Bear Loves Vanilla || WooChan

extra #1 2/2

El capítulo tiene contenido levemente explícito. Con esto no se busca sexualizar a alguno de los protagonistas del libro, es algo necesario para el proceso de este.

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-Él llegará en cualquier momento y no puede verte o... -

-¿O qué, WooJin?-

Christopher vio como los ojos de ambos Kim se abrían de sobremanera, le fue imposible no sonreir sarcásticasticamente. ¿Por qué su pecho dolía de esa manera?

-N-No es lo que parece, Channie... -

El alfa en la habitación trató de acercarse a su omega, pero este retrocedió con algo de miedo.

-No, yo no... No quiero escucharte por ahora, Kim. -

WooJin sintió como se encogia su corazón, en el tiempo que llevaba conociendo a Chan este nunca le había llamado de esa manera.

-No sé qué es lo que está pasando, no entiendo que hace ella aquí... Después de tanto daño, ¿ella realmente está aquí? Contigo y... encerrados en una habitación temiendo que yo llegue y los encuentre... -

Al no encontrar respuesta de los contrarios, siguió hablando.

-Siempre te brindé mi atención, cariño y te puse primero que nada. Yo sigo... Sigo sin creerlo, nunca esperé esto de ti. -

La mirada seria del omega se paseó del alfa hasta la Kim menor. Miró de abajo hacia arriba y sonrió ladino.

- Al parecer te saliste con la tuya, Jennie... -

Nuevamente miró a su Alfa, sonrió como había acostumbrado a hacerlo por tantos años a la vez que levantaba su manita izquiera a la altura de su propio rostro.

-No siento que deba estar aquí, gracias por todo WooJin Hyung. -

Con su otra manito sacó el pequeño anillo de plata de su dedo anular y lo tiró hacia el cuerpo del mayor.

Dio media vuelta y salió sin mirar hacia atrás.

Y Kim WooJin solo pudo apreciar como su lobito, su Christopher Bang, salía de su vida.

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Los días pasaron rápido para Christopher, quien había pasado una semana entera en su pequeño gran hoyo oscuro llorando sin parar por el dolor que un lazo débil a punto de romperse causaba y culpandose de haberse entregado tan fácilmente al Alfa de sus sueños.

Felix, al notar el mal estado de su primo, había tratado de localizar al causante del daño en su mayor, pero parecía que Kim WooJin había desaparecido de la faz de la tierra.

Diez, once y hasta un año pasó hasta que Chris pudo saber algo de WooJin. El Alfa jamás intentó buscarlo y por más que Chris quiso encontrarlo no lo había logrado.

Christopher cada vez se sentía un poquito peor, no habían terminado directamente pero al parecer el tiempo había logrado decidir por ellos.

Era un Díez de febrero. el día había comenzado extraño para el Omega, pues por varias horas había escuchado pasos por su pasillo, voces murmurando y toquesitos en la puerta que parecían no querer ser escuchados.

Decidido a ahuyentar a la persona que atormentaba su comodidad, se vistió con solo un buzo que había robado del alfa y se dirigió a abrir la puerta.