Después de aquella revelación, la joven trató de disimular aquella duda porque le era realmente dolorosa.
-¿Lizzy estás bien? ¿Te has puesto pálida?- Preguntó preocupado el conde.
-Solo un poco cansada, creo que voy a mi habitación. Vamos Paula.- Contestaba con seriedad a la pregunta a su prometido.
-Buenas noches Lizzy, si llegas a sentirte mal no dudes en avisarme.- Le sugirió el joven con amabilidad mientras ella se disponía a salir.
-Si Ciel, no te preocupes.- Le dijo fingiendo una amable sonrisa.
-Buenas noches, señoritas, que descansen.- Les deseó el mayordomo con amabilidad como siempre.
-Sí, Buenas noches Sebastian.- Respondió la joven mirándolo con un poco de molestia, lo que el mayordomo pudo notar.
A los pocos minutos el joven amo se encontraba en su habitación dispuesto a dormir,
-¿Que le pasará a Lizzy, estará enferma?- Le preguntó preocupado a su mayordomo mientras lo cambiaba.
-No lo sé joven amo, solo podría decirle algo espero que no se moleste.- Le contestó un poco dudoso Sebastian por lo que diría mientras acariciaba tiernamente su rostro.
-Dime,- Ordenó con curiosidad el jovencito mirando fijamente a su demonio.
-Creo que ella sospecha de usted y mi persona. Lo digo por la mirada que me lanzó antes de irse.- Decía esto con una mirada sospechosa el apuesto mayordomo ante el conde que se sorprendió con esa revelación.
-Pero que dices, en todo el día casi ni nos vimos, mantuvimos solo el contacto necesario, por lo mismo para evitar cualquier tipo de sospecha.- Contestó muy nervioso el conde.
-Disculpe que le diga esto, pero es su culpa, mientras jugaba con ella hace unos momentos, usted me miraba algo que ella pudo notar, ¿no podía ser menos obvio?- Le decía con una mano sobando su propia sien.
-Ahhh pero... pero... si yo lo disimulé muy bien. Es tu culpa idiota, por estar junto a mí.- Le respondió más nervioso el conde dandose cuenta que si era cierto.
-Le recuerdo que usted me ordenó que me quedara.- Contestó serio el demonio ante la acusación.
-Tal vez son ideas tuyas, me quieres molestar, ¿Verdad?- Hablaba Ciel mientras le halaba la corbata para enfrentarlo.
-Estoy hablando en serio, tal vez mal interprete esa actitud aunque es probable que no me equivoque. Solo sé que si esa niña intenta lastimar a mi amo no se lo permitiré.- Le dijo con mirada que daba miedo, soltando el agarre de su amo.
-Ten cuidado con esos impulsos asesinos, ella es mi familia, además no hará nada, porque no descubrirá nada.- Le contestó sorprendido el pequeño al ver la actitud de su mayordomo.
-... si claro, ahora veo que le preocupa, no hay que alarmarse… total esto solo es solo un juego, no es algo importante.- Respondiéndole con indiferencia decia el demonio, ciel trataba de disimular que esas palabras no lo hirieron.
-Si, tú lo has dicho es solo un juego sin importancia, ahora debemos pensar que hacer.- Murmuraba Ciel mientras se acomodaba en la cama, un poco dolido por lo dicho anteriormente.
Mientras amo y mayordomo pensaban que hacer, en otra habitación una joven tenía la mirada perdida. Su acompañante no entendía por qué el cambio de actitud de su ama.
-¿Se siente bien?- Acertó a preguntar preocupada.
-Prométeme que lo que voy a decirte no le dirás a nadie.- Contestó seriamente la joven.
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Mi destino es amarte
FanfictionUna historia de amor basada en la popular y hermosa obra de Yana Toboso. ¿Qué sucederá cuando Ciel le haga una propuesta rara a su mayordomo? Todo lo que empezó con un juego del joven conde terminara revelando los mas profundo sentimientos de ambos...