Érase Una Vez En Las Vegas (COMPLETA)

7- ¡Rapunzel! ¡Deja caer tus cabellos!

Cuando Cas y Dean regresaron a sus lugares originales, todos en el auditorio gigante los miraban asombrados. 

Y Dean no podía dejar de mirar a Castiel, con destellos en sus ojos verdes. Su rostro lucía tan obnubilado con el ángel que llamó la atención de Harry, y fue rápidamente captado por su cámara. Después de todo él era un viejo camarógrafo experimentado.

Los aplausos aún se escuchaban resonantes, cuando Franco decidió besar a Julio solo para llamar la atención. Pero eso fue excusa suficiente para María Encarnación, que miraba con sonrisa triunfal a su rival, Sam.

-Esa fue una canción preciosa ...- murmuró a su lado:-Pero me pareció como si fueran dos hermanos cantando juntos.

Sam frunció el ceño y la miró con el rabillo del ojo, pero entonces entendió lo que quería decir. Vio a Franco y Julio, y al resto de las parejas, besándose y tocándose y siendo… todos amorosos el uno con el otro. Y luego los comparó con Dean y Cas. Eran como dos hermanos, sentados uno al lado del otro, disfrutando de una especie de película de acción de Schwarzenegger. 

Sam rezongó y se fue. 

María se burló, divertida.

Cuando el cazador más joven llegó a las proximidades del escenario, buscó un lugar para ver a su hermano y su amigo. Una vez situado en un punto estratégico, trató de llamar la atención de Castiel, y lo logró.

El ángel lo miró de lado y volvió un poco la cabeza para comprender mejor el mensaje. 

Sam estaba tratando de mostrarle lo que estaban haciendo los otros concursantes. Castiel notó que las otras parejas se besaban o se tomaban de la mano. Luego volvió a girar la cabeza para cruzar miradas con Sam. Y asintió.

Entonces, y sin previo aviso, tomó la mano de Dean. El cazador se estremeció, sorprendido y se sonrojó furiosamente. Giró bruscamente la cabeza para ver al ángel, pero éste tenía la mirada fija en Julio y Franco. Julio estaba besando ahora la mano de Franco, así que Cas… hizo lo mismo.

Acercó la mano de Dean a sus labios y la besó. 

Dean sintió que todo su cuerpo temblaba y apretó la mandíbula. 

Cas miró la mano, todavía demasiado cerca de sus labios, y dirigió sus ojos azules sin parpadear hacia Dean. Hacía tanto calor que el cazador sintió que estaba a punto de explotar. Tragó nervioso, lentamente y dejó de respirar.

Henry estaba allí de nuevo con su cámara, capturando ese precioso momento de shy! Dean.

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Llegaron a la casa y Sam no esperó demasiado para felicitar a su amigo.

-Bien hecho, Cas- sonrió el hermano menor, palmeando con orgullo el hombro del ángel.

Dean frunció el ceño y los señaló, preguntó intrigado:

-¿Qué quieres decir con eso?

Sam puso su mejor cara de perra y se giró sobre sus talones para recriminarlo:

-Porque si no se lo hubiera pedido a Cas, él no habría tomado tu mano, y tú todavía estarías allí, de pie uno al lado del otro como dos postes de luz, y eso no te hará ganar, tenlo por seguro.