𝟬𝟰. Frágil confianza

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Nos movimos como sombras por la selva

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Nos movimos como sombras por la selva. Edward, siendo el más rápido de los dos, iba al frente corriendo como una flecha cortando el aire. Yo le seguía por detrás, no tan silencioso como él. Reduje al máximo la brusquedad de mis movimientos con la esperanza de que las ramas en el suelo no se rompieran tan ruidosamente bajo mis pisadas.

Llegar a Manaos a esta distancia iba a tomarnos todo el día, llegaríamos para la noche, perfecto para que él pudiera tomar lo que sea que tuviera que tomar y luego siguiéramos avanzando por el resto de la noche hasta llegar a la siguiente parada, intentando escondernos cuando saliera el sol.

El plan era perfecto, excepto que era demasiado perfecto. No representaba ningún problema para él, pero sí para mí. Era de madrugada y él sol estaba saliendo. Como él mismo había dicho, mi jaguar era crepuscular y yo me había acostumbrado desde pequeño a buscar un horario adecuado para dormir, mezclando horarios humanos con animales. El resultado eran unas cuatro horas de sueño durante la noche, generalmente entre la una y las cuatro de la madrugada y el mismo horario para la tarde, con un perfecto resultado de ocho horas que me permitía asistir a la escuela y sumarme a algunas actividades humanas si es que tenía tiempo para ir a la ciudad o pueblo más cercano.

Pero yo ahora me había saltado las cuatro horas de la noche y si seguíamos así, tendría que saltarme también las de la tarde y a ese ritmo, no tardaría en sucumbir al tercer día.

Y también estaba teniendo otro problema. Aunque mi resistencia era alta, yo seguía teniendo un par de pulmones que de vez en cuando necesitaban descansar de las largas carreras y luego de más de cuatro horas corriendo... necesitaba parar. Como... ahora.

Intenté alejar mi lado animal tanto como podía de mí mismo, los jaguares no eran conocidos por ser vagos como los leones, pero sí que era verdad eso de que descansaban mucho. Mantuve la mente tan humana como podía aunque a veces me removía incómodo cuando el animal empujaba para que le permitiera responder a sus instintos.

Edward me echó un par de miradas, pero yo estaba demasiado concentrado haciendo al jaguar a un lado. Me haría pasar un infierno cuando finalmente parara a descansar, pero seguí presionándome para avanzar.

ʙʟᴜᴇ ᴊᴇᴀɴꜱ  ━━Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora