Coldplay los tres.

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Laia ayer por la noche convenció a Josh de quedarse a dormir con nosotras. Por lo que, despierto entre las dos personas mas importantes de mi vida hoy en día. También, fuimos después de que se terminara de duchar, a la casa de Josh para que pudiera organizar en un maletín lo que necesitaba él para un día de campo. Porque bueno, ella organizó uno para irnos desde las cuatro de la mañana. Si, demasiado temprano. Conociendola, sé que no vamos a perder ni un minuto de vacaciones libre junto a ella. Son las tres de la mañana y los despierto a ambos, para luego irme a duchar y arreglarme.
Cuando he terminado, me pongo unos jeans, una camisa blanca ligera y mis converse. Acomodo mi cabello en una coleta alta y los espero a ellos a que terminen de arreglarse.
A las tres y media, ya vamos de camino a un día de campo.

Josh nos guió hasta las afueras de Los Ángeles, en donde hay un campo muy bonito lleno de árboles. El clima es templado, el cielo todavía es oscuro de cual temprano es.
Laia pone en el pasto el gran mantel y después nos dedicamos a arreglar todo en el. Entre todos preparamos sandwiches para después cortar la fruta y servir el jugo de naranja. Desayunamos bajo las estrellas todavía visibles. Cuando terminamos, nos acostamos en el mantel a ver el cielo, el cual, va cambiando los colores gracias al alba, que le da paso al amanecer. Laia toce, seguro se enfermó por la lluvia de ayer. Giro mi cabeza para verla y ella mira con admiración el cielo, lo veo reflejado en sus verdes ojos, de los cuales se escapa una lágrima solitaria por el rabillo del ojo. Al instante me incorporo y le abrazo fuertemente. Rodea mi cuello con sus brazos y sigue llorando, la siento empapar mi hombro con sus lágrimas. Aunque no solloza, ella siempre ha sabido llorar en silencio, lo cual lo hace parecer mas doloroso.
-¿Que pasa, preciosa?. -le pregunto en un tono dulce.
Josh nos mira confundido, lo veo. Laia no responde, se limita a abrazarme con más fuerza.
-Todo está bien. Yo estoy contigo. -le susurro con cariño.
Paso mis dedos por su rizado y dorado cabello, contagiándole mi tranquilidad. Como no logro calmarla, aplico la que ha funcionado desde que eramos pequeñas, canto para ella, mientras nos balanceo despacio.
Mientras canto, solo una pregunta pasa por mi cabeza, ¿que le pasa a Laia?.

Ya hemos olvidado el mal trago de la mañana y ahora, alimentados los tres por la luz del sol, jugamos y corremos por el pasto como si fuéramos niños. Llegó un momento en el que los tres estábamos escondidos y al correr al mismo tiempo, nos hemos dado un encontrón. Reímos tumbados en el suelo, ahogados en la contagiosa alegría.
-Hace tanto que no me divertía así. -dice entre risas Josh.
-Ya te digo yo. -le responde Laia, igual, entre risas.
Así, seguimos disfrutando de nuestros momentos juntos. Nuestras risas eran la mejor interrupción al silencio.

Regresamos escuchando a Coldplay, y todos vamos cantando a todo pulmón todas las canciones, ya que a los tres nos fascina Coldplay, en especial a Josh.
Me gustan los viajes en carretera, ahí, donde el tiempo es infinito mientras ves pasar rápidamente el hermoso paisaje que te rodea. Donde puedes ser quien eres, el camino que no importa, en donde somos infinitos, aunque, en realidad, no sea así.
Ya que hemos llegado, bajamos del coche.
-Te veo en la noche, princesa. -me dice Josh, despidiéndose de mi. Le doy un rápido beso en los labios y después parte.

Laia me ha rogado que sea ella quien elija mi vestuario de hoy, y yo, obviamente, le dije que sí. Me eligió un vestido a cuadros corto, mallas negras y unos botines con tacón. La verdad es que ella siempre ha tenido buen gusto.
Estoy esperando a que Marcus nos presente, y ahí, en las sillas de siempre, veo a Josh sentado con sus amigos, y en la mesa, se les unió Laia. Les saludo agitando la mano y ellos me devuelven el saludo. Toca salir al centro y lo hago. Decidimos cantar primero "22" de Taylor Swift, y en toda la canción, Laia estuvo cantando a todo pulmón junto conmigo y las personas que estaban escuchando.

En los brazos de Josh HutchersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora