41 .- Tengo miedo

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Narrador omnisciente :

La luna relucía en el cielo junto a las estrellas. Los árboles en el bosque se encontraban en gran silencio. La tranquilidad es lo que puedes llegar a imaginar.

—¿Tommy?—Lane dijo mientras abría la puerta de el enfermería muy asustada—¿Qué haces aquí?.

El chico apretó sus puños fuertemente y le entregó la mirada a la mujer que se encontraba junto a la puerta.

—No quiero nada de usted—dijo muy decidido el muchacho—Solo vine por Valeria. Para llevarla lejos de usted.

—¿Qué estás diciendo?—Lane cerró la puerta y caminó hacía el rubio—¿Por qué harías eso?.

El aire chocaba una y otra vez con las ventanas, la brisa era fría y daba acorde con la situación.

—Esta dormida—declaró la mujer—Vuelve a tu cabaña. Te ves cansado.

La enfermera volvió abrir la puerta para indicar que Slater saliera.
Todo lo contrario, Tommy caminó a una de las habitaciones que tenía la enfermería.

—¡Te dije que está dormida!—ella gritó muy alterada mientras corría detrás del rubio.

Por nada del mundo Tommy se detenía. Ni siquiera una pobre y desatada mujer corriendo detrás de el.

—¿Val?—buscaba Slater a la pelinegra—Toma tus cosas. Vienes conmigo.

Tommy revisó dos habitaciones, y no encontraba nada. Rápidamente se fue a la última, esperando encontar lo que tanto buscaba.

—¿Qué le hizo?—el chico corrió para ayudar a su amiga—¿No me escuchó?. Le hize una pregunta.

Tommy encontró a su querida amiga muy debilitada, milagrosamente estaba despierta, pero poco conciente. Schmidt intentaba caminar pero al parecer sus piernas no le respondían.

Tengo miedo—susurró Valeria con poca fuerza desde sus pequeños y pálidos labios.

La enfermera intentaba sacar a como de lugar a Slater, a empujones, gritos y demás.

Valeria cayó al piso. Sus débiles ojos no podían evitar intentar cerrarse, sus pequeñas manos se abrían y cerraban en forma de "auxilio".

—¡Salga de mi camino!—Tommy empujó a la enfermera para correr hacía Valeria.

Schmidt estiraba sus piernas como tratando de liberarse de algo o de alguien, ahora su mirada apuntaba a la luz de una lámpara, sin dejar de gemir con cansancio.

—¡Mírame Val!—el chico buscaba cómo poder ayudarla—¡No voy a perder a nadie más!.

Lane apreció detrás del muchacho, lo quitó del camino como minutos antes lo había hecho él.
Ahora esa mujer entre sus manos traía una jeringa lista para el brazo derecho de Valeria.

GUILTY #1 - Ziggy Berman, Nick Goode Y Tú - Fear StreetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora