Me puse una ropa cómoda y salí de casa por la ventana trasera. No llevaba más nada que mi tarjeta de crédito y algunos billetes en efectivo, un poco de ropa, mi laptop y celular. No tomé en cuenta el reservar un viaje hacia California, pero tomaría un autobús, después de todo vivo en Texas. Así que no habría problema de tomar algunos autobuses.
Por otro lado
Me quedé dormido nuevamente. Tenía la laptop encima de mí, revisé que hora era. Para mi suerte eran las 8 de la noche, así que me busqué algo de ropa para ducharme, mas tarde me haría la cena y me dormiría antes de que mamá llegue, no quería intercambiar palabra con ella.
Terminé de bañarme y para mi sorpresa, mamá había vuelto. Me miro, y la miré, pero seguí en lo mío. Estaba actuando indiferente con ella, solo por el hecho de que me molesta lo que piensa, y de que no confía en su hijo.
Ingresé a mi habitación y tome la laptop, un correo. Estaba nervioso, necesitaba verlo, pero también tenía miedo. MUCHO MIEDO. ¿Qué pasaría si no me aceptaran?, es decir durante un largo tiempo he soñado con esto, y el simple hecho de que esperara para llegar a nada creo que me dolería mucho mas que otra cosa. Abrí el correo con los ojos cerrados y lentamente los fui abriendo. Pero no duró mucho, ya que al ver la palabra ¡FELICIDADES!, casi me desmayo.
Un pequeño grito de emoción retumbo por la pequeña casa. No quería que mamá sepa que estaba contento. Bajé y me preparé un té para luego volver a la habitación. En ningún momento intercambié conversación con ella. En fin, ahora debía preocuparme como haría para viajar. Es decir, el dinero lo tengo, la ropa también. Pero temía que si me iría sin avisar, mamá piense que algo malo me habría pasado. No tenía otra opción. Reservé lo mas rápido que pude un viaje hacia california. Tuve mucha suerte ya que quedaban unos tres pasajes disponibles, ¡BINGO!. Era mi día de suerte. Apronté mi bolso con ropa, y tomé todo lo ahorrado que tenía. Ahora solo debía esperar que mamá se acostara. El vuelo salía a las 1:00a.m. Mamá para entonces ya estaría dormida.
Al pasar unas horas.
Ya habían pasado unas 6 horas, salí de la habitación para revisar, si ya se habría ido o no. Estaba en lo correcto, estaba descansando. Sigilosamente me alejé de mi habitación, tome las llaves de la puerta, la abrí y luego estando fuera de casa me quede quieto, observando la misma. Tenía miedo. Por empezar, nunca había viajado, y temía por mamá. No quería que este sola y mucho menos triste y preocupada por mí. Pero este era el momento, era ahora o nunca. Así que cerré la puerta y me aleje, encaminándome hacia el aeropuerto.
Al llegar allí, ingresé hacia la puerta principal, y esperé por mi avión. No tardaron mucho en advertirnos sobre nuestro viaje, ya que estaría por despegar, así que me dirigí al avión que me tocaba tomar. Admito que estaba tan nervioso que traspiraba. Finalmente una vez arriba del avión, me acomodé y di un fuerte suspiro. Ya me imaginaba allí, bailando, disfrutando de la música, y dándolo todo. Solo era cuestión del tiempo. Pero sabía que muchas cosas buenas estaban por suceder.
ESTÁS LEYENDO
Hasta la cima
Teen FictionDos jóvenes escapan de su entorno, en busca de lo que les apasiona, bailar. Ambos se embarcan en una aventura para poder llegar a cumplir su sueño, volviéndose compañeros con una gran química que conquista a millones de personas. Aclaración: Persona...