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Viernes, ¡por fin viernes!
Para la mayoría de estudiantes este día era glorioso, último día de jornada en la semana y el comienzo del descanso. Para Chris solo era un día más, pues tenía clases de piano después del instituto.
A veces, Bang se sentía mal consigo mismo, se sentía cansado de su vida y se recriminaba por cosas que habían pasado en su niñez. En esos días, dejaba de fingir sus lindas sonrisitas, su actitud cambiaba a una desinteresada y sería, también había veces en las que su voz se hacía un poquito más grave y se notaban en demasía las bolsas oscuras bajo sus ojos gracias a la falta de maquillaje. Lamentablemente, hoy era uno de esos días.
Sus amigos habían faltado a clases y no había visto a WooJin, además de que Jennie se las había arreglado para hacerle pasar un mal rato en receso, así que nuestro pequeño omega estaba triste y solo quería dormir por cinco días.
su última clase la pasó perdido en sus pensamientos y haciendo dibujitos extraños por su hoja, después de una hora de aburrimiento el timbre que finalizaba sus clases sonó con fuerza haciendo que el australiano saltara en su asiento.
Christopher se apresuró para guardar sus cosas en su mochila, deseaba huir e irse a esconder bajo sus mantas mientras lloraba porque extrañaba a ellos.
Su huida se vio interrumpida por la manada que tenía por compañeros.
—animales estúpidos, no conocen el orden. —
Se quedó en su lugar hasta que todos abandonaron el aula, tomó su mochila y la cruzó por su pecho. Con la mirada baja, salió del salón.
—¡Chris!—
Escuchó la voz que tanto le gustaba a sus espaldas, así que dio media vuelta chocando con el pecho del alfa que corría hacia él.
Un delicioso olor a pinos y tierra mojada inundó sus fosas nasales, Chris realmente deseó no separarse del pecho del mayor.
Con lentitud dio dos pasos hacia atrás quedando frente al Alfa. Notó como este se le quedaba viendo por un gran tiempo, así que algo incómodo se decidió por hablar.
—WooJin hyung, hola... no quiero sonar grosero pero... Um, ¿necesita algo? Porque yo necesito irme. —
—¡Oh! Sí, lo siento. Verás, me preguntaba si querías um... Ir por un helado, ahora mismo. —
La voz agitada del Alfa resonó en sus oídos, notó el nerviosismo del mayor y sin notarlo, ya estaba sonriendo junto a él.
—M-Me encantaría pero... Tengo clases de piano. —
Ante su respuesta WooJin hizo un pequeño puchero, ¡rayos! Ahora se sentía culpable. No queriendo hacer sentir mal a su crush, se apresuró a hablar.
