Duelo de Pasiones...

Capítulo 12

Recien salido de la ducha,  Alexandro sintio que tocaban la puerta,  habia llegado Elena  con media hora de adelanto.

Lo habia hecho deliberadamente para pillarlo por sorpresa o seria por miedo?  se preguntó.

Por supuesto, no se hacia ilusión que hubiera ido por que quisiera verlo,  solo una cosa empujaba a Elena a mostrar debilidad,  su padre.

Si dejaba aparte su otra debilidad, el mismo.  No podia controlarse cuando la besaba,  el lo sabia bien.  Cuando ponia sus manos o su boca sobre ella,  perdia el control.

Se dirigio abrir la puerta.  Estaba absolutamente convencido de que tenia a Elena donde la queria . Seguramente ella queria salir corriendo en dirección contraria,  pero no podia hacerlo por que la lealtad hacia su padre se lo impediria. 

-Buenos dias principessa.

Elena paso delante de el,  sorprendida al verlo con una toalla en la cintura,  tuvo que hacer un esfuerzo para controlar sus sentimientos y verlo alli,  a unos centímetros de ella, casi desnudo.

Tendría que ser fuerte y no sentir nada por Alexandro,  resultaba casi grotesco descubrir que era todo lo contrario.  Sentia la misma atracción de siempre,  la misma tensión sexual.

Su pelo negro estaba mojado,  el brillo de su piel,  no podia dejar de mirar sus anchos hombros y su torso descubierto dejando ver  su piel morena.

-Buenos dias Alexandro -dijo Elena.

-No te esperaba tan temprano si me das un momento voy a vestirme, -si quieres pasa a la terraza de la habitación ya te alcanzo.

Mientras Alexandro se vestia,  se decia por que Elena lo alteraba tanto,  durante estos últimos años habia trabajado sin descanso para intentar olvidarla.

La unica mujer que le habia proporcionado un placer tan inmenso.

La unica mujer que le habia dejado con ganas de mas.

La unica mujer que habia amado de verdad y lo habia traicionado.

El habia tomado su decisión, seria su esposa.

Tocaron el timbre. -Alexandro salio abrir,  el no esperaba a nadie mas.

Elena se quedo mirando Alexandro entraba en la terraza con una mujer en brazos los celos la invadieron.

-Hermanita te presento a tu cuñada,  mi futura esposa Elena.

Elena todavia fuera de base fue a darle la mano cuando sintio que la  abrazaban.

-Es todo un placer conocerte -soy Sofia por fin te conozco Elena.

Sabia que si Alexandro habia hablado de ella era para decirle que fue una mas de sus conquistas.

- Sofia tu no tienes remedio- dijo Alexandro,  le habia contado todo a  Sofia y a  su amigo Antoni,   eran los unicos que sabian por lo que el habia pasado hace años.

-El  placer es todo mío Sofia.

Alexandro se sento al lado de Elena viendo la reacción de ella, Sofia hablaba sin parar.

-Estuve esta semana donde la abuela me dijo que estaba Lucas de visita y aproveche de venir a verlo pero no esta en el hotel, llame a  Antoni para saber de ti,  me dijo que no habias viajado a Londres y que estabas aqui,  me extraño que  estuvieran tu y Lucas en el mismo hotel y pregunte por ti.  Ahora no entiendo como que mi  futura cuñada.

Alexandro abrazo a Elena por los hombros,  si pensamos  casarnos cuando estemos en londres con la familia de Elena.Te iba llamar. 

-No, -dijo Elena,  quiero que nos casemos aqui por el civil,  tu hermana y Antoni pueden ser los testigos.

-Me encanta la idea -dijo Sofia.

-Estás segura?  podemos casarnos cuando estemos alla.

-No,  has los arreglos -dijo Elena mirando lo a los ojos.

Alexandro tomo una de sus manos y la beso, y  mirandola a los ojos  le dijo como tu desees principessa.

Elena no queria celebrar la boda , no tenia motivos para celebrarla , ademas si veia a  su padre y a su hermana no podia ocultar por que se estaba casando, lo descubriria su padre y no lo permitiria. 

-Sofi me puedes dar cinco minutos con Elena.

-Claro hermanito,  pero ella va pasar todo el dia conmigo, tenemos muchas cosas que hacer  -Elena te espero abajo.

-Elena estas segura que esto es lo que quieres.

Elena se levanto y lo miro.

-Tengo elección? 

-No,  pero podrias estar con las personas que  tu amas.

-No lo prefiero asi....

-Ya no hay marcha atras....te quiero solo para mi,  eres mia -dijo Alexandro con voz ronca.

Elena abrio los ojos... que demonios estaba haciendo? como habia permitido que  esto se saliera de control. 

-Te odio -le susurro Elena -te odio tanto...

El la obligo a callar con un beso hambriento. Cuanto mas trataba ella de resistirse,  mas fuerza empleaba el para convencerla.  Hasta que el odio de ella se trasformo en una fiera pasión y una necesidad mutua.  Lo abrazo por la espalda y lo beso con toda la ira y nostalgia acumuladas durante estos tres dias.