todo llorando—¡Eres un traidor!.

Lessa_✨

GUILTY #1 - Ziggy Berman, Nick Goode Y Tú - Fear StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora