Capítulo Diez

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No podia dejar de mirar sus anchos hombros, el torso cubierto por una camisa azul con los dos primeros botones desabrochados, dejando al descubierto su piel morena.

Sus sentidos despertaron a la vida. No deberia haberlo bloqueado como lo habia hecho asi no le afectaria tanto.

Elena lo miro a los ojos, tan verdes estaba esbozando una sonrisa, la misma que tanto la habia atraido desde el principio. Y sentia la misma sensación de antes.

Pero ahora le dolia. Ahora veia esa hermosa boca dandole placer a otra mujer. Veía esos ojos rodeados de oscuras pestañas ardiendo por otra mujer.

Vio que Alexandro la miraba con deseo, y aparto la mirada y esos pensamientos esto no iba a parar en nada bueno.

Pero como si lo supiera, ella lo miro, desafiante. Siempre habia sentido ese desafio por parte de Elena, estuvieran en medio de una pelea o haciendo el amor. Vio que levantaba la barbilla y hacia una mueca con desdén.

-Buenas noche, Principessa.

-Buenas noche Alexandro. ya estoy aqui asi que vamos al grano.

-Tan directa como siempre querida.

Alexandro le retiro la silla para que se sentara, pero tenerla tan cerca y no tocarla lo iba volver loco, tenia que  actuar rapido si queria que su plan marchara rapido.

Alexandro sabia que Elena podia ser irritante y testaruda cuando queria. Una vez creyo que estaba con una criatura dulce e inocente. Pero pronto descubrio que la joven testaruda tenia un caracter de hierro.

Salvo en la cama, se recordo a si mismo. En la cama en sus brazos, perdia el deseo de pelear.

Recordando que era ahí donde queria terminar la noche, solo pensar que estaba con Lucas lo enfurecia.

La tentación de tomarla del brazo para obligarla a mirarlo era tan fuerte que tuvo que meterse las manos en los bolsillos del pantalon. Habia llegado temprano y pasando a su lado como si fuera ella quien llevase el control de la situación.

El camarero llego y Alexandro pidio el mejor vino.

Elena miro Alexandro alzando la copa a un metro de ella,  sabia Alexandro era un maestro en mentir y querer todo a su disposición. Pensó,  irónica,  mientras ella lo miraba y alzaba su copa también.

-Muy bien mordere el anzuelo -dijo Alexandro.

-No deberias estar chantajeando me para que viniera a cenar contigo.

-No hecho nada todavia, tu estas aqui por que tu necesitas el contrato y ayudar a tu padre.

-Si te digo que no te necesitamos.

-No te creo principessa estuve haciendo mis averiguaciónes y por poco la empresa se va a la bancarrota por ese contador nuevo.

-Como lo sabes eso es privado.

-Querida te sorprenderia lo que la gente hace por dinero.....

me gusta la empresa y lo que proyecta se que tu padre es un hombre honesto y responsable.

-Entonces que es lo que quieres?

-Quiero que  te cases conmigo,  y en vez de hacer el contrato con tu padre tu seria la  nueva socia mayoritaria para poder levantar la empresa como regalo de bodas.  Eso si no te quiero ver a lado de Lucas.

Elena aparto la mirada,  agitada aunque habia decidido no sentir nada en absoluto este hombre la estaba volviendo loca.

- Y  si no acepto. Y  si no estoy dispuesta aceptar tus condiciones.

-No me provoques....

El corazón de Elena latia con tanta fuerza que le costaba trabajo respirar.

-Por que me haces esto? 

Elena habia visto enfadado Alexandro varias veces, pero nunca de ese modo.

-Mis motivos solo me pertenecen a mi, de ti depende que la empresa se vuelva a levantar y que tu padre no sufra otro infarto.

-Te odio, si alguna vez senti amor por ti ahora es todo lo contrario.

Tu no tienes que estar haciendome chantaje ,  no tienes que hacer ese contrato con la empresa ya conseguire yo nuevos clientes no te necesitamos.

-Te equivocas principessa necesitas de mi mas que nunca ....

-No, tu no tienes idea de lo que es estar desesperada .  Por eso has creido que podias aparecer aqui desafiante, dispuesto a ser tu quien  coloca tu dinero en la empresa y que yo estuviera tan contenta.

Alexandro arqueo una ceja irónico.

-Ahora te sientes chantajeada y traicionada,  que crees que te iba seguir como un perrito...

-tu nunca podrias ser el perrito de nadie.  Tu naciste siendo un lobo.

Elena lo miraba a los ojos decidida a no dejar que la dominase...

Alexandro penso que era sensacional verla enojada,  era tan hermosa que...

Entonces vio los ojos de Elena vio que sus ojos se escurecian y sus mejillas se llenaban de color.

Elena desvio la mirada y Alexandro se sintio decepciónado.

Una vez,  solo una vez la habia retado y Lucas su primo se interpuso entre ellos.  Y si en alguna ocasión se habia preguntado como seria caer en un pozo negro, lo habia descubierto aquella noche.

Se sentia furioso y amargado,  pero no pensaba dejarla ir tan fácilmente....

Duelo de Pasiones...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora