Con él.

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De nuevo, rodeo la cintura de Josh con mis brazos, ahora, en su motocicleta y rumbo a el edificio.
Al llegar, bajo de su moto y le invito a mi departamento; él acepta. Subimos las escaleras hasta el séptimo piso. Antes de entrar, di un rápido vistazo a la puerta de Cath, de la cual, puedo ver por debajo sobresalir luz. Lo ignoro, abro la cerradura y entramos.
-Puedes sentarte. ¿Gustas un vaso de agua, o lo que quieras?. -le digo a Josh.
Él se sentó en uno de los modernos sillones blancos de la sala.
-Está bien agua. -responde sonriendo.
Voy a la cocina y sirvo dos vasos de agua, con dos hielos en cada uno, es verano aún.
Regreso al salón y me siento a su lado, entregándole el agua.
-Oye, y que pasa con Cath ¿eh?. -me pregunta, tomando de su vaso.
-Nos hemos peleado. -respondo, mirando al suelo en vez de a él.
-¿Por dejarte ayer?
-Sí, por eso.
-Lo siento. -dice, haciendo una mueca.
-No es nada. -digo, pasando mis dedos por el borde del vaso.
Dejo mi vaso sin terminar en la mesita del salón, me recargo en el sillón y abrazo mis piernas.
-¿No hice nada estúpido ayer, verdad?. -le pregunto.
-No. -responde rápidamente.
Él sonríe, acariciándose arriba de sus labios, a un lado de la nariz, con su dedo, para después hacer lo mismo con sus delgados labios. Si no fuera porque hace poco terminó una relación, ya me lanzaba a ellos. Paso mi vista por mi solitario departamento. De pronto se me ocurre algo.
-¿Tienes algo que hacer hoy?. -le pregunto.
Se la piensa un poco.
-En realidad no. -contesta.
Sonrío de lado.
-Vámonos de compras.
-No soy una chica... -me dice riendo.
-No son cosas de chica, vamos a adornar este solitario departamento.

Al final dijo que sí.
Vamos a una tienda de cosas para la casa que está cerca del edificio. Pero antes, llegamos a imprimir unas fotografías que planeo colgar alrededor de mi departamento. Todas, en blanco y negro.
Luego, fuimos allá y compramos un gran librero armable (así como también libros, porque bueno, vi una librería y no me pude resistir), unos marcos para fotos y ya, porque regresamos caminando y no creo podamos con tanto.
Ahora, entre los dos cargamos con la caja del librero, Josh en su mano libre lleva las dos bolsas con libros, y en mi mano libre, cargo con la bolsa que lleva los marcos para las fotos, la cual tiene adentro el sobre con las fotografías. A duras penas subimos los siete odiosos pisos y al entrar, agotados, nos dejamos caer en la alfombra.
Cuando nos hemos recuperado, echamos manos a la obra. Conecto mi celular al estéreo y reproduzco el álbum "1989" de Taylor Swift. ¿Que mejor música para adornar animadamente un triste departamento?.
Ambos armamos el librero, y ya que terminamos, traemos las pilas de libros de mi habitación que traje desde mi país. Los acomodamos como quisimos y luego saqué las fotos.
Imprimí la mía junto a Josh. También nueve fotos con Laia. Una con mi familia, asi como con la banda con la que canto en Phillip's. Y, a pesar de que ahora estamos peleadas, una junto a Cath. Metimos todas las fotos en sus respectivos cuadros.
En la sala, colgué las nueve fotos de Laia y mías en forma de corazón. Las de mi familia y mi banda también quedaron en la sala. En la cocina, quedó la de Cath. Y la que tengo junto a Josh, él insistió en que la colgara en mi habitación, asi que ahí está (mejor lugar no podría tener esa foto).
Ya que hemos terminado, satisfechos con nuestro trabajo, Josh y yo chocamos las palmas. Sinceramente la primera vez que pensé en adornar el departamento no pensé que lo haría con Josh Hutcherson, y la verdad, mejor persona para ayudarme no pude haber pedido (Y él fue súper gracioso cuando se empezó a escuchar "Shake It Off"). Me pidió mientras metíamos las fotos en los marcos la dirección de mi universidad, ya que "Me gustaría verte salir de ahí como una buena chica universitaria" según él.
-Me tengo que ir. -me dice, mientras mira la hora en su celular.
-Bien. -respondo.
Bajé con él hasta llegar a donde estaba su moto. Le di un abrazo de despedida, que acompañó con un beso en la mejilla.
-Gracias por hoy, Josh. Te veo luego. -me despido.
Se pone su casco y me sonríe de lado.
-Te veo, __________. -me dice, arranca y se va. Yo solo lo miro alejarse, siendo completamente feliz.

Cuando termino de subir las escaleras, y mientras abro mi puerta, escucho la de atrás abrirse. Al voltear, veo que es Cath.
-__________, hay que hablar. -me dice.
-No hay nada que hablar. -le digo, dándole la espalda y tratando de abrir la puerta, cosa difícil, ya que ella me puso nerviosa.
-En serio, lo siento, no debí hacer mucho caso de Luis, no debí dejarte ir...
Me pican los ojos, pero no, no voy a llorar frente suyo. Por fin, pude abrir la puerta y entré, ignorando por completo sus comentarios.
Las lágrimas me empiezan a bajar por las mejillas silenciosamente.
Voy por mi laptop y la enciendo. Me pongo a escribirle a Laia, desquitándome de todo el enfado que siento de lo de ayer. Mientras lo escribo, mis lágrimas son mas abundantes. Lo mando. Ella me contesta solo:

"Contesta."

Y al momento mientras lo leo, siento que mi celular vibra. Me está llamando, cosa que solo hacemos cuando la cosa es grave. Contesto.
-¿Quien es esa Cath? ¿Quien te sacó de ahí? ¿Que le dijiste?
Le contesto la primera pregunta entre sollozos.
-¿Quien te sacó de ahí?. -me pregunta, y por su tono sé que está enojadísima.
-Si te digo no me la crees. -contesto.
-¿Quien?. -pregunta curiosa.
-Josh. -respondo.
-¿J-Hutch? Cielos, ese hombre es maravilloso. Te salvó de quién sabe que te pudiera pasar. -me dice, para después suspirar sonoramente- Mato a esa Cath en mi primera oportunidad, __________.
-Ya se arreglará. -digo, mas desanimada que nada en todo el tiempo que llevo en L.A.
-Eso espero... porque si no, esa no la cuenta. -responde en un tono más que de enfado.
Seguí hablando con Laia un buen rato más, hasta que ya no pude y me fui a dormir, cayendo como una piedra sobre la cama.

En los brazos de Josh HutchersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora