𝟭𝟮. Preludio de Guerra pt. 1

1K 242 122
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Jacob me preguntó que si no pensaba presionar a Edward para que dejara a Bella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Jacob me preguntó que si no pensaba presionar a Edward para que dejara a Bella... mi respuesta fue un no bastante rotundo. Aunque honestamente... las ganas no me faltaban.

¡Por supuesto que quería ir y besar a Edward delante de toda la escuela, delante de ella!

Pero no podía hacerlo sin que él me odiara.

Le dije que no lo presionaría... demasiado, y aún lo mantenía. Y creí dar una explicación muy lógica y sólida, así que... ¡no sé en qué carajos estaba pensando Jacob cuando besó a Bella a la fuerza!

Las cosas no habían salido muy bien después de eso, fue des-invitado a la graduación y ahora se encontraba a mi lado, refunfuñando y maldiciendo mientras yo sí que me alistaba para ir.

—Esta es justamente la razón por la que no presioné a Edward —canturreé afeitándome.

— ¡Maldita sea! —masculló pateando mi cama.

— ¡Te cuidado, chucho! —le regañó Mbara.

— ¡Muérdeme!

Mi hermano sonrió pícaramente y le apuntó con el peine: —No tientes al destino. Los jaguares tendemos a morder cuando nos lo piden.

Rodé los ojos y terminé de secarme el rostro luego de enjuagarme. Me encaminé hacia el ropero y rápidamente me puse una camisa negra y los jeans más nuevos y apropiados que encontré.

Estaba impecable y nadie podía discutírmelo. Tomé el regalo de Edward y cuando mis hermanos estuvieron listos, nos apresuramos para salir de la residencia e ir a lo de los Cullen. Quién hubiera pensado que Jacob complotó con Embry y Quil para colarse.

Vi a Alice a lo lejos, pero Rosalie fue la primera con la que me crucé: —Buenas noches, morenito, mira, puedes vestirte decente cuando quieres.

Rodé los ojos: —Gracias, tú también estás preciosa, Rosalie.

Ella sacudió su pelo con vanidad y cabeceó hacia los licántropos que se habían ido a la mesa de comida junto a mis hermanos.

— ¿Y ellos?

ʙʟᴜᴇ ᴊᴇᴀɴꜱ  ━━Edward CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora