Bear Loves Vanilla || WooChan

extra #2

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Christopher sabía lo difícil que sería tener hijos, la responsabilidad era demasiada y él no se sentía preparado para eso.

WooJin era lo contrario, ansiaba por tener cachorritos con su Omega. Necesitaba a pequeños corriendo por toda su casa, le gustaría que lo llamaran "papi" y que no fuera Chris... Digo, ¿qué? En fin, en serio deseaba tener cachorritos.

En realidad WooJin no tuvo que esperar demasiado, pues cinco años después de estar en una relación con Chris, el pequeño TaeHo con cinco años de edad llegó a ellos.

Los problemas comenzaron dos años después, cuando la pequeña JaeMin estaba por llegar a sus vidas.

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Era una mañana fría, WooJin estaba feliz trabajando y TaeHo se encontraba tranquilo en su colegio. Sin embargo, Chris era todo lo contrario.

Nuestro lindo chico rubio se encontraba siendo un manojo de nervios en la recepcion del hospital, pues tenía unos cuantos meses ocultando sus mareos, uno que otro antojo y demasiados cambios de humor. Aunque él realmente deseara no pensar en los resultados, su mayor temor era estar... Embarazado. Él realmente no estaba listo, ¡a penas podía con su pequeño de siete años!

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una voz llamando su nombre, un escalofrío recorrió su cuerpo y decidió tranquilizarse, no quería alertar a WooJin.

Con pasos torpes y manos temblorosas, entró al consultorio.

Su doctor era un Beta, demasiado lindo. Leyó la placa, un "Hwang" se encontraba ahí, resaltando con letras doradas.

El beta le sonrió tranquilo, para él era normal recibir a Omegas jovenes. Hoy en día habían muchos descuidos así.

—Muy bien, Señor Kim. Necesito que se recueste en la camilla y suba su playera. —

—Ujum. —

Con sus ojitos revoloteando, acotó la orden del profesional. El beta colocó un líquido demasiado frio en su pancita algo hinchada y pasó un aparato, que no sabía lo que era, por éste.

Cerró sus ojitos con fuerza, se negaba a ver su realidad. Él no podía estar embarazafo.

Más sus inseguridades desaparecieron al divisar un puntito algo pequeño en la pantalla. Su pecho se llenó de una sensación cálida, estaba feliz.

—Felicidades, señor Kim. Usted está esperando un lindo cachorrito. —

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Habían pasado dos o tres semanas desde su visita al médico, justo ahora se encontraba con su novio frente a la playa donde se conocieron. Sí, estaban en Sidney, Australia.

TaeHo corría detrás de las gaviotas a unos pasos de ellos, mientras que junto a WooJin estaban en la orilla de la playa mojando sus pies.

El ambiente era cómodo, pero ambos sentían la necesidad del contrario, necesidad por decir algo pero ninguno sabía la razón.

—Woosito. —

—Chrispie. —