12- No un Robot

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Dean no quería detenerlo. Sus piernas se sentían débiles, estaba temblando y rindiéndose a Castiel, Ángel del Señor. Sus fuertes brazos alrededor de su cintura. Sus labios y su lengua suaves ... lo estaban derritiendo.

¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!

Estaba tan encendido. Sabía que estaba gimiendo como una chica… oh rayos… no podía evitar que los gemidos salieran de su garganta.

Lo amo ... realmente lo amo ... 

Incluso si Castiel solo estaba fingiendo ... Dean no estaba fingiendo ... nunca había estado fingiendo sobre esto ... ni una vez ...

Todo estaba claro ahora ... todo estaba dolorosamente claro ...

Pero ... el beso tenía que terminar ...

Castiel apartó a Dean lenta y tiernamente, y sus miradas se encontraron. Hubo una voz fuerte y un estruendoso aplauso, pero parecía que todo se escuchaba desde la distancia.

Porque por otro maldito instante, solo estaba Castiel mirándolo, y nada más.

De repente, los anfitriones agarraron la mano de Dean y Castiel, levantándolas y gritando en medio de una audiencia muy anormal.

-¡SHY!DEAN Y HOT!CAS SON LOS GANADORES! ¡Un gran aplauso para ellos!

Dean parpadeó y Cas frunció el ceño al ver a la gente volviéndose loca.

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-¡¡Sí!!- Exclamó Sam levantando su puño. María Encarnación estaba a su lado, y hacía muecas de resignación.

-Ese fue ... un beso muy completo- observó, y había un toque de admiración en su voz.

El anfitrión volvió a tronar en el monitor:

-¡La gente los eligió porque fue como un primer beso tímido, sexy, lleno de ternura!

Castiel miró a Dean, pero el cazador todavía estaba en estado de shock.

La anfitriona regresó con un gran cheque y llaves.

-¡Y ahora! ¡Ganaron doscientos mil dólares y una casa en Salt Lake City!- Anunció que el anfitrión señaló los premios, los aplausos se encendieron: - ¿¡¿Y dónde está ese chaperón?!- Llamó, y Sam apareció detrás de Dean y Cas, y hubo aplausos de nuevo. El tímido Winchester hizo un gesto con la mano e inclinó la cabeza.

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Team Free Will estaba detrás del escenario de nuevo, Sam estaba sonriendo feliz, aplaudió y, girando para mirar a Cas y Dean, dijo:

-¡Esto es fabuloso chicos! ¡Bien hecho!

Pero Dean todavía estaba asombrado y Cas tenía esa expresión en blanco en su rostro. Sam frunció el ceño, y luego sonó el teléfono de Dean.

-Es Lisa- observó Dean, atendió y se alejó solo unos metros.

-Oye, Cas- lo llamó Sam, acercándose al ángel, se inclinó levemente para murmurar, porque no quería que su hermano escuchara:- No usaste ningún beso del libro que te di. 

Érase Una Vez En Las Vegas (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora