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Sabía que era un sueño.
Cassandra estaba segura de eso porque estaba en el Campamento Mestizo, Rachel Elizabeth Dare era la nueva Oráculo de Delfos y nunca, por voluntad propia, subiría al desván de la Casa Grande.
Ese lugar siempre le había dado repelús, ni siquiera cuando Alex y los Stoll la retaron a entrar había aceptado. La vieja momia que fue el oráculo antes de su buena amiga Rachel era escalofriante y nunca tuvo curiosidad por su futuro.
Incluso cuando finalmente el viejo oráculo fue enterrado, el desván dejó de emanar esa energía mística y aterradora.
La semidiosa observó su alrededor con cuidado, encontrando viejas fotografías de antiguos miembros del campamento, trofeos de guerra de antiguas misiones, armaduras rotas, espadas rotas o dobladas. Todo lo que el señor D considera basura está allí por orden de Quiron.
Y finalmente, el oráculo estaba allí, sentada en su silla, con los viejos collares alrededor de su cuello, el vestido raído y lleno de polvo, rodeada de velas y parecía estar mirándola.
—¿Por qué estoy aquí? —preguntó Cass tras su escaneo, desde el centro de la habitación. Su voz salió ronca, así que carraspeó y abrió y cerró sus manos en puños por el nerviosismo.
La momia permaneció en silencio, aumentando el nerviosismo en la castaña. Tragó en seco antes de acercarse un poco más.
—¿Tú me trajiste aquí? —preguntó, elevando un poco la voz, pero la momia permaneció en silencio. Cassandra frunció ligeramente el ceño—. No entiendo.
Dio la vuelta para salir, pero la puerta ya no estaba ni tampoco había nada sobre los estantes y mesas del desván. Solo más velas.
Volvió la mirada, soltando un grito ahogado y dando pasos hacia atrás, cayéndose incluso, cuando vio que la momia estaba frente a ella. El característico humo verde comenzó a salir de su boca y Cassandra retrocedió hasta que chocó con la pared.
—El peligro acecha en la oscuridad, los sueños y la realidad enfrentados en uno se verán, 3 sacrificios serán reclamados y de la muerte uno regresará —un viento helado llenó la habitación mientras la voz rasposa del oráculo se escuchaba, incluso más fuerte de lo que recordaba pero Cassandra se esforzó en dejar de lado el miedo—. Amigo y enemigo el conflicto comenzará, con la tormenta un nuevo miedo vendrá y el juego de la venganza y sobrevivencia comenzará.
El viento se calmó, el humo verde regresó al interior de la momia y esta cayó al suelo con un golpe sordo.
Cassandra colocó la mano en su pecho, buscando regular sus latidos, sin dejar de ver el cuerpo a unos pasos de ella. Se puso de pie con lentitud, buscando apoyo en la pared porque seguía sin encontrar la salida.
—Okey, ya tuve mi profecía, ahora quiero despertar —pidió la castaña, mirando alrededor y esperando por un cambio, pero no hubo nada. Tragó saliva y cerró los ojos, sintiendo el miedo crecer en ella otra vez—. Quien sea que está detrás de esto, quiero salir de aquí.
Golpeó la pared con fuerza y al abrir los ojos, se dio cuenta de que estaba en un lugar diferente.
La única luz parecía venir de una rejilla del techo, parecía un sótano. Había cajas cerradas y polvorientas en un rincón, junto a un viejo sofá y antiguas sillas de ruedas, además de tanques mohosos y gastados.
El aire que entraba era helado y Cassandra se abrazó a sí misma mientras exploraba, antes de detenerse al escuchar pasos detrás de ella. Llevó la mano a la funda del cuchillo tras su espalda pero no estaba allí y se dio cuenta de que tampoco llevaba su pulsera o anillo. Frunció el ceño porque estaba segura de que los traía puestos.
—Estás indefensa aquí —Cassandra se quedó quieta al escuchar la voz. Era grave y arrastraba las palabras, hablando lento como si le costara formar las palabras—. Este es mi mundo.
—El invasor de mi mundo, eres tú, quien quiera que seas —replicó Cass, dando vuelta con lentitud pero parecía no haber nadie más allí, aunque sentía su presencia. Una presencia poderosa estaba allí con ella—. Este es mi sueño.
Cassandra nunca había explorado su capacidad de visitar los sueños de los demás, a diferencia de Nico y Alex, y ellos eran los únicos que se atrevían a entrar a su subconsciente porque ella confiaba en ellos.
Que un desconocido haya invadido su sueño, la hacía sentir vulnerable porque incluso si era su cabeza, Cassandra sentía que no tenía control alguno allí.
—¿Por qué no das la cara? —habló otra vez y escuchó la risa rasposa del desconocido.
—Aún no es el momento —respondió con lentitud, su voz siendo casi un susurro, y Cass escuchó los pasos junto a un extraño rasgueo contra la pared. Como si frotara una tela.
Cassandra apretó sus manos en puños porque se sintió amenazada de repente, sentía la presencia del desconocido y también sentía que se estaba divirtiendo a su costa.
—A mí me parece que es el momento perfecto —replicó con una calma que no sentía, girando sobre su propio eje con lentitud, buscando a quien sea que este allí, pero solo vio un dibujo tallado en la pared. Parecía un cinco.
—No —dijo el extraño, con la misma lentitud de antes y esta vez escuchó que algo metálico se arrastraba—. La diversión apenas comenzará.
Cassandra sintió la respiración helada contra su cuello antes de girar con rapidez.
Solo pudo ver las vendas sucias y la chaqueta de cuero antes de sentir el dolor cuando su pecho fue atravesado por algo.
Uy creo que comencé bien jajaja díganme que les pareció
Es un cap cortito peero ya va ¿les dio una idea de lo que va a pasar?
Tengo tantas cosas planeadas jajaja el siguiente cap vendrá acompañado del primer extra de Alex, así que será doble actualización. Estén pendientes :)
Nos estamos leyendo
Lesly *-*
Pd: Casi lo olvido je el edit fue hecho por mí, para que no haya algún problema, no es mucho pero es trabajo honesto jajaja
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Savage | TW, PJ
FanfictionSi creían que haber enfrentado a un druida oscuro, una manada de alfas, un kanima y a un hombre lobo con deseos de venganza fue un reto, lo que ahora venía sería una auténtica odisea. Los problemas que acechaban a Beacon Hills solo estaban comenzand...