No pudo evitar admirar cuando JaeBum fue a un asilo de ancianos para escuchar a esos pobres vegetales olvidados, escuchando cómo algunos fueron cruelmente echados a este sitio por familiares interesados, u otros charlando de cómo estuvo su almuerzo en este lugar. Eso fue un hermoso gesto, uno que lo enamoraba profundamente.
Era su hombre perfecto ¿qué esperaban?
Luego de una larga plática, pidió comida para todos, a gusto de cada quien. Al finalizar todo, se quedó a ordenar los platos y tirar la basura.
— es algo triste no poder saborear todos esos platillos. — le habló JinYoung.— todo se veía increíblemente delicioso y caro. En mi época, nunca comí algo que se viera así. Quizás, si fuéramos pareja, iríamos a restaurantes caros a comer la mejor comida, o yo cocinaría algo para ti, como buen esposo.
JaeBum se movía de un lado a otro, tratando de ordenar todo. Si tan solo estuviera allí, podría ayudar a hacer todo. Ambos, juntos, como una pareja. Eso no le molestaba a JinYoung, es más, le gustaría mucho ordenar todo.
— me gustas mucho, y que seas perfecto no es justo para mí, porque me enamoro mucho más y luego tengo que irme. — alegó el ángel, colgándose de los hombros de Im. — aunque sea, quiero ser tu amigo.
Otra vez estaba solo. Im no le oía, ni le sentía. Siempre se resignaba a eso, y lo peor es que todo quedaba en su memoria, pero él nunca sabría sus sentimientos, ni de su existencia.
— ¿sabes? Tu esposa o esposo será muy afortunado. — le dijo con un puchero. — eres tan atento, como un príncipe, y él se quedará con toda felicidad que tú le regalarás. Y sus hijos, yo siempre que muchos hijos, 4 o 5, aunque mi familia decía que yo era muy pequeño para dar a luz, que mis caderas no eran tan anchas, pero me dio igual. Y con el paso de los años, nunca se me fue ese deseo. ¿te imaginas cómo serían nuestros hijos? Con tus ojos, tus labios, o tu sonrisa. Mamá me decía que el hombre que eligiera debía tener una sonrisa hermosa, aunque ya estaba comprometido como para cambiar a Mark. A veces los extraño bastante, y el linaje se perdió en el 1890, fueron masacrados por unos piratas, así que no tengo a nadie que me los recuerde, pero tú eres muy diferente a él, eres diferente a todos, y siento que eres más especial que todos.
Solo era una charla a solas, como un loco, pero anhelaba saber los comentarios de JaeBum, saber sus gustos o lo que más amaba, no lo sabía, así que solo asumía que él era una buena persona por todas las acciones que hacía.
Cuando él acabó, salieron del asilo y fueron al auto, luego, directo a casa.
JinYoung no dijo ningún comentario, solo se apoyó en la cabecera del asiento, observando al mayor con admiración. Un hombre tan bueno, pero a su vez solitario. No lo admitía, pero era feliz al ver que JaeBum solo le pertenecía a él, por el momento.
Cuando llegaron a la casa, JaeBum se quitó la ropa durante todo el trayecto al baño, hasta allí, se quitó la ropa interior y se metió a la ducha.
Ahora, Park solo podía gozar la vista, sentándose en la taza del baño. Sonrió, abrazando sus rodillas para esconder su sonrojo.
— Eres bellísimo... — murmuró el ángel, apreciando el escultural cuerpo del humano. Realmente hermoso.
JaeBum se fue a acostar, desnudo, solo con el bóxer. El hombre empezó a masturbarse, dejando algo ansioso al ángel.
JinYoung quería probar el placer humano, volver a sentir su calidez, su calentura, el sexo. Quería volver a ser humano, pues había renunciado a mucho a cambio de algo tan fugaz. Se acomodó a un lado suyo, frotando sus caderas contra el costado del mayor y pasando sus manos sobre su miembro cubierto con su ropa. JaeBum estaba llegando a su orgasmo, pero JinYoung había empezado apenas.
— quiero más... — murmuró el ángel. — JaeBum... quiero gemir tu nombre... — murmuró, apoyando su rostro en el hombro del mencionado.
Enterró su rostro en el cuello del hombre, tocándose sutilmente. Ojalá pudiera sentir su aroma, pues se veía que ese hombre tenía una dulce aura, pero con un perfume muy varonil.
— sabes, quiero un gran amor, uno que me haga sentir protegido, amado, deseado, que me saque de este infierno. — murmuró. — tuve la suerte de ver la cenicienta en pantalla grande, y realmente se sentía mágico por cómo el príncipe la notó cuando ella estaba perdida en el palacio, y solo él la miraba, luego, el mundo desapareció y eran ellos dos amándose bastante. Luego... cuando ella desapareció, él hizo de todo para volver a verla. Me gustaría que fueras mi príncipe, que me buscaras... aunque jamás me hayas visto...
JaeBum se volteó, acomodándose de lado, tenía sus ojos fijos en la dirección de JinYoung, pero éste sabía que estaba mirando a la pared. El ángel se acomodó a su lado, de lado también, como si estuvieran frente a frente y fuese una noche romántica, pero la mirada del juez era dura, fría, indiferente.
— créeme que si estuviera contigo, te haría sentir bien. —le murmuró, tocando sus labios con ternura. — aunque... por el momento, solo yo puedo apreciarte.
Un demonio apareció, con intenciones sexuales para cuando el hombre se durmiera.
— deberías mantenerte alejado. — le dijo ese ser, tomando una forma lujuriosa. — vete o sino deberás hacer algo. — JinYoung sabía qué significaba. Era él o su protegido. Iba a ponerse de pie para mancharse a otra parte con en ente, pero éste lo detuvo. — aquí mismo.
JinYoung quedó petrificado oírlo, pero accedió, después de todo, JaeBum no podía observarlo. El ser le quitó la ropa, obligándolo a ver hacia Im, como una tortura, haciéndole mirar que por mucho que deseara a alguien, los únicos que podrían probarlo serían las criaturas más inmundas que se encargaban de sembrar el mal.
Él lo penetró, empezando a azotar su espalda hasta dejarle cardenales. A lo único que estaba condenado era a ser la sombra de la luz que emitía. Aún llorando y suplicando por que se detuviera, él no lo hizo. Solo tomó una pausa para cubrir sus ojos con una venda.
Ya no podría saber nada de lo que harían con él, sin embargo, podía sentirlo. Ahora no había tanto dolor, en su lugar, sintió placer. Gran placer. ¿Por qué se sentía así? Pero, joder, esta era su primera vez gimiendo de placer.
Tomaron sus brazos, dejándolos inmovilizados tras su espalda y los ataron. Luego, lo cambiaron de posición, subiéndolo en su regazo. Cuando retomaron las embestidas, JinYoung sintió algo más de lo debido. Había dos personas en su interior. Empezó a sollozar, aunque llegando a cierto punto, no sabía si era por el dolor o por el placer. Para silenciarlo, alguno metió sus dedos en su boca, apretando sus mejillas, incluso cacheteándolo.
JaeBum sonrió.
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¿?¿?¿?¿?
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Sumiso Del Ángel [JJPROJECT]
FanficPark JinYoung está encargado de la paz en el mundo de los humanos, es su trabajo como sumiso de los ángeles, sin embargo, no podía interactuar con nadie. Eternos años en soledad, pero ya en la actualidad, quería conocer a alguien con quien pueda com...