ʙʟᴜᴇ ᴊᴇᴀɴꜱ ━━Edward Cullen

𝟭𝟯. Un beso y una flor pt. 2

El griterío de Isabella me despertó.

— ¡Quédense quietos! ¡Paren! —Gritó, entonces algo pasó por encima de mí y terminé por abrir los ojos a la vez en que pegaba otro grito resonante y aturdidor—. ¡Deténganse ahora mismo! ¡Itaete, ayúdame!

Ahora sí que me senté en el suelo y miré la escena. Jacob estaba casi sobre la nieve helada del suelo fuera de la carpa, estaba encorvado y con estremecimientos sacudiéndole el cuerpo mientras gruñía hacia Edward, que se encontraba agazapado mostrándole los dientes.

Ugh... desearía dejar que se agarraran a las porras, pero prefería morirme antes de permitir que Jacob le hiciera algún daño.

—Jake —le dije—, será mejor que te tranquilices.

— ¡Él empezó! —exclamó intentando calmar las sacudidas, aun así, sus dientes seguían perfectamente expuestos.

—Estaba aplastando a Bella —se defendió Edward.

Parecían niños de primaria.

—No me interesa quién empezó —dije espabilándome y regresando la mirada al metamorfo—. Retrocede.

—No fue culpa de Jake, Itaete —justificó Isabella antes de girarse hacia Edward—. No estuvo bien lo que hiciste. Deberías disculparte.

Sus ojos se dilataron de disgusto.

—Tienes que estar bromeando. Él empezó a gruñirme primero.

— ¡Porque lo tiraste al suelo! Ni lo hizo apropósito ni me hizo daño.

Edward refunfuñó y me miró en busca de ayuda, me encogí de hombros y entonces puso cara de asco antes de, con lentitud, elevar la mirada hacia Jacob con ojos claramente hostiles.

—Me disculpo, perro.

—No pasa nada —replicó el lobo con un borde afilado y provocador en su voz.

Bella se cruzó de brazos sobre el pecho y tembló de frío.

—Ven —le dijo Edward con tranquilidad, tomando el anorak del suelo y envolviéndola cariñosamente.