Su tiempo contado...

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Luego de un animado día de buceo, vamos directo a nuestras habitaciones.
-Oigan -nos dice Cath- ¿Vamos hoy en la noche al restaurante ese elegante que hay en las noches aquí?
Nos miramos entre sí. Y asentimos.
Ella aplaude emocionada.
-Nos vemos a lado del ascensor a las ocho. Bien vestidos, formales. -nos dice, guiñándonos el ojo.
Asentimos de nuevo y entramos a nuestras habitaciones. Al llegar, Josh y yo quisimos entrar al mismo tiempo al baño para tomar una ducha.
-Yo gano -digo empujándole juguetonamente.
-No no, yo gano. -me dice riendo también, empujándome.
Le jalo de los brazos para que no entre, haciéndonos quedar de frente. Juntamos nuestras frentes, sonriendo. El me besa delicadamente, y puedo sentir sus suaves labios sobre los míos. Nos separamos por falta de aire.
-Se me ocurre una mejor solución -dice- Duchemonos juntos.
No puedo evitar el soltar una carcajada, aunque realmente me esté muriendo de vergüenza porque me haya dicho tal cosa. Le golpeo el hombro amistosamente, y el sonríe radiante.
-Buen intento, Hutcherson. -le digo, haciendo de mi voz sensual.
Le dejo un rápido beso en los labios y después me meto a duchar.

Abrocho la pulsera plateada con la "L" de Laia, que siempre he tenido con ella desde pequeñas. Y es mi último detalle. Me miro en el espejo. Llevo mi vestido rosa coral corto, de tela ligera, sencillo y bonito, junto con unos tacones rosa potente. Mi cabello lo dejé suelto y en mis ondas naturales, de maquillaje solo delinee mi ojos. Josh abrocha sus últimos botones de su camisa color negro, llevando su pantalón de vestir, zapatos negros y su cabello sencillo, natural. Entrelazamos nuestros brazos y salimos para reunirnos con los demás.
Ahí están. Alberto y André van vestidos con el mismo tipo de ropa de Josh, solo que de diferente color. Cath lleva un vestido negro de tela ligera tipo túl. Laia viste un hermoso vestido rojo que le llega a las rodillas, el cual complementa con un cinturón negro y su cabello peinado en media coleta. Ella se ve hermosa esta noche, sus ojos verdes brillan con la luz, luciendo limpia, preciosa.
Bajamos juntos y nos sentamos en una mesa. El restaurante está iluminado por las velas de los candelabros que le dan un bello aspecto a el lugar. Me siento entre Laia y Josh. Está ambientado por una relajante música y en cuanto nos sentamos el mesero pide lo que vamos a cenar y sirve vino tinto. Sonrío de lado.
Saboreo el delicioso sabor de las uvas en el vino. Siempre va a ser mi favorito.
Miro a Laia a mi izquierda, y ella me devuelve la mirada, su viva mirada verde claro a la cual las esmeraldas envidian. Me fijo en su muñeca y compruebo que también lleva la pulsera con mi inicial. Nunca se la quita, al igual que yo.
-Nunca me la quito. -me dice al notar que la veía.
-Yo igual. -le digo también, con una sonrisa.
Me devuelve la sonrisa. Llegan nuestros platillos y nos disponemos a empezar a cenar. De repente, recuerdo algo.
-Laia, Josh, ¿que va a pasar regresando a casa en Los Ángeles?. -les pregunto.
Los dos fruncen el ceño, tratando de recordar que va a pasar. De pronto, Josh truena los dedos, con la respuesta.
-La premiere de Sinsajo parte 2. -dice orgulloso.
Sonrío de lado, de acuerdo con mis planes.
-Tengo dos boletos para la premiere Laia, vamos a ir las dos. -le digo emocionada.
Al instante, ella entra en emoción, pero reprime el gritar. Nos tomamos de las manos, en plena alegría.
-Hey -dice Josh- ¿pero para que van? Aquí me tienen. -bromea.
Reímos.
-Jenn es hermosa, a Jennifer la admiro mas que a nadie. -digo en respuesta.
-Eh, Jenn es mía. -me dice Laia
-Es mía. -le contradigo.
-Mía. -me sigue el juego.
-Mía. -sigo.
-Wowowo -nos interrumpe Josh- Es ¿mía? -dice confundido- No no no, olviden eso.
Aunque me debería de sentir celosa, no lo estoy. Si no todo lo contrario.
-A mi siempre me ha gustado Joshifer. -le digo. Y como era de esperarse, el me miró frunciendo el ceño-¿Que? Es la verdad.
-A todos les gusta Joshifer. -añade Laia, remarcando "todos".
Josh miró a Alberto, André y Cath en busca de su opinión. Ellos asintieron sonriendo.
-Somos como hermanos. -dice él.
-Los mejores.- agrego.
-Los mejores. -confirma Laia.
Y no lo digo, pero yo antes los shipeaba. Y lo seguiría haciendo, si no fuera mi novio (¿o lo sigo haciendo? ¡meh!). Ellos desde siempre han sido mi pareja favorita. Seguimos hablando de cosas relacionadas con la premiere, cómo nos vamos a vestir, planes, etc. Y cuando le dije a Josh que iba a llegar como una fan loca él soltó una gran carcajada.
Llegamos a un momento en el que estabamos en un silencio cómodo, disfrutando de nuestra cena, del momento. Hasta que Laia tomó mi mano con fuerza, entrelazando nuestros dedos y dedicándome una sonrisa cálida aunque con aire triste. Le acaricié la mano con el pulgar. Y habló.
-Chicos -dijo tomando la clara y completa atención de todos los de ésta mesa-, les tengo que decir algo muy importante.
La miramos animándola a continuar. A cada segundo pasante su rostro, su expresión, se oscurecía mas. Su tristeza y decepción era notable, su sentimiento me estaba contagiando.
Ella apretó con mas fuerza mi mano, y con sus bellos ojos llenos de lágrimas dijo:
-Me diagnosticaron cáncer de pulmón muy tarde. Y... ya no hay esperanza.

En los brazos de Josh HutchersonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora