Another Wish (Número Cinco y tú)

8

"_______ Hargreeves"

— Fascinante. Un súper villano que manipula el gas — comenta papá cuando nosotros le contamos del caso ocurrido en el restaurante.

Todos nos encontrábamos en un laboratorio que se encontraba en la mansión de la academia Sparrow.

— ¿Solo es gas venenoso o controla cualquier sustancia aérea? — pregunta Ben

— La pregunta es ¿cómo puede formular la conexión? ¿Es fisiológico o psicológico? — hace otra pregunta Kiara.

— La verdadera pregunta es ¿todos estos niños son unos nerds de la ciencia? — Pregunta Diego en voz baja, pero yo llegué escucharlo un poco — Cinco, por fin consigues a una familia que hable en tu idioma.

— Este individuo tal vez pueda crear un nexo mental con las sustancias gaseosas — habla el menor de la Academia Umbrella, ignorando el comentario de su hermano.

— ¿Hablas que se conecta con los gases a nivel molecular? ¡Eso me parece genial! — habla con interés y fascinado Ethan.

— Siempre son así cuando investigamos algún súper villano, es algo normal en nosotros — les dije a la otra academia que tenía un rostro que decía que no tenían ni la menor idea de lo que hablábamos. Claro, exceptuando a Cinco que también estaba interesado en el asunto.

— Solo quiero que ese súper villano que ustedes dicen, lo encierre tras las rejas. Aunque la ciudad no está equipada para controlar a estos criminales...especiales, llamémoslo así.

— Te equivocas grandulón — le dice Jack a Luther — nuestro padre diseñó una clase de prisión para estos sujetos con poderes que los usan para el mal. Está diseñado para que sus poderes se bloqueen y no puedan escapar.

— ¿Dónde se encuentra esa prisión? — me pregunta Cinco en voz baja, para que yo solo llegara a escucharlo.

— Ni siquiera yo lo sé, padre siempre dice que está en un lugar lejos, en una clase de isla o algo así. A veces tengo la sospecha que esa prisión que siempre dice no existe — le respondo en el mismo tono.

Seguíamos todos investigando o eso al menos hacía la Academia Sparrow. La otra academia aun no tenía una idea clara de lo que hablábamos o hacíamos, sin mencionar a Cinco como dije antes. Por lo que sus hermanos, decidieron dejar el laboratorio y prefirieron a que los llamemos cuando tengamos que entrar en acción, es decir, combatir y pelear si es el caso.

Cada uno hacía una cosa diferente. El viejo vigilaba lo que hacíamos, algunos de mis hermanos caminaban de un lado a otro buscando algo que necesitaban, otros buscaban información en la computadora o también veían si podían tener el acceso a una de las cámaras que estuvieron cerca de aquel restaurante, mientras que Cinco y yo trabajamos con el análisis de la muestra de los pulmones.

Aunque de vez en cuando, sentía que el viejo se nos quedaba mirando mucho a mí y a Cinco, y eso hacía que me entrara los nervios y más cuando le dije a Cinco todo lo que sabía sobre Reginald, tengo miedo que padre tuviera algo o alguien cerca mío para mantenerme vigilada; el castaño que tenía a mi lado, notó mis nervios y me dio a entender que todo iba a estar bien al tomar mi mano debajo de la mesa, sin que sea visto por el viejo, a lo que yo agradezco internamente.

— Es hora de almorzar — anuncia mamá entrando al laboratorio, con su sonrisa característica de siempre.

Todos mis hermanos al escucharla, se levantaron y comenzaron a irse uno por uno. Solo quedábamos papá, Cinco y yo. El primer mencionado nos estaba mirando desde la puerta del laboratorio.